Adiós 2020
Armando Cerrato
Licenciado en Periodismo
Daniel Mairena, presidente de la Asociación Nacional de Pacientes Renales, está a punto de cristalizar una gran idea en beneficio de cerca de los mil pacientes renales agudos y crónicos que reciben servicio de hemodiálisis en el sector de Salud Pública y en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
Se trata de la creación de la Fundación Hondureña Renal “Conectados a la Vida” (Funhrecov) sin fines de lucro y de un enorme paquete de beneficios para mejorar la calidad de vida de los que dependemos del uso de cuatro horas, tres veces por semana de un riñón artificial y de la atención constante de médicos especialistas en nefrología, médicos generales, nutricionistas, psicólogos, trabajadores sociales, farmacéuticos y sobre todo de licenciadas en enfermería y auxiliares, trabajando todos ellos con insumos de baja calidad pero con mucha calidez, lamentando a diario el no poder tratar con eficacia los diversos padecimientos aleatorios que a diario se presentan y les obliga a emitir recetas para que los pacientes compren los medicamentos ausentes en la farmacia de los centros en que se brinda el servicio de hemodiálisis.
Daniel Mairena sostiene que ya tiene listo un proyecto de ley, reglamento y estatutos de su ambicioso proyecto de formar una fundación en beneficio de los pacientes renales del país y que presentará pronto al Ministerio de Gobernación y Justicia para que se haga todo el procedimiento legal y jurídico y se le otorgue personería jurídica.
Entre otros beneficios del paquete que la fundación ofrecerá -si es que no encuentra oposición en los medios oficiales- están la creación de un centro de día en el cual los pacientes renales en su mayoría ya retirados de sus centros de trabajo puedan asistir a divertirse con juegos, si es posible nadar en una piscina y recibir charlas educativas para el control de su enfermedad incluidas relaciones humanas y públicas.
Otro beneficio es la instalación de una clínica renal para lo cual ya Mairena cuenta con el ofrecimiento de especialistas en nefrología, médicos generales y otros especialistas, licenciadas en enfermería y auxiliares.
También se piensa en el plano internacional la gestión de llegada de brigadas médicas especializadas en trasplante de riñones, hemodiálisis peritoneal y la confección de fístulas arteriovenosas.
En esa línea de pensamiento también se espera la creación de un bono de transporte para todos aquellos que no poseen un vehículo y que viven en los suburbios periféricos de la ciudad y algunos hasta en comunidades remotas, dado que el servicio de hemodiálisis solo se presta en grandes urbes y es subrogado a empresas particulares que se hacen millonarias alquilando sus riñones artificiales.
Por lo que Mairena también propone que a través de la fundación el Estado de Honduras y el IHSS obtengan riñones artificiales de última generación y manejen su propio equipo partiendo del principio de que si las empresas que prestan el servicio subrogado pueden mantenerlo con lo que el gobierno y el IHSS les paga mensualmente, bien puede hacerlo y prestarlo con más eficiencia y ahorrándose costos pues los insumos y el personal que atiende a los pacientes renales los paga el Estado y el IHSS.
Según Mairena ya cuenta hasta con el local en que funcionaría la fundación a la cual espera se unan solidaria y desprendidamente propietarios de medios de comunicación, empresarios, comerciantes, industriales, agroindustriales y millonarios altruistas, así como gremios profesionales, sindicatos y colegios profesionales.
En su afán por mejorar la calidad de vida de los pacientes renales hondureños Mairena está dispuesto a presentarse ante cualquier medio de comunicación que le brinde espacio y tiempo para exponer su ambicioso plan, en ese sentido ya hizo contactos con el Colegio Médico Hondureño como pilar fundamental para la enorme cantidad de gestiones que ha de realizar en el plano nacional e internacional.
También se propone Mairena hacer una presentación al cuerpo diplomático en pleno y a organizaciones de la sociedad civil nacional, como centrales obreras y campesinas, organizaciones magisteriales y estudiantiles, al Consejo Hondureño de la Empresa Privada, las cámaras de comercio e industrias, fabricantes de medicamentos nacionales e internacionales.
Por lo pronto Mairena busca el apoyo que según yo, periodista con 51 años de experiencia ininterrumpida y 2 años 4 meses de ser paciente de hemodiálisis debe de ser incondicional e intemporal en cualquier gestión que la fundación haga para conectar a la vida a los cientos de pacientes renales agudos y crónicos que mediante el proceso de hemodiálisis deben desintoxicar su sangre 3 veces por semana para no morir hinchados por la retención de líquidos al deteriorarse sus riñones, de tal forma que ya no filtran y el exceso de líquidos en la sangre la mantiene intoxicada a grado tal que el saltarse una sesión de hemodiálisis lleva al paciente a sufrir alucinaciones tan graves que lo pueden volver demente, sufrir embolias cerebrales o trombosis mortales.
Actualmente somos más de mil pacientes en todo el país que necesitamos de 4 horas, 3 veces por semana de conectarnos a riñones artificiales para poder subsistir, por lo que como periodista y paciente renal en hemodiálisis doy todo mi apoyo y espero que mi gremio y sus patronos también lo hagan.
