Por: Rodolfo Guillermo Pagán Rodezno
Abogado y Notario Máster en Derecho Empresarial
A pocos días de que se realicen las elecciones generales, como es de esperarse la mayor atención está centrada en los candidatos a la Presidencia de la República, sin embargo, la elección de los diputados que integrarán el proximo Congreso Nacional también es de gran importancia para el futuro del país, debido a los acontecimientos que se aproximan en los próximos años.
En los ultimos 12 años, el Poder Legislativo ha estado controlado prácticamente por el Partido Nacional, contando con el apoyo del Partido Liberal y de otros partidos minoritarios, lo que le ha permitido aprobar casi que a su antojo las leyes, reformas, decretos y contratos necesarios para gobernar a sus anchas, además de elegir en segundo grado a funcionarios claves que han favorecido y protegido sus intereses.
Entre las “gracias” aprobadas por los honorables diputados del Congreso Nacional en los últimos años, se pueden mencionar entre otras: la aprobación del nuevo Código Penal, el que vino a favorecer a los imputados por delitos relacionados con la corrupción al disminuir considerablemente las penas aplicables a los mismos, código que dicho sea de paso fue reformado a un año de su entrada en vigencia; aprobación de reformas a distintas leyes que debilitan o dificultan la labor del Ministerio Público en la investigación y judicialización de casos relacionados con la corrupción; aprobación de la Ley de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) la que afecta gravemente la soberanía y la integridad del territorio nacional; además de recomendar la no renovación del convenio de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), la que investigó y documentó 14 casos en los que casualmente estaban involucrados varios diputados.
Los diputados que integrarán el próximo Congreso Nacional tendrán que elegir a los 15 magistrados de la Corte Suprema de Justicia, así como al Fiscal General del Estado y el Fiscal Adjunto, Procurador General de la República, figuras trascendentales en el fortalecimiento del Estado de derecho y en el combate a la corrupción y la impunidad, por lo que las elecciones venideras adquieren mayor importancia si efectivamente se espera contar con instituciones realmente comprometidas con el bienestar del país.
No puede obviarse el hecho de que muchos de los actuales diputados optan a la reelección, quienes en su mayoría han pasado sin pena ni gloria por el Congreso Nacional por varios años, y hoy salen de sus guaridas, varios señalados por actos de corrupción, sin propuestas concretas, sin la más mínima preparación, algunos irreconocibles por el uso excesivo del photoshop, chineando niños y abrazando viejitos, buscando el mejor ángulo para la foto de las redes sociales, ofreciendo cielo y tierra con tal de obtener el voto de los ciudadanos y así seguir otros 4 años disfrutando de los beneficios del poder, dejando de lado los intereses de la población que vote por ellos.
Por todo lo anterior, es necesario hacer un llamado urgente a los votantes para que en las elecciones del 28 de noviembre, voten por los mejores candidatos en cada departamento y así contar con un Congreso Nacional a la altura de los enormes retos que se avecinan y que además sea un verdadero contrapeso y no mera comparsa ante las actuaciones del Poder Ejecutivo, sea del partido que sea, fortaleciendo así el mermado sistema democrático del país.
Que Dios guarde a Honduras.
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