Formación ciudadana e integración comunitaria

ZV
/
15 de noviembre de 2021
/
12:02 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
Formación ciudadana e integración comunitaria

Por: Marcio Enrique Sierra Mejía

En Honduras. Desde hace bastante tiempo se vienen promoviendo procesos de integración de la ciudadanía a su comunidad. Sobre todo, a partir del retorno de los gobiernos civiles a inicios de la década de los ochenta. Pero desafortunadamente de manera inadecuada. Porque se ha instrumentalizado un enfoque de intervención centralizado y sesgado políticamente. Lo cual. Contribuye poco. Al fomento de la unidad, la solidaridad y la cohesión social. Observándose. Resultados insatisfactorios en lo que a la convivencia entre sus miembros corresponde. Es evidente que en la actualidad enfrentamos una crisis de representación democrática y el debilitamiento de la integración social.

Han tratado de incorporar a las mujeres. A los jóvenes. En una sociedad imaginaria con efectiva participación. Pero paradójicamente más bien lo que se ha producido, es el aumento de la atomización de los espacios públicos en esa estructura imaginaria de sociedad que tienen esbozada. Hoy por hoy. Vivimos en un Estado de convivencia “hiperindividualizado” en el que el narcisismo afecta la democracia que tenemos, aunque sea representativa en su cimentación. Hay exclusión y desintegración del espacio público. Predominando una lógica de desarrollo económico que concentra la riqueza. Y contribuye a viciar todas las esferas del quehacer humano.

Es ante el desafío. De estar aplicando una equivocada estrategia de desarrollo social que poco contribuye a integrar nuestra sociedad. Que se debe enfatizar en el desarrollo de la formación ciudadana. Con el fin de superar el agrietamiento de la estructura social. No tenemos una sociedad integrada socialmente porque hemos equivocado el enfoque de la construcción social del nosotros como sociedad, como país, como lugar (ethos) propio de identidad y de sentido. Aludimos a un significado subjetivo de estructura social basado en la generación de una conciencia narcisista encubierta avocada al consumismo irracional y a un sentido de propiedad como cosa. Que está afectando el sentido subjetivo de valorar al ser humano porque lo han convertido en una mercancía más del sistema. Situación que empeora debido a la agudización de la erosión del sistema de protección social. El cual. También ha caído en el hiperindividualismo narcisista, la desintegración y la desconfianza social.

La subjetividad del hondureño se ha alterado. Nuestra cultura ahora está centrada en la vanidad y su autonomía. En una libertad individual inefectiva para triunfar. De tal manera. Que causa un entramado social frágil y una comunidad fraccionada generadora de violencia que dificulta vivir integrados socialmente. Obviamente. Que en un contexto social y cultural de esa naturaleza. “Son los jóvenes en especial, los que sufren las mayores dificultades (los más pobres), quienes, aunque se encuentran hoy más incorporados a los procesos formales de adquisición de conocimientos y formación de capital humano -aunque de manera desigual de acuerdo a los ingresos-, están más excluidos de los espacios en que dicho capital humano puede realizarse” (Baeza, 2010).

El nuevo gobierno que asuma las riendas del Poder Ejecutivo. Tiene que innovar los procesos de desarrollo ciudadano desde la comunidad hacia la sociedad en general. Cambiar el enfoque de intervención centralizada y promover la participación de la gente en las decisiones de sus comunidades y de su desarrollo individual. Ya no es la perspectiva ciudadana que destaca la defensa de la soberanía y la nacionalidad la que debe primar.

Pero sí la que promueve un ciudadano activo, participativo, con capacidad de reflexión constructiva frente a las problemáticas propias de la sociedad globalizada.

Una ciudadanía en la que los ciudadanos comunes y corrientes tienen participación real. En una lógica económica que aumenta su participación en el mercado económico. Por ejemplo. Si Nasry Asfura, candidato del Partido Nacional, va a desarrollar el “programa primer empleo” para jóvenes entre los 18 y 25 años. Que lo haga desarrollando dinámicas de participación en la que a ellos se les incluya en la definición y estrategias para desarrollarlo. En cada comunidad en donde lo vayan a poner en práctica. De forma tal que sean los mismos jóvenes en sus respectivas comunidades. Quienes decidan el qué hacer, el cómo hacerlo y cómo crear y aplicar los mecanismos de transparencia del programa. Otro ejemplo. Es que en el caso de la ley de empleo para dar oportunidad a personas de 50 años o más que también va a implantar. Lo diseñe, elabore y socialice con personas de este segmento popular. Dándoles la oportunidad de plantear el contenido y alcance de la ley. Igualmente, incorporando personas representativas de todas las comunidades en la que tendría efecto el programa. Y así igualmente. Para desarrollar la ayuda técnica y financiera para Mypimes de madres solteras en los 298 municipios y con las mega granjas que van a desarrollar. Eso es construir ciudadanía diferente. Se trata de trabajar con y junto a la gente en todos los procesos de apoyo técnico y financiero.

[email protected]

Más de Columnistas
Lo Más Visto