Decenas de vacacionistas se desplazaron de la capital hacia el sur del país, a disfrutar de las playas de arena negra y agitadas, gozar el Feriado Morazánico cuando la lluvia escampaba y el sol se abría paso para dorar a los veraneantes.
En autobuses de ruta y otros en sus propios vehículos, Coyolito, Amapala, la Costa de los Amates y Cedeño fueron abarrotadas por los vacacionistas, que se abrían paso entre las bravas olas del mar, al sur de la capital.
Los capitalinos que tienen poder adquisitivo se desplazan a los hoteles resort en la costa norte, pero los que llegan a Cedeño, por ejemplo, son aquellos trabajadores que apartan un poco de dinero para el pasaje e ir y venir en el día, sin ocupar hoteles de lujo. A duras penas, comer un pescadito en las champas a la orilla de la playa y con el chapuzón ya saben que el feriado llegó y que lo disfrutaron.
Microempresarios de la zona dijeron estar contentos porque hubo visitantes. En familia o en parejas, los vacacionistas la gozaron este viernes, en las playas sureñas.