Si no entendemos al Poder, no entenderemos la política

ZV
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30 de octubre de 2021
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12:05 am
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Si no entendemos al Poder, no entenderemos la política

Esperanza para los hondureños

LETRAS LIBERTARIAS
Por: Héctor A. Martínez
(Sociólogo)

Aunque la mayoría de los medios de comunicación tratan de orientar al público sobre diversos temas políticos, el esfuerzo de los periodistas no ha logrado modificar el pensamiento y la consciencia de los ciudadanos sobre el funcionamiento del Poder y su figurilla más importante: el Estado.

Como los periodistas no pueden hacer ese trabajo por sí solos, se ven obligados a acudir a los llamados “expertos” para que arrojen luces sobre el funcionamiento de la maquinaria del Poder, pero hasta el momento, nadie ha podido dar una explicación holística sobre cómo funciona el sistema, incluyendo a la oligarquía como el elemento central de ese sistema. Los demás componentes están representados por la política, la economía, la empresa privada, los gremios, el Estado, las instituciones jurídicas y religiosas.

Para explicar este funcionamiento, debemos ser claros: el mundo se mueve vertiginosamente, mientras los analistas y los académicos, siguen interpretando los avatares políticos con los mismos instrumentos valorativos de los años 80. De ello se deriva, por lo tanto, un problema de concordancia ideológica, entre la percepción que guardan los ciudadanos sobre el Poder -incluyendo el papel del Estado y el funcionamiento de los partidos políticos- y la acción voluntaria para participar cada cuatro años en un proceso electoral que funciona para legitimar, no los objetivos de la sociedad civil, sino los objetivos del Poder.

Resulta obligatorio explicarle al público que hay un Poder oligárquico en el país -el verdadero Poder-, y una burguesía compuesta por políticos y clasemedieros que sueñan con llegar a formar parte de esa oligarquía. En este momento, esa burguesía, pletórica de jóvenes políticos, está alcanzando espacios cada vez más considerables a través de los ambiciosos negocios que han comenzado a gestarse a lo largo y ancho de todo el país y que algún momento competirán con los negocios de la oligarquía. También habrá que explicarles a estos ciudadanos que el Poder convive con otros poderes de menor categoría como los sindicatos, transportistas, gremios, grupos de presión -entre otros-, a los cuales tendrá que complacer los caprichos con el objetivo de mantener el control y la paz social.

Si conociéramos a los actores que se resguardan detrás de ese Poder podríamos comprender cómo funciona todo el sistema. Pero esa visión no está accesible para el promedio de los ciudadanos que siguen creyendo que forman parte de ese sistema, cuando, en realidad, no son más que piezas en un tablero, movidas por dos tipos de jugadores: la oligarquía y su factótum el Estado. A través de este, los grupos de Poder establecen las reglas del juego, tirando las directrices sobre cómo debería funcionar todo el sistema -principalmente en el manejo de la política y las leyes-, y para asegurar que la anarquía no se apodere de las instituciones ni de la sociedad civil.

Visto este panorama, no queda más que inferir, no de manera antojadiza, por supuesto, que estas elecciones de noviembre supondrán una continuidad del sistema que nos gobierna desde hace más de tres décadas. En otras palabras, gane quien gane, las cosas seguirán como hasta ahora, salvo con la aplicación de ciertos maquillajes institucionales que jamás tocarán la esencia de los problemas sociales. Esos problemas nunca se acabarán, y los conflictos por choques de intereses sectoriales serán inevitables en un futuro muy cercano.

El gran peligro para esas élites económicas es que, de ganar la alianza Libre-PSH, sobrevendrán ciertos cambios institucionales que resultarán molestos para la oligarquía, sobre todo con la instalación de una asamblea nacional constituyente que implicará la sustitución progresiva de una élite por otra. Es lógico pensar que ese sea el primer paso, pues la soberanía consiste en modificar, crear o alterar las leyes, que aseguran la estabilidad y la consolidación de cualquier Poder alrededor del mundo.

Ahora sí: desde este momento, los analistas ya tienen un punto de partida para entender el Poder y para quitarle la venda a los ciudadanos que necesitan de una explicación contundente para tomar sus propias decisiones.

[email protected]
@Hector77473552

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