Marzo de mujeres
Carolina Alduvín
Indudablemente, los viejos trucos funcionan, de lo contrario, ya se habrían olvidado. Nuevamente los diputados del CN, seleccionan los días en que se ha dado asueto a la población, y la hora precisa en que la mayoría se distrae con un partido de fútbol, para sesionar de manera virtual, sin permitir acceso a los pocos que defienden los intereses de la ciudadanía honrada, o sin otorgar el uso de la palabra a quienes pudieran argumentar, llamando a la reflexión a los votantes para no caer en complicidad con las sinvergüenzadas en agenda, a ser aprobadas en oprobioso modo aplanadora. La semana pasada mientras los aficionados veían la derrota de la selección, una horda de delincuentes, que no me representan, decidió lo siguiente:
No investigación en bancos, si en ellos se lavan activos provenientes del narcotráfico. Las inconstitucionales ZEDE quedan exentas de impuestos por 15 años. Convertir en delito las protestas contra actos de corrupción, injusticias, fraude o leyes nocivas y se les imponen penas de hasta 10 años. El despojo de tierras a comunidades rurales e indígenas, sin compensación alguna y autoriza el uso de la fuerza bruta del Estado y cárcel a quienes se opongan. Los diputados se autoexoneran de sanciones por no presentar informes sobre la procedencia del dinero usado en sus campañas. Todo eso se agrega a los blindajes contra acusaciones de corrupción decretados el año pasado y la no continuación de la MACCIH en 2018.
Son los integrantes del CN -independientemente de las justificaciones que esgriman- quienes sin importar el partido que los postuló, legitimaron el alegado fraude que, se dice hubo en las más recientes elecciones generales; no, no fue la persona encargada de la embajada de USA, al dar públicamente el reconocimiento a la victoria del actual presidente, fueron todos aquellos que tomaron posesión de sus curules y comenzaron a legislar totalmente a su favor, quienes legitimaron cuanta irregularidad fuera denunciada en su momento. A ellos no les importó dejar de secundar a los que salieron a las calles a recibir gas y tolete, en busca de una revisión exhaustiva y de un nuevo conteo, para apoyar el verdadero ganador.
De ellos no puede esperarse nada decente, siguen los rumores de que podría no haber elecciones en noviembre; en todo caso, su legitimidad sería cuestionable, al estimarse quedará fuera del proceso un 17% del electorado, ya que, por una u otra razón, no alcanzó a obtener o a renovar su documento nacional de identificación, y perderse la vigencia del actual en unos días. Con todo y eso, siguen los esfuerzos por lograr que las elecciones sean limpias y que los votantes no se dejen arrastrar por vicios como el voto en plancha, votar por los mismos que llevan décadas enquistados en sus curules, los meros encargados de perpetuar los vicios que tan bien aprendidos tienen y que contaminan a los que llegan sin experiencia.
Hay otras campañas por un voto consciente, solicitan, de entrada, romper con el vicio de votar en plancha, dado que eso es planchar la corrupción. Se insta a las personas a tomarse su tiempo para realmente elegir a los mejores, abstenerse de marcar a los que ya aburren con su presencia y cero beneficios -como sea para ellos mismos- tampoco por los señalados en actos de corrupción, asesinatos, robos, narcotráfico, crimen organizado o, que se hayan valido de sus posiciones en el gobierno para enriquecerse ilícitamente y siguen sueltos burlándose de los contribuyentes. Se les señala que nos están gobernando personas de la peor calaña, cuando la mayoría somos honestos y trabajadores, solo por el hecho de estarlo permitiendo.
Se nos recuerda que no vivimos de mentiras, cancioncitas pegajosas, insultos o falsas promesas -lo que predomina en cada campaña- a los hondureños deben representarnos personas que cumplen sus promesas, que tienen propuestas honradas, revestidas de honestidad y valores. Si tantos candidatos y partidos nos tienen confundidos, nos recomiendan que en esta elección marquemos la diferencia, investigando a los candidatos, excluir a los corruptos y a todo aquel que vaya a repetir, a aquellos que tengan propuestas viables e indiquen cómo y con qué harán realidad sus promesas, a hacer por adelantado una selección de los más aptos y llevar sus números en una lista. Igualmente, a no dejar espacios sin marcar en la papeleta, ya que podrían ser marcados por terceros. Ya ha ocurrido. No queremos más de lo mismo, votemos conscientes.
Terminan de blindarse contra cualquier acción que los operadores de justicia no corruptos pudieran efectuar contra ellos. Además, criminalizan las protestas.
