Por: David Salomón Amador
MBA – Sector Bancario y Financiero
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La Oficina de Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos, NASA, tuvo un evento el día el 13 de junio de 2021, la computadora de carga útil del Hubble, es el telescopio que se lanzó a la órbita espacial el 24 de abril de 1990; y es según la NASA el más avanzado y que le ha permitido a la institución tener datos del espacio que jamás se hubieran imaginado tener, el hecho es que este telescopio que controla y coordina los instrumentos científicos a bordo del telescopio, falló repentinamente. Cuando la computadora principal dejó de recibir la señal de la computadora de carga útil, colocó automáticamente todos los instrumentos científicos del Hubble en modo reposo. Pero todos los intentos del equipo por reiniciar la computadora averiada a través de la computadora principal fracasaron. Pero una institución como la NASA, jamás hubiera dejado cosas sin tener un plan de contingencia o mucho menos no haber calculado que algo eventualmente podría fallar, sobre todo porque como una computadora de seguridad, podría fallar. Esto no era motivo de alarma, ya que, después de todos los componentes importantes del Hubble se instalaron por duplicado, por si acaso. Se previno tener una computadora de seguridad, solo que nunca se había utilizado, desde el lanzamiento del telescopio, en 1990. Pero un ordenador como ese no se puede iniciar pulsando simplemente el interruptor de encendido. De manera que ¿cómo es posible que la NASA, altamente tecnificada, ya no sepan cómo funcionaban esos aparatos? Imagínese que encuentra en el sótano una caja con recuerdos de su infancia: un casete de música con sus antiguas canciones favoritas y un disquete con fotos, pero ya no puede reproducirlos porque el casete de música necesita grabadora o el disquete de fotos que ya no existen laptops o computadoras de escritorio, lo más importante de esta situación es que la NASA tuvo que recurrir a exempleados o mejor dicho jubilados a fin de obtener primero el conocimiento de lo que ellos hicieron al crear el telescopio, segundo el conocer que planes de contingencia habían creado y que existen, pero que con la nueva situación podrían generarse nuevos planes; y lo más llamativo fue la creación de un equipo de 50 personas, todos especialistas y dicho equipo trabajo en lo que inicialmente denominaron la lista de posibles puntos débiles y trataron de aislar el problema a fin de garantizar el funcionamiento del satélite. Los jubilados recordaban al pie de la letra procesos y en conjunto con los más jóvenes encontraron formas decisivas para el correcto funcionamiento del problema del Hubble; el jefe del equipo al final del proceso de encontrar la forma de reiniciar el telescopio dijo: ha sido tan aleccionador trabajar con el equipo actual, como con el equipo del pasado, todos sin excepción demostraron dedicación y respeto por cada colega y lo más importante todos tenían un mismo fin, encontrar una solución. Lección de vida para que las empresas sean públicas o privadas no dejar a un lado a jóvenes o adultos, una combinación de ambos puede dar mejores resultados. En los procesos de vida diarios me tocó una experiencia similar, tuve un desperfecto de mi refrigeradora y no tenía la idea de comprar una nueva, primero por el costo, segundo porque la que tengo tiene todavía funcionabilidad y tercero pues hay que buscar la economía familiar, resulta que se dañó un viernes y no pude obtener a la persona que pudiera llegar el sábado, sin embargo me dio una opción que su padre llegaría el domingo porque él ya tenía un compromiso familiar (me dejó claro que el evento familiar planificado era más importante que otras cosas: otra lección de vida), acepté porque lógicamente no tenía opción, don Vivian llamó, lo fui a recoger y llegó, revisó la refrigeradora, al estar con él le pregunté cuántos años tenía, me dijo tengo 68, y me dije un señor como él no debería estar viendo mi refri un domingo, debería estar descansando, al terminar de revisar me dio de entrada dos opciones, sin tener un ápice de duda me dijo: se la podemos reparar y lo que debemos hacer es esto; le dije, démole viaje como solía decir mi papá, a los días regresó con su hijo el técnico que yo conozco, repararon mi refri, pero la lección como los de la Nasa es no porque alguien tenga canas, luzca cansado es que no sirve, o no piensan. Los jubilados son una escuela que deberíamos valorar y aprender de ellos. Valorémosles.
