Por: David Salomón Amador
MBA – Sector Bancario y Financiero
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Honduras entrará en un proceso nuevo, el domingo 28 de noviembre los ciudadanos del país irán a votar por las elecciones y se decidirá quién será el nuevo presidente, diputados y todo el engranaje de la empresa pública; pero previo a ello, lo que todos los políticos deberían comenzar a mencionar es que el país necesita paz, pero no de esa que se saca con banderas blancas, sino la verdadera, donde no salgan uniformados con la única intención de agredir a otro ciudadano, este país lleva una década de sufrimiento a partir de lo que sucedió y no tengo que repetirlo, lo cierto es que cada día, las nuevas generaciones hablan abiertamente de irse, y qué pasará si se van, que el país irá quedándose únicamente como los países europeos o el mismo país del norte, con gente mayor y que un día ya no habrá generaciones nuevas para suplirnos, allí está una gran interrogante de qué pasará.
Yo crecí en los 80 y 90, entre escuela y universidad, y andar en la tarde noche no era algo que mis padres deberían haberse preocupado, porque no había problemas de inseguridad, no había gente pesando en hacer el mal, lo cierto es que año a año vemos como hay pérdida de valores y sobre todo de la calidad de las personas que vivimos en este país, pareciera que se ha venido fomentando una forma de no respetar la vida, eso sí preocupa porque no es algo con lo cual debamos de vivir, pero en definitiva el temor a Dios se ha perdido por completo, y una vez eso se traspasa las sociedades van cayendo y convirtiéndose en algo que en lo humano no nos gusta, por eso para muchos sí creo es importante poder hablar de paz, porque solo así podremos salir adelante, el país requiere de muchas cosas, no de ahora de siempre, pero si sumado a todo lo que se necesita le agregamos aspectos que deterioran la sociedad, la complejidad diaria para todos es más compleja.
Estas elecciones marcarán una época porque hay tanto en juego, acá no es de colores o filosofías, es de quién ostentará el poder, y pues como parte del juego político, hay muchos aspectos en juego, es común escuchar el ajedrez político pues en efecto eso es, pero a pesar de todo eso, los que lleguen o salgan elegidos deberían de una vez por todas, pensar y reflexionar que lo que cada hondureño necesita es paz, y de eso sí depende de lo que se promueva desde quienes ostentan el poder; eso sí, depende de como se trate a cada ciudadano, y si el gobierno es quien puede determinar un cambio en la sociedad, no nos vayamos tan largo, Estados Unidos eligió a un presidente cuya forma de ser no ha provocado un polarismo obcecado como el anterior, y como todo país con sus problemas por lo menos ese efecto no está ocurriendo, hoy en día lo que más preocupa es el deterioro de la economía y qué nos vendrá a impactar también, pero repito no existe una disputa entre ciudadanos.
Sigo sosteniendo, tenemos un lugar donde podemos crear fuentes de empleo, podemos regresar al campo y crear oportunidades para los campesinos, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, las Naciones Unidas, y todo ente internacional ya habla de escasez próxima de alimentos, y ello como consecuencia del incremento de demanda por el cierre de todas las economías por el efecto covid-19, solo veamos el costo actual de un contenedor para importar algo, es casi de tres a cinco veces más que hace dos años, y todos los costos son traspasados a los usuarios finales o compradores finales.
Seguridad alimentaria es algo que no escucho hablar o decir, se les dio L.4,000 millones a un sector para invertir en el agro y hasta la fecha no sabemos si el maíz, los frijoles y todo lo relacionado a esos fondos se ha entregado a los que deben producir alimentos, lo cierto es que ese valor pudiera servir de base para crear condiciones a futuro de un proceso que garantice obtener los productos básicos de la dieta del hondureño para poder alimentarnos, es algo que no se ha pensado pero que deberíamos, el cambio climático es una realidad y deberemos pensar no solo en nosotros, sino en las futuras generaciones.
Nota: Deseo honrar la memoria de Francisco Gaitán, un hombre de bien que hizo de Cantarranas un pueblo de paz, los murales eran la muestra viva que sí se puede vivir en paz, que ese sea su legado.
