EL INGRESO BÁSICO UNIVERSAL Y LA CONVERSIÓN DE UNA ECONOMÍA DE CONSUMO EN UNA DE AGROEXPORTACIÓN
No conozco personalmente a YANI ROSENTHAL HIDALGO, candidato a la Presidencia de la República por el Partido Liberal de Honduras.
Sí conocí a su padre, don Jaime Rosenthal Oliva, y conozco a su madre, doña Miriam Hidalgo de Rosenthal.
Las propuestas esenciales de su plan de gobierno, son dos: a) El otorgamiento a favor de la población hondureña, de un Ingreso Básico Universal de MIL QUINIENTOS LEMPIRAS (L1,500.00) mensuales, para un total de DIECIOCHO MIL LEMPIRAS (L18,000.00) anuales;
b) La conversión de la actual economía de consumo, prevaleciente en Honduras, a una economía de agroexportación.
Estas dos propuestas han levantado mucha expectativa en el electorado hondureño, porque de lo que verdaderamente está necesitada nuestra población, en la actual situación de crisis, es de que se le ofrezca soluciones viables para salir de su condición de pobreza y extrema pobreza, ambas sumamente crueles y agobiantes.
Un Ingreso Básico Universal e INCONDICIONAL. Que no obligue a quien lo reciba, a doblar humillantemente la cerviz, como ocurre actualmente con las famosas transferencias económicas condicionadas.
Por otra parte, la economía nacional necesita, de forma urgente, se le dé un vigoro impulso, que le permita emerger del estado de postración en que se encuentra sumida. Esto no puede lograrse, sin considerar el potencial esencial de nuestro país, que reside en su producción agrícola. Si esta pudiera organizarse, otorgándole un valor agregado estaría logrando nivelar sustancialmente nuestra balanza comercial. Al mismo tiempo, se estaría generando un alto nivel de empleo.
¿No son estas dos propuestas esperanzadoras? Definitivamente que sí. Deberían ser dos componentes esenciales del plan de gobierno de quien llegue a ocupar la silla presidencial el 27 de enero del 2022.
Desafortunadamente, por razones que escapan a nuestro conocimiento y comprensión, los otros dos candidatos con mayor potencial político electoral, no atendieron la invitación que les formulara el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), para sostener un debate presidencial, privando al pueblo hondureño de la oportunidad de conocer sus propuestas, que pudieran contrastar con las de YANI ROSENTHAL HIDALGO. Los debates presidenciales son necesarios. Deberían quedar establecidos con carácter obligatorio en la Ley Electoral.
No es lo mismo escuchar a un candidato o candidata presidencial, repetir en un spot de televisión, un texto elaborado por otras personas, en el que digan que van a desarrollar tal o cual plan de gobierno, a que se escuche de la persona que lo ha elaborado personalmente y lo puede afirmar, respaldado en su propio conocimiento y experiencia, por cuanto él sí sabe de lo que está hablando y sabrá cómo llevarlo a ejecución, cuando le llegue el turno de gobernar el país.
Las dos propuestas esenciales que YANI ROSENTHAL HIDALGO ha lanzado a la consideración del pueblo hondureño, están siendo recibidas con esperanza y simpatía, y son objeto de análisis por los diferentes sectores sociales, que las ven como una luz al fondo del túnel de oscuridad en que nos encontramos sumidos.
Habrá que ver cuánto impactarán en la mente del electorado a la hora de ejercer el sufragio el próximo domingo 28. Lo cierto es que la gente ya está cansada y aburrida de ver spots televisivos con cancioncitas y bailecitos insulsos, que ya ni como forma de entretenimiento funcionan. Más bien son causa de aburrimiento y fastidio. ¡YA BASTA DE INSULTAR NUESTRA INTELIGENCIA!
¡Necesitamos mensajes esperanzadores!
Tegucigalpa, M.D.C., 20 de noviembre de 2021.
