Terry McAuliffe.
ARLINGTON, Estados Unidos.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio su apoyo al candidato demócrata que está en aprietos en las elecciones clave para gobernador de Virginia, llamando a una multitud a derrotar al “extremismo” republicano.
Al lado de Terry McAuliffe, cuya caída en las encuestas puso a los demócratas en alerta roja ante una ofensiva republicana más amplia en los comicios legislativos del próximo año, Biden se burló del oponente republicano como un “acólito de Donald Trump”.
“Ustedes han tenido el coraje y la sabiduría para rechazar el extremismo que se ha apoderado del Partido Republicano en todo Estados Unidos”, expresó Biden a la multitud en Arlington, una ciudad de Virginia en los suburbios de Washington, DC, donde los demócratas abundan.
Sobre el papel, McAuliffe, de 64 años, debería tener una victoria relativamente fácil cuando en una semana enfrente al republicano Glenn Youngkin.
McAuliffe, que ya fue gobernador de Virginia y busca suceder al demócrata saliente, es lo más parecido a una ficha segura en un Estado donde Biden derrotó a Trump en las elecciones presidenciales hace 12 meses.
Sin embargo, Youngkin está empatado con McAuliffe en las encuestas y espera una sorpresiva victoria el 2 de noviembre que revitalizaría el impulso de su partido para recuperar el control del Congreso en las intermedias del 2022.
Preocupados, los demócratas están desplegando todas sus armas pesadas. El popular expresidente Barack Obama ya hizo campaña a favor de McAuliffe y la vicepresidenta Kamala Harris se dirigirá a Virginia el viernes.
Aunque Biden venció a Trump por 10 puntos porcentuales en las elecciones del 2020 en Virginia, el entusiasmo demócrata ha disminuido.
El último índice de aprobación nacional de Gallup le da a Biden solo el 42%, convirtiéndolo en el presidente más impopular de la historia en esta etapa de una administración, a excepción de Trump.
Aún así, la Casa Blanca espera que el partido dividido de Biden llegue a un acuerdo en el Congreso para autorizar billones de dólares en gasto público, un cambio de juego justo a tiempo para el día de las elecciones. (AFP)
