Hundirnos es su decisión

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11 de noviembre de 2021
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12:05 am
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Hundirnos es su decisión

Carolina Alduvín

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Por: Carolina Alduvín

Como expresaba en anterior ocasión, la democracia no se asoma entre las opciones electorales que tienen alguna posibilidad de asumir el poder en enero. Hay personas tan obnubiladas con sacar del manoseo del presupuesto estatal, a las actuales autoridades que, no quieren ver más allá del último domingo de este mes, toman como señal divina la nominación de una dama designada por el imperio para ayudar a otra dama, cuyos hilos los mueve nada menos que quien, en su momento fue quien abrió la puerta al tráfico, en gran escala, de un polvito blanco muy apetecido por quienes ni buscan ni encuentran sentido a sus vacías vidas, quien demostró enorme incapacidad para salirse con la suya al pretender armar una constituyente y, luego recibir lecciones de otro más astuto en cómo violar la Constitución impunemente. De alguien que no llenó las expectativas de su patrocinador externo, pero que igual extendió la mano y ahora se preguntan muchos a dónde fueron a parar los recursos otorgados para hacer su parte en imponer sobre territorio hondureño, la agenda Sao Paulo.

El resultado lo dirá la encuesta definitiva, en tres semanas; mientras tanto, evaluemos los riesgos de dar paso a otra dictadura, de signo contrario, con más incógnitas que la que padecemos desde hace casi 12 años; recordemos, como fue que se pudo abrir paso. El rechazo a los acontecimientos de junio 2009, ocasionó, además del gane incuestionable del PN, la partición de la única fuerza de oposición, históricamente capaz de derrotarlo. Desde entonces, quien mueve los hilos de la títere liebre, se convirtió en el mejor activista de los corruptos que nos gobiernan, manteniendo divididos a quienes podrían sacarlos, infundiendo temor que resulte cierto todo lo malo que se imputa a los socialistas siglo XXI, y haciendo percibir a muchos indecisos que de los males, el menor es, seguir a merced de, la calificada por sus opositores, corrupta narcodictadura.

Consiguió se le reconociera un nuevo partido, propiedad exclusiva de su familia y más cercanos allegados, reduciendo a su mínima expresión al que le dio la oportunidad de gobernarnos, capitalizó simpatías, puso al frente a la más sumisa de todas sus seguidoras y, el karma lo hizo ver la otra cara de la moneda utilizada años atrás para hacerse con el poder, se lo quitaron como un dulce a un niño. En la siguiente vuelta, calculó que, jugando la misma carta, corría el riesgo de tener el mismo resultado y, se alió con otra figura ampliamente popular entre la chusma, vio seguridad de triunfo y lo saboreó aun antes de obtenerlo. Jamás se atrevió a pronunciarse sobre la ilegalidad que representaba la candidatura oficialista, porque siempre albergó la esperanza de poder aprovechar el precedente.

La encuesta definitiva pareció favorecerle hasta que, luego de esas cosas que suceden con el apagón, se atravesara el “voto rural” y, por segunda vez lo dejaran con los colochos hechos. Las turbas que solía encabezar, se pusieron a desquitar las dádivas, interrumpiendo la circulación de los ciudadanos con deberes qué cumplir para engrandecer a la patria, arrasando con cuanta fachada de cristal vieron a su paso, recibiendo de buen grado cuanta gaseada les recetó la fuerza pública, entorpeciendo el funcionamiento de las fuentes de ingresos de quienes viven al día, mientras exigían un nuevo conteo o, como recomendaran algunos de los observadores internacionales, se repitieran los comicios. Mientras, el frustrado figureti iba a tocar las puertas a la capital del imperio para que se le reconociese el triunfo en las urnas, quien fungía como procónsul local, lo convenció de, que el cronismo deportivo debía recuperar a su gran exponente.

Más para mal que para bien, librarnos de la sombra del que huyó en pijamas, nos pasó la factura de elevar los niveles de corrupción, impunidad y afianzamiento de un régimen avalado por el Congreso más servil y convenenciero que registra la historia. Fueron los diputados quienes legitimaron con posaderas sobre curules, el resultado electoral, quienes votaron por expulsar a la MACCIH, quienes se redujeron las penas que, para los delitos confesos en el acto mismo, quienes legalizaron la venta de la soberanía y territorio nacional al mejor postor, votando a favor de las ZEDE, quienes votaron por penalizar la protesta popular y un gran etcétera. Los 61 diputados del partido de gobierno, nunca fueron suficientes, las liebres ajustaron el consumar la traición a la patria. No son mejores, no son demócratas y van por el poder perpetuo.

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