Con telemedicina, la doctora Ehiby Martínez atiende a niños obesos por el confinamiento

Por: Carolina Fuentes

El rostro de la médico nutrióloga, Ehiby Mabel Martínez, al otro lado del teléfono o de la computadora, llevó alivio a cientos de padres de familia que, por temor al contagio del COVID-19, no se atrevían a llevar a sus hijos a los hospitales, al verlos con una extraña fatiga, mareos, fiebre, entre otros síntomas.

Durante el confinamiento por la pandemia, en el 2020, la doctora “catracha” no se conformó con prestar sus servicios presenciales, sino que también decidió apostarle a la telemedicina, al brindar consultas “online” o través videollamadas, para darles una opción de salud a esos “cipotíos”, sin salir de casa.

Esta profesional de la medicina, a quien hoy se destaca en la sección Ángeles de la Pandemia, se “reinventó” como profesional para llegar incluso, hasta numerosos hogares en el interior del país, en esos tiempos en que la economía estaba paralizada y el servicio de transporte fue suspendido.

LA GENTE TENÍA TEMOR

Según expresa la doctora, ha “estado viendo pacientitos, tanto de forma presencial como en línea; al principio, aunque pasó la cuarentena, la gente aún tenía temor de hacer consultas presenciales, entonces hacíamos algunas consultas por videollamadas”.

Martínez es médico general, graduada en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras

(UNAH), en el 2010, con una Maestría en Nutrición y Dietética de la Universidad Europea del Atlántico, en el 2014.

Posee una especialización en alimentación y actividad física en la infancia y además, desde el 2017 se desempeña como docente de la carrera de Nutrición de la UNAH.

ATRAPADOS POR PANTALLAS

Al consultarle ¿qué padecimientos sufren los pequeñines?, la doctora Martínez cuenta que la mayoría es víctima de la obesidad, prediabetes y hasta hipertensión. Esas enfermedades, desatadas por la inactividad física que trajo consigo el confinamiento, dejaron en evidencia otra “cara” de la pandemia.

“Me ha tocado ver este año, más que en otros años, niños con obesidad, y no solo con obesidad, sino también con patologías relacionadas al sobrepeso y la obesidad, como la prediabetes, el síndrome metabólico, las dislipidemias, incluso hiperten-sión en niños”, manifiesta la entrevistada.

Tras una serie de consultas a distintos pacientes, la doctora ha detectado que casi todos tienen un mismo patrón de conducta en sus casas.

“Las pláticas con padres y menores, durante las consultas, reflejan que son niños que han estado encerrados, han estado sólo frente a pantallas, sin hacer actividad, comiendo inadecuadamente porque tal vez sus papás están ocupados”, comenta.

CAOS EN METABOLISMO

Comer a cualquier hora, la falta de ejercicio y de horarios para dormir, son en sí, los factores que de acuerdo a la doctora Martínez, han alterado el metabolismo de los niños, por lo que ahora padecen de las mismas enfermedades que sus “abuelitos”.

Sin embargo, el encierro también les ha afectado a los adolescentes y adultos jóvenes, “que no están comiendo adecuadamente y están presentando bajo peso porque no tienen horarios de dormir, no tienen horarios de comer y pasan mucho tiempo haciendo tareas por computadora”.

A criterio de la doctora Martínez, urge la necesidad de educar a la población en alimentación saludable, labor que contempla desarrollar a través de la Asociación Hondureña de Medicina y Nutrición (Asohmenu), de la cual es vicepresidente y cofundadora.

ALIMENTACIÓN Y COVID-19

Como ninguna persona está exenta del contagio del COVID-19, llevar una alimentación adecuada, según Martínez, ahora más que nunca es indispensable.

“Hemos visto cómo parte del tratamiento médico de la COVID-19 es nutricional, es sumamente importante que el paciente que está cursando con esta enfermedad tenga una alimentación adecuada, una suplementación de nutrientes importante”.

“…y también hemos visto lo importante que es tener un estado de salud nutricional bueno, si le toca sufrir la enfermedad, porque hemos visto cómo la obesidad predispone a hacer la enfermedad más grave”, advierte la profesional.

Según afirma la nutrióloga, “el 40 por ciento de los pacientes obesos que contraen la enfermedad de la COVID-19, va a experimentar la enfermedad grave, son cifras alarmantes y algunos de ellos necesitan incluso ser intubados, pero muchos no logran sobrevivir”. Arriesgarse al contagio del COVID-19 por prestar sus servicios presenciales a la población, pero también recurrir a la telemedicina para llegar hasta los niños de comunidades remotas, refleja la vocación de servicio y el amor al prójimo de esta doctora “catracha” que dijo presente cuando más se le necesitaba.

ROLES
MADRE Y DOCENTE
La máster en Nutrición y Dietética, Ehiby Mabel Martínez, nació en Catacamas, Olancho, el 6 de diciembre de 1983, en el hogar conformado por el maestro Luis Alberto Martínez y la comerciante Mabel Martínez. Pese a su labor como médico nutrióloga y como docente de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), se las ingenia para disfrutar y compartir tiempo con su esposo, Rudy Ordóñez, con quien procreó dos hijos: Benjamín de ocho años y Abigail de 6, quienes son su mayor alegría.

Esta sección es un homenaje a aquellos hondureños que, aunque no tienen alas, se han convertido en “ángeles” para los más necesitados, desde que comenzó la pandemia de COVID-19. Unos ya gozan de la paz del Señor, al haber perdido la batalla contra el mortal virus; pero otros siguen luchando a diario por la vida, la salud y los derechos de los más vulnerables.

Si usted es familiar de algunos de estos “catrachos” solidarios y desea que su historia sea publicada, escríbanos al correo electrónico tribuna@ latribuna.hn