Que Dios nos agarre confesados
Rodolfo Guillermo Pagán Rodezno*
Hace pocos días se dio a conocer lo que se conoce como “Pandora Papers”, que son un conjunto de casi 12 millones de documentos filtrados, los cuales han sido analizados por el denominado Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), entre los que se incluye periodistas de medios muy prestigiosos como “The Washignton Post”, “The Guardian” y la BBC entre otros, dando lugar a diversas publicaciones en las que se mencionan políticos, artistas, deportistas, empresarios de varios países, a quienes se señala por ser o haber sido titulares de sociedades offshore en diversos paraísos fiscales como Panamá o las Islas Vírgenes.
En los documentos analizados aparecen mencionados 14 líderes políticos de Latinoamérica, incluyendo 3 que siguen activos, como son los presidentes de Ecuador, Chile y República Dominicana y 11 exmandatarios, y como no podía ser de otra manera, se incluye a un expresidente de Honduras asi como a un exacalde de la ciudad capital y un candidato a la presidencia, casualmente todos pertenecientes al partido de gobierno.
Si bien es cierto que se trata de una práctica relativamente común entre las personas con capitales importantes, como Julio Iglesias, Elton John o Shakira, entre otros famosos mencionados en los “Pandora Papers”, y que la tenencia y titularidad de sociedades offshore no es ilegal, el meollo del asunto radica en que las mismas han sido utilizadas como fachada para la comisión de delitos como lavado de activos, financiamiento del terrorismo o evasión de impuestos, por lo que los órganos contralores y tributarios del país, aunque sea por “taparle el ojo al macho”, de oficio deberían de iniciar una investigación exhaustiva al respecto, afín de determinar si se incurrió en responsabilidad por la comisión de algún delito o se eludió el pago de impuestos, tal como está ocurriendo en Chile, donde se pretende iniciar una acusación constitucional contra el presidente Sebastián Piñera.
El tema de la transparencia es de vital importancia, y debería de ser una constante entre todos los políticos, especialmente por la gran cantidad de casos de corrupción cometidos a lo largo de la historia del país, principalmente en los últimos años, lo que adquiere una mayor relevancia cuando faltan pocas semanas para la realización de las elecciones generales del mes de noviembre, en las que se elegirán a los responsables de gobernar el país en los próximos años y en las que se esperaría que resulten elegidos las personas más capaces, mejor preparadas y especialmente más honestas además de realmente comprometidas con el combate de la corrupción y la impunidad.
Lastimosamente, vistos los antecedentes, todo pasará sin que pase nada y el asunto se olvidará rápidamente, mientras tanto, en pleno feriado de la Semana Morazánica y el día del partido de la Selección Nacional de fútbol, el flamante Congreso Nacional, se despachó con una nueva “diarrea legislativa” aprobando varias reformas a diversas leyes como el nuevo y “maravilloso” Código Penal, que tanto alabaron cuando entró en vigencia, y la Ley Especial contra el Lavado de Activos, casi que criminalizando la protesta y fomentando aún más la corrupción y la impunidad, cuidándose las espaldas ante cualquier manifestación contra las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) y contra los resultados de las elecciones generales del mes de noviembre, por lo que solo quedará la posibilidad de seguir pataleando en las redes sociales.
Que Dios guarde a Honduras.
*Abogado y notario
Máster en Derecho Empresarial
