En busca del idóneo

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27 de octubre de 2021
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12:51 am
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En busca del idóneo

Adán Hilario Suazo molina
Coronel de Aviación ®

La conmemoración del Bicentenario de la patria nos hace reflexionar sobre la amplia gama de mandatarios que han ocupado la silla presidencial de Honduras, sin discriminar sobre: quién fue, cómo llegó, cuánto se quedó o qué legado nos dejaron. Sin duda, muchos de ellos fueron personas bien intencionadas, con características y competencias que lo acreditaban para desempeñar el cargo eficientemente; pero evidentemente, no faltaron quienes llegaron fortuitamente, tan solo por encontrarse en el lugar indicado y el momento oportuno, cosa que puede suceder a menudo en sociedades decadentes, plagada de instituciones débiles.

Resulta, que cada cierto tiempo, tenemos oportunidad de elegir mandatario, (actualmente cada cuatro años), es cuando, nos abriga una inocente esperanza de que esta vez, sí elegiremos a la persona idónea, uno que con su liderazgo, sabiduría y honradez, nos guie por la senda del desarrollo y nos proporcione los elementos básicos para alcanzar el ansiado bien común.

A propósito, idóneo, a: (según la RAE: adecuado y apropiado para algo), palabra muy de moda en la actualidad; la podemos encontrar, en la mayoría de comunicados, declaraciones, editoriales, artículos, reportajes, redes sociales o en simples conversaciones, cuando expresamos la necesidad, de que nuestros interlocutores, hagan conciencia y sepan elegir, al momento de ejercer libremente el sufragio. Difícil selección, cuando sobran candidatos, pero faltan propuestas.

¿Desde cuándo buscamos al idóneo? Pues diría que desde el mismo inicio de nuestra vida independiente. Para no ir tan lejos, citaremos fragmentos históricos recientes: la elección del Dr. Ramón Ernesto Cruz, nos llenó de esperanza, ¿qué más podíamos aspirar?, un gran jurista, defensor de nuestra soberanía en la Corte Internacional y muy conocido por su honradez; asumió la presidencia en junio de 1971 y salió por un golpe militar obligado, en diciembre de 1972, evidentemente el Dr. Cruz no fue el idóneo. Tampoco los gobiernos militares han sido idóneos, por el simple hecho de no haber surgido del sufragio popular, pero, no obstante, su papel de haber salvado situaciones de peligro para el Estado, y de saber cogobernar con connotados funcionarios civiles, puedan citarse como hechos positivos.
Fue en 1982 cuando se produjo el retorno ordenado a las elecciones democráticas, nuevamente comenzamos con la oportunidad de escoger al idóneo, y hay que reconocerlo, han surgido buenos mandatarios, desafortunadamente, siempre hay imponderables que se opusieron al éxito; fallas o excesos de su gabinete y colaboradores, desastres naturales de gran magnitud (entre otras culpas, reales o irreales). Pero lo que marcó este período, indudablemente, son los lamentables hechos del 2009; todo marchaba regularmente, hasta que el presidente de turno, se enfrascó en su fallido proyecto, ya lo demás es historia, repetida, inexplicable e infundada, por lo tanto, el idóneo sigue penando.
Ahora se nos presenta un nutrido catálogo de candidatos, de donde se reconocen, tres probables figuras ganadoras, y sin duda, uno de ellos será el elegido.

Volvamos a la pregunta original: ¿quién será el idóneo? Particularmente estimamos lo siguiente:
Quizá quien mejores calificaciones académicas y experiencia empresarial posee es el candidato liberal, pero, aunque ya él pagó su condena, las consecuencias y el estigma, son difíciles de evadir.
Otro candidato de gran experiencia de trabajo y que predica con sus logros como alcalde, es el candidato nacionalista, no obstante, el desgaste de 12 años de gobierno de su partido, salpicados de actos de corrupción, pueden pasarle factura.
El partido Libre, ahora le dio vuelta a su anterior fórmula del 2017, y esto es lo único novedoso, dado que su propuesta es la misma; plagada de conceptos ideológicos extraños, ajenos a nuestra idiosincrasia, libertad y democracia.

El ambiente electoral de la nación está contaminado, la confrontación es fuerte; obviamente, hay personas, grupos e instituciones que se conforman con el famoso “Fuera JOH”, sin pensar en el papel que jugaron en el 2009, por lo tanto, continúan en agenda, ¡lo que es peor! no recapacitan en lo que pudiese siguir después.
Por ahora no se trata solamente de buscar al idóneo, pero elegir a quien nos garantice: conservar el sistema republicano, libre, soberano, independiente y democrático. Cualquier fábula extravagante y desfasada, que amenace: nuestra fe cristiana, democracia y tradiciones culturales, debe ser rechazada.
Lo más conveniente, es tener bien claro, ¡por quienes no votar! total buscar el idóneo, ha sido un periplo Bicentenario.

No se trata de borrón y cuenta nueva, el viejo adagio sentencia: “el lobo pierde el pelo, nunca las mañas”.

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