A menos de 32 días para las elecciones generales, el candidato presidencial del Partido Demócrata Cristiano de Honduras (PDCH), Carlos Portillo, analiza renunciar al cargo en desacuerdo con las autoridades centrales de ese instituto político en el manejo de la campaña política.
Portillo dijo que hay muchos temas dentro de su partido con las que no está de acuerdo, pero que hasta ahora se entera, por lo que en las próximas 72 horas anunciará sí se retira de la contienda.
Una de estas cosas es el “secretismo” con el que las autoridades del partido están manejando las credenciales para los delegados de las mesas. Le parece extraño, agregó, que a 32 días de la campaña no ha capacitado a ningún delegado y tampoco ha recibido el apoyo financiero que demanda su candidatura.
A su juicio, los delegados deben ser nombrados por los candidatos a diputados y alcaldes, pero “han aparecido personas con la banderita de la Democracia Cristiana, pero están forrados de azules y rojos”.
Sin mencionar nombres, Portillo aludió al control histórico que los partidos Liberal (rojo) y Nacional (azul) han tenido sobre el PDCH para las componendas políticas, incluyendo el tráfico de las credenciales.
Aunque admitió que no tiene pruebas, cree que esta vez no es la excepción y por eso prefiere retirarse, ya que “soy un ciudadano honesto y no me voy a prestar a estos juegos políticos”.
Directivos democristianos dijeron a La Tribuna que ya tenían un sustituto para Portillo en caso que renunciara, pero no quisieron comentar sobre las quejas del candidato.
Portillo fue nombrado en sustitución de la exdesignada presidencial, Lorena Herrera, de reconocida militancia nacionalista, quien había llegado a ese instituto político en el marco de un acuerdo con el expresidente Porfirio Lobo, quien también corría como diputado por Olancho, pero a última hora también renunció. (EG)
