“El Paraíso, un territorio Libre y en pie de lucha”
¿Vuelven los oscuros malandrines del 80?
Por: Óscar Armando Valladares
“Es una cobardía ceder el paso a los indignos y un delito renunciar a ser útil a los necesitados”. Epicteto.
La cita del filósofo griego viene como de perillas, en la recta final del proceso eleccionario. Iniciemos, empero, con una referencia. En compañía del recordado e invariable amigo Dagoberto Espinoza Murra (QDDG) fuimos a visitar a Salvador Nasralla, en cuya diestra dejamos el documento -de común autoría- “Plataforma de gobierno y fórmula presidencial del Frente Amplio Opositor”, contraído a los comicios de 2017. El escrito -entregado en los primeros meses del año susodicho- proponía una fórmula unificada -como era entonces el clamor de la gente-, integrada del siguiente modo: candidato a la presidencia del país, el señor Nasralla; a la presidencia del Congreso Nacional, un dirigente de Libre; como primera designada, Doris Gutiérrez. Además de unas “líneas programáticas” concernientes al plan mínimo de gobierno, planteaba nuestra propuesta la “suscripción de un documento público, debidamente protocolizado, en el cual se establecieran los términos de la alianza o del frente amplio opositor; asimismo, el compromiso de cumplir rigurosamente los acuerdos del caso”.
Lo acaecido es historia resabida. Xiomara Castro depuso sus aspiraciones, Salvador asumió en efecto la candidatura, el fraude expeditó la reelección de JOH y, entre dimes y diretes, el señor de la tele echó el pie atrás.
Cuatro años después, las circunstancias y el aserto eufemístico de Bismarck -el “Canciller de Hierro” alemán- sobre que la política no es una ciencia exacta, generaron otro acuerdo inusitado. Conforme al mismo, el aspirante Nasralla, ahora cabecilla de la Unión Nacional Opositora, renuncia y se adhiere a la candidatura presidencial de Xiomara, mientras Doris Gutiérrez pasa a tercera designada. Cuesta a muchos asimilar el presente reacomodo, por la forma -argumentan- en qué se condujo la negociación y los golpes bajos provenientes de ambas partes; otros, los atados al poder ocuparán el asunto para afilar la cizaña y restarle importancia cuantitativa al compromiso suscrito. Con todo, por el grueso del pueblo tajantemente contrario a los desmanes del régimen, el difícil paso asumido ganará un consenso suficiente.
Suficiente sí, pero no definitivo, como es el criterio del activismo político de Libertad y Refundación en el departamento de El Paraíso, como lo hemos percibido en dos recientes visitas. Por invitación de la coordinadora general Claudia Lorena Garmendia y del candidato que propende regir la alcaldía de Danlí, Rogelio Ávila, asistimos con José Mario Maldonado Muñoz a emotivos encuentros, con prevalencia de jóvenes de ambos géneros deseosos de activar y obtener a pulso holgados resultados en cada uno de los 19 municipios que forman la porción oriental del país, colindante con Olancho, Choluteca y Nicaragua.
Su lema y guía de trabajo dan título a este artículo, es decir, “El Paraíso, un territorio Libre y en pie de lucha”; es también la divisa inspiradora de los candidatos a diputados John Milton García, Nidia Fernández, Mario Rafael Argeñal, Olga Flores, Rony Jonathan Martínez y Nanci Barahona, conscientes de que les toca contender con un partido provisto de harta lana, apoyo de las ZEDE, asesores duchos en maquinaciones, ligado a un Congreso y una Corte Suprema aún vigentes, provisto, en fin, de un aparato proselitista pronto a comprar y acarrear gente a montones el día de la cita electoral.
Confiados en superar estos y otros escollos, nos extendieron invitación en ocasión de recibir próximamente a la señora Castro de Zelaya, a quien con desbordante entusiasmo dan por un hecho que en enero de 2022 asumirá la Presidencia de Honduras.
A propósito, se me consultó si llamarla “presidenta” o “presidente”, tema de recurrente controversia. Sugerí lo segundo, pues por su terminación puede funcionar como común en cuanto al género (el/la presidente). No obstante, el uso reiterado ha ganado espacio el femenino específico “presidenta”: Cristina Kirchner fue presidenta de Argentina; con lo que las dos formas son válidas ahora, igual que mandatario y mandataria. No así gobernante y jefe de Estado, cuyas terminaciones no admiten femenino (el/la gobernante; el/la jefe de Estado). Dudas aparte, durante la visita de Xiomara valuaremos in situ la fuerza convocadora del partido y el efecto persuasivo que concita la conocida lideresa olanchana, a pocos días de las cruciales votaciones del domingo 28 de noviembre.
