¡En política: ni bendito ni maldito!

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23 de octubre de 2021
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12:01 am
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¡En política: ni bendito ni maldito!

Por: Lic. Gustavo Adolfo Milla Bermúdez

El hombre que no tiene a Dios en su corazón, siempre pasará en el río de las equivocaciones de su propia ignorancia y necio. Ni bendito ni maldito”.

Lo que el hombre habla y escribe, y como habla y escribe es toda expresión objetiva de su espíritu. Por esto, el espíritu puede rehacer lo hecho, en este redescubrir el proceso que lo hace y lo rehace.

Así, al objetivar su palabra con lo que quiere y busca el mecanismo desde ese momento está motivado psicológicamente para divulgar su pensamiento a través de la palabra generadora, no para coleccionarla en la memoria, sino para decir y escribir su mundo, su pensamiento para contar su historia. Para algunos pensadores; pensar en el mundo político es juzgarlo, en lo cual no estoy de acuerdo y no se apega a la lógica, ni a la psicología y mucho menos a la sociología que es la que estudia los problemas de carácter social y aun de política. Con la palabra el hombre se hace hombre. Al decir su palabra, el hombre asume conscientemente su esencial condición humana.

La política en Honduras es fascinante, hay juego político, entonces hay democracia, y no hay pasión más emocional en la vida del hombre, como ser la política. En el caso que asume el señor Salvador Nasralla, es de tomar en cuenta sus aptitudes que son aceptables dentro del marco sociológico por tener temperamento de anclaje político, no debe de ser juzgado de manera a priori, sin tener el debido fundamento para tratar de condenarlo fuera de contexto como hombre y su importancia de su papel que desempeña ante la sociedad. Sin embargo, no está autorizado por la cúpula de su partido a hacer negociaciones de carácter disyuntivo, sino existen acuerdos para celebrar tales acontecimientos fuera de sus directrices partidarias ideológicas.

En la política no hay nada fácil y nada escrito en piedra, es juego de interés que se da ante la sociedad. Yo conocí un caso en Quito, Ecuador y era miembro de la Organización Interamericana Pro Democracia y Libertad a la cual yo pertenezco, es decir, conocí muy bien al señor Velasco Ibarra, era un gran orador, con una dialéctica como pocos hombres en la vida política. Él se lanzó 17 veces a la presidencia de la República, y las 17 veces fue derrocado por los militares y la política imperialista de los Estados Unidos, junto con la oligarquía que mantienen el status quo en América Latina. La política norteamericana no acepta a los hombres de carácter nacionalistas de patria. La política imperialista con mayor facilidad acepta a los comunistas, a los socialistas o, a los mal llamados demócratas, que se convierten en dictadores, antes que a los “nacionalistas”. Recuerdo también la Republica Dominicana, el profesor Juan Bosch llegó a la presidencia y no cayó bien por ser nacionalista, un gran patriota, hay un libro que él escribió, se intitula “Dictadura con respaldo popular”, en ese libro se describe la historia de la política norteamericana. El profesor Joaquín Balaguer fue secretario del dictador Leónidas Trujillo por 36 años y los políticos norteamericanos lo eligieron presidente de la República después de la muerte de Trujillo. Balaguer fue considerado uno de los hombres de mayor capacidad política intelectual en el hemisferio. Balaguer quedó ciego y gobernó muchos años más apoyado por EEUU.

En esta hipótesis que trato de exponer sobre el caso del señor Salvador Nasralla, los partidos o políticos no lo han comprendido y jamás lo comprenderán, porque cada hombre tiene su manera de interpretar, de pensar sociológicamente y psicológicamente dentro de los parámetros políticos. El diálogo siempre es comunicación dentro de los cánones de la democracia. El diálogo no impone, no manipula, no doméstica. No significa esto que la teoría de acción no conduce a nada. Como tampoco significa que deje de tener una conciencia clara de lo que se quiere, de los objetivos con los cueles se comprometió. Salvador Nasralla se equivocó al adherirse al socialismo del siglo XXI. Eso jamás lo hubiese hecho, siendo que él es “demócrata”.

(El nuevo anclaje político: Nasralla, Xiomara y los cachurecos son mal presagio).

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