El inolvidable legado de Francisco “Chino” López

Por: Rafael Adolfo Uclés Becerra

Era el año de 1975, cursaba el tercer año de ciclo común en el Instituto Central Vicente Cáceres, estábamos entrenando mientras mi compañero y amigo José Manuel Matheu me dijo: ¿Vamos a probar si podemos quedar en la selección de baloncesto?, no me llamaba mucho la atención ya que vengo de una familia de tradición futbolística, pero al final accedí y ambos logramos clasificar para la segunda categoría del equipo de baloncesto del Central, en ese momento el encargado era el profesor Fernando Sierra, a los pocos días nos informan que ya no sería más el entrenador y que teníamos que volver a otro proceso de calificación, y es ahí en donde conozco a José Francisco “Chino” López Bustillo (QDDG) y de nuevo junto con Matheu quedamos dentro de la segunda categoría de baloncesto del Central, desde ese momento empezó mi amistad con el “Chino”, e inicio a conocer la historia deportiva de uno de los más grandes entrenadores y jugadores del baloncesto hondureño.

El “Chino” fue parte de la época de oro del baloncesto colegial, en donde aquellos partidos inolvidables entre el San Miguel y el Central, que se jugaron en el recordado “Rubén Callejas”, eran unos llenazos que hacían vibrar de emoción a las barras de ambos colegios, formó parte de varias selecciones nacionales representando a Honduras en torneos centroamericanos, graduado de Perito Mercantil y Contador Público promoción 1969 del Central Vicente Cáceres. Trabajó ejerciendo su profesión en Textiles Río Lindo, en Banco de América y Banco Centroamericano de Integración Económica y como entrenador en el Central Vicente Cáceres.

El “Chino” dirigió al Central en las décadas de los años setentas, ochentas y noventas, en donde obtuvo infinidad de campeonatos en las diferentes categorías que dirigía, siendo uno de las más recordados el que logró en 1978 al ganar las tres categorías colegiales.

Fundó en 1976 el Honduras juvenil, en 1977 el Icevic juvenil y posteriormente en 1987 funda el Icevic mayor, para convertirlo en uno de los más grandes equipos de baloncesto de nuestro país, el cual sigue activo.

Fueron generaciones tras generaciones que el “Chino” formó, y él no se quedaba en la formación deportiva él siempre se preocupó por la persona, por fomentar los valores, el estudio y que sus jugadores fueran buenos ciudadanos.

Tuve la oportunidad de ser dirigido por el “Chino” a nivel colegial con el Honduras juvenil y con Icevic mayor; compartí con él en Olimpia mayor en el torneo “La Prensa” en 1979 y posteriormente compartimos labores en el Departamento de Contabilidad y en el equipo de baloncesto del BCIE, inolvidable legado que dejó el amigo, compañero y entrenador “Chino” López.