Crisis climática: menos palabras, más acción
Por: Ivonne Tábora
Licenciada en Periodismo, relacionista pública, administradora de redes sociales.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Glasgow, Escocia, arrancó hace unos días, con la necesidad urgente de mantener el objetivo del Acuerdo de París, en limitar el aumento de la temperatura media mundial a 1.5 grados Celsius, y buscando ayudar a los más vulnerables frente a una crisis climática, que se agudizó en los últimos años, con los fenómenos meteorológicos, provocando pérdidas de vidas humanas y medios de subsistencia.
Entre los resultados de esta Cumbre están establecer una transición hacia las energías limpias y en la rápida eliminación del carbón, ya al menos 23 países se han comprometido a excluir la energía del carbón, entre ellos Indonesia, Vietnam, Chile, España, Egipto, entre otros.
Aparte hay 28 nuevos miembros que se han adherido a la mayor alianza mundial para la eliminación del carbón, la Alianza Powering Past Coal, lanzada y copresidida por Reino Unido y Canadá.
Por su parte, Estados Unidos de América y la Unión Europea crearán una plataforma para fomentar la agricultura sostenible, a ambos lados del Atlántico y luchar contra el cambio climático.
Todas estas resoluciones son positivas, pero partiendo de que los tres países con mayor riesgo o vulnerabilidad a la crisis climática, están en Centroamérica y son Guatemala, Honduras y El Salvador, es urgente y necesario recibir apoyo de los países más ricos, sobre todo de los que han hecho uso de más recursos que generan gases de efecto invernadero, que han empeorado este riesgo, causante de la proliferación de huracanes, inundaciones, etc.
A nosotros nos toca actuar también, porque de estos tres países, Honduras es el más vulnerable, lo constatamos con el paso de Eta e Iota, así que hay que educar a la población sobre el tema, nos queda poco tiempo, hemos venido sufriendo extensión del período de la canícula durante la temporada lluviosa, tenemos más olas de calor, más sequías prolongadas, entre otras consecuencias que solo vienen a empeorar la pobreza en nuestro país.
Solo en pérdidas económicas por el paso de estas últimas tormentas, fue más de dos mil millones de dólares, equivalente a un aumento de la miseria y un incremento en las migraciones, no digamos la afectación a la seguridad alimentaria.
Creo que para poder enfrentar esta crisis climática se necesitan hacer cambios trascendentales en lo económico, social y tecnológico, además de las inversiones que se tienen que realizar sobre todo en el tema de mitigación y adaptación.
Me parece que más allá de los acuerdos a los que se han llegado en esta Cumbre COP26, están las acciones que tomen cada país de forma independiente, y en el caso nuestro debe existir voluntad política, especialmente en nuestros próximos gobernantes, ya que deberán incluir con carácter de emergencia en sus planes o agendas de gobierno, el tema del Cambio Climático.
El gobierno actual solicitó en la Cumbre de Glasgow, una compensación ambiental ante los fenómenos meteorológicos extremos a causa del cambio climático, además firmó un acuerdo con el Fondo de Desarrollo Agrícola (FIDA), para que Honduras sea incluido y beneficiado en su lista, también hizo un llamado de conciencia social y compensación ante el daño que hemos sufrido.
Categóricamente nos encontramos con la última oportunidad para salvar el planeta, más de 100 países se han comprometido a reducir emisiones de gas metano a 2030 y frenar la deforestación, pero más que compromisos largos, son las acciones las que cuentan y las que generarán cambios.
En Honduras nos falta mucho por hacer, nos falta comprender el impacto negativo de ciertas costumbres, como ensuciar nuestras playas y medio ambiente, la deforestación y tala incontrolable de los bosques, la falta de ahorro de energía, los incendios forestales provocados, todo esto agudiza la situación, pues los ciudadanos somos actores principales.
El apoyo internacional es fundamental e indispensable, pero también es el compromiso de cada uno de nosotros, vivir en modo amigable con el medio ambiente, amar y cuidar nuestra tierra.
Boris Johnson, primer ministro de Reino Unido, en su discurso en la Cumbre, le ha robado a la joven activista Greta Thunberg, la frase: “no more bla, bla, bla”, consciente en que cada día, queda menos tiempo para frenar el cambio climático.
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