Por un gobierno abierto

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28 de octubre de 2021
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12:02 am
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Por un gobierno abierto

Por: Jorge Roberto Maradiaga
Doctor en Derecho Mercantil, catedrático universitario y especialista en Derecho Aeronáutico y Espacial.

Una de las aspiraciones primigenias en todas las latitudes del orbe es precisamente el que haya transparencia y efectividad a nivel de la administración pública, contrarrestando obviamente de principio a fin la tan nefasta corrupción, que tanto daño ha causado a la humanidad y propiciando el enriquecimiento ilícito de connotados delincuentes que aprovechan sus cargos para enriquecerse, mientras el pueblo se hunde en la peor de las miserias y de la desesperación.

Nos acercamos a las elecciones generales y sería realmente importante y trascendente que los aspirantes a cargos de elección popular, empezando por los candidatos presidenciales, formularan propuestas concretas y visionarias, con miras a erradicar la tan nefasta y condenable corrupción imperante en el país, asumiendo desde ya el compromiso para la implantación en nuestra Honduras de un gobierno electrónico, que propicie o garantice la transparencia y efectividad de la administración pública, en el entendido que al funcionario público hay que pagarle bien para que vaya a trabajar y no a robar.

Es importante señalar, que sobre la materia se han venido realizando Congresos Internacionales sobre Open Government, lo cual es digno de elogiar, habida cuenta que la corrupción campea en casi todos los países del mundo, tal como lo reflejan las estadísticas. Un gobierno abierto implica o entraña: 1. La flexibilidad y mejora continua; 2. La necesidad de centrar la e-administración en el ciudadano (a) mediante servicios flexibles, personalizados y de uso efectivo por la sociedad; 3. Más transparencia, más participación y colaboración ciudadana, así como la apertura de datos e información pública y reutilización de esta.

La construcción de un gobierno abierto solo puede ser posible mediante la interacción entre los poderes públicos y la sociedad civil, así como los agentes implicados. Hoy más que nunca nuestra querida Honduras demanda del concurso y participación efectiva de todos los sectores de la sociedad, lo que debe ser impulsado por el nuevo gobernante, de quien esperamos que en honor a su condición de máxima autoridad del país, ponga en evidencia el respeto irrestricto a la majestad de la ley y materializando de principio a fin las mejores prácticas, políticas y normativas que propicien una mejora continua del accionar gubernamental, tal como lo anhela el hondureño honesto y responsable.

Indudablemente, hoy en día es preciso el uso efectivo y funcional de la tecnología, evitando todo tipo de manipulaciones. Esto se puede materializar gracias al uso de Internet, la web, las redes sociales y toda una cultura y nuevos hábitos que estas herramientas propician hoy en día y por ende, es de esperar que ello se arraigue firmemente en el nuevo conductor del país, de todo su equipo gubernamental y en la sociedad civil en general. Realmente el pueblo anhela una administración de primera y un gobierno transparente, transformador en función de los sagrados intereses del conglomerado nacional, sin distinciones políticas.

En esencia, el gobierno debe convertirse en un nuevo paradigma de gobernanza que propicie la transformación de la forma de operar del sistema político y las relaciones entre instituciones y ciudadanía como las políticas públicas en el marco de una sociedad hiperconectada a través de las TIC y atendiendo obviamente las diferentes configuraciones instituciones existentes en los ámbitos locales, regionales, nacionales, así como internacionales.

Esta temática ha sido abordada en eventos internacionales y compartimos que una mentalidad positiva, visionaria, constructiva se plantea: 1. La construcción de gobiernos abiertos encuentra dificultades que han de ser superadas en diferentes áreas como son la comunicación política, la tecnología, la pedagogía o la configuración institucional. 2. Los gobiernos abiertos están llamados a consolidar la eficiencia en la gestión, la acción de gobierno y a mejorar los procesos de toma de decisiones. 3. Es necesaria la participación y encuentro de académicos, investigadores, activistas, políticos y profesionales y fomentar encuentros donde compartir puntos de vista, difundir buenas prácticas, dar a conocer enfoques y aportar soluciones.

Además: 4. Es preciso contar con impulso político, la participación ciudadana y la interacción entre políticos y ciudadanos. Para ello es preciso iniciar la formación de los futuros ciudadanos en la transparencia, participación y colaboración. 5. El papel que juega, y ha de jugar, la tecnología en la implementación de los gobiernos abiertos se ha contrastado con la persistencia de brechas digitales que privan a parte de la ciudadanía de los beneficios de la sociedad de la información. 6. Los gobiernos abiertos, a través de la participación ciudadana, se configuran como solución al problema de la corrupción. Todos sabemos los daños que ello nos ha causados en las últimas administraciones.

Es un imperativo categórico el impulso de la transparencia, dado que es una condición necesaria para una democracia. Se trata de algo esencial: si no se conoce, ni se puede opinar, ni se puede participar es retroceso. La transparencia y el derecho de acceso a la información es un medio para reconciliar a la ciudadanía con la clase política.

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