Xiomara, una mujer de valor

MA
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14 de octubre de 2021
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01:09 am
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Xiomara, una mujer de valor

Carlos Medrano
Periodista
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La lucha política de la mujer en Honduras es legítima, valiente, tiene liderazgo y empatía con los más vulnerables, pero es una lucha violenta, contra la marea, desigual y altamente discriminativa, en una sociedad machista que quiere ver al sexo femenino subyugada y menospreciada, pese a que son la mayoría del electorado nacional.
Mientras en otros países del mundo ya existen mujeres presidentes, como en Alemania, con la destacada y admirada Angela Merkel o por qué no recordar a la “Dama de Hierro”, Margaret Thatcher, en Inglaterra, en Honduras apenas han llegado a ser candidatas presidenciales, Nora de Melgar y hoy la candidata de Libertad y Refundación, Xiomara Castro de Zelaya.

Todavía tengo presente la imagen de doña Xiomara cuando valientemente en la frontera honduro-nicaragüese, después del desastroso y condenable golpe de Estado en contra de su esposo, Manuel Zelaya Rosales, se enfrentó a las hordas militares que habían derrocado al

expresidente.
Dispuestas a hacer prevalecer el salvaje derrocamiento, los militares hondureños iniciaron ataques a punta de bombas lacrimógenas e intimidación, que en más de una ocasión sacaron apresuradamente las lágrimas de una dama como Xiomara, que protestaba para restituir el orden constitucional.

De buen trato, afable, algunas veces hasta cariñosa como una madre abnegada y protectora, doña Xiomara Castro hoy se volvió a lanzar tras la Presidencia de la República, después que en las pasadas elecciones declinó la candidatura para dársela en bandeja al ingeniero Salvador Nasralla.
Ya visitó a todo el país, no es una figura nueva o desconocida, tiene un partido político que está organizado y con un alto deseo de retornar al poder para hacer grandes reformas y organizar la Asamblea Nacional Constituyente originaria para un nuevo pacto social.

En su arenga política ha prometido que de ser presidenta de Honduras, la primera acción ejecutiva sería la solicitud de una Comisión Internacional Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (CICIH), derogar leyes que le dieron vida a un mal parto denominada como ZEDE.

Además, prometió que en los primeros 100 días, crearía 200 mil empleos, refundiría a Honduras, prometió nuevas oportunidades para la ciencia, la agricultura, plan de reforestación agresivo, cuidar el medio ambiente sin más permisos para talar los bosques, derogar la Ley de Secretos Oficiales, Ley del Congreso, revisar el Estatuto del Docente y hacer justicia por el crimen contra la ambientalista Berta Cáceres.

En el plan de gobierno y en un rosario de promesas, doña Xiomara no impondrá nuevos impuestos, recuperar las instituciones públicas como la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel), la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) entre otras, que además revisará los desproporcionados salarios de los funcionarios del Estado.

Si llega al poder de la nación, la exprimera dama dijo que establecerá relaciones comerciales con la República Popular de China, revisará los contratos de energía, la factura energética, tener los combustibles más baratos de Centroamérica y revisar las exoneraciones que no generan beneficios.
Las cartas están echadas en esta campaña política, una mujer es la candidata presidencial del Partido Libre, quien busca denodadamente retornar a las mieles del poder bajo la bandera socialista que su esposo lideró cuando estuvo en Casa Presidencial.

Muchos en Honduras, en su mayoría de la clase más desposeída del país, no ven con malos ojos esta serie de promesas políticas que según los críticos al “melismo”, son “cantos de sirena” para endulzar los oídos de un electorado cada vez más pobre y cansado de la clase política gobernante.

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