Tercera dosis adicional y de refuerzo para la COVID-19

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21 de noviembre de 2021
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12:03 am
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Tercera dosis adicional y de refuerzo para la COVID-19

Por: José Rolando Sarmiento Rosales

El avance del proceso de vacunación en segunda dosis, la aparición de variantes del coronavirus que provocan una mayor infectación de personas, conlleva la aplicación de una dosis adicional, de lo cual se ha iniciado su aplicación en varios países del mundo y por supuesto en Honduras, comenzando por el personal al frente del combate de la pandemia sujeto por ende a mayores índices de contagio, y por supuesto a personas inmunodeprimidas, pero enseguida se contempla inocular a los de la tercera edad y así sucesivamente aplicando la metodología utilizada para la primera y la segunda dosis, para los segmentos de menos edad hasta llegar a los del rango de cinco a once años.

Por ello acudimos a fuentes del Ministerio de Salud de Argentina, que explican lo de la tercera dosis adicional o de refuerzo y sus diferencias: después de haber recibido el esquema completo de vacunas contra la COVID-19, la tercera aplicación de una vacuna puede ocurrir por motivos distintos. Por eso se denominan dosis adicional o de refuerzo y las razones que motivan su aplicación son diferentes. ¿Es lo mismo una vacuna de refuerzo que algunos pacientes necesitan por estar cursando una enfermedad determinada o que están inmunocomprometidos, que la tercera dosis o también llamada dosis adicional? La respuesta es no. Cada una de estas vacunas se da en tiempos distintos a la segunda dosis y no en cualquier paciente.

“La tercera dosis complementa el esquema primario para ampliar la protección. Y el refuerzo, después de haber recibido el esquema primario recomendado, lo que hace es reforzar la inmunidad en forma periódica y eso es al menos 6 meses después de haber recibido el esquema primario”, afirmó la ministra Carla Vizzotti el 26 de octubre último al anunciar una dosis extra a los mayores de 50 años que fueron vacunados y a los inmunocomprometidos de cualquier edad. Los datos del Monitor Público de Vacunación del Ministerio de Salud reflejan las cifras diferenciadas de las dosis adicionales y de refuerzo. De hecho, ya el Ministerio de Salud en el Monitor Público de Vacunación que publica todos los días, hace la diferencia entre las personas que recibieron una dosis adicional y una dosis de refuerzo.

Son varias las personas que han sido llamadas para recibir una tercera dosis dentro de las cuatro a seis semanas de la segunda dosis y es aquí donde se genera la confusión que se da con la tercera dosis que se aplica a los seis meses de la segunda. “Se genera confusión porque la tercera dosis debe darse a los 6 meses de la segunda dosis para todas las vacunas”, explicó la reconocida patóloga pediátrica argentina Marta Cohen, en relación a la tercera dosis. “Hay otra dosis, que la dosis adicional que la Organización Mundial de la Salud, el gobierno británico y varios países la aplican, que han recomendado para aquellos países que tienen formas severas de inmunodeficiencia. Esta dosis, que la podemos llamar dosis adicional, que forma parte del esquema primario de vacunación, se recomienda que se aplique a las 8 semanas, es decir a los dos meses de la segunda dosis. Pero no para todos. Es para casos específicos que es analizado por el médico de cabecera de estos pacientes”, explicó Cohen.

La dosis extra sirve para elevar la respuesta inmunológica en las personas con inmunodeficiencia o con cambios inmunológicos naturalmente asociados con el envejecimiento. También sirve para disminuir el impacto de la mortalidad por COVID-19 en los mayores de 50 y ante avance de la variante Delta en la transmisión comunitaria. Siguiendo las recomendaciones internacionales y algunos estudios clínicos realizados en el país, la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain) asesoró al Ministerio de Salud de la Nación en la decisión de sumar una dosis más a los esquemas homólogos o combinados en esos dos grupos, siguiendo algunos parámetros estipulados.

La decisión de vacunar con una dosis de refuerzo a las personas inmunocomprometidas estuvo sustentada en varios estudios clínicos llevados adelante en el país, que evaluaron cuál fue la protección otorgada por las vacunas contra la COVID-19 en los trasplantados, que han estado entre grupos priorizados en el acceso a la inmunización. Cualquier vacuna de refuerzo, incluso si es la misma que su primera vacuna, aumentará la cantidad de anticuerpos que pueden combatir el coronavirus. Pero, en algunos casos, mezclar vacunas puede ofrecer una mejor protección, dicen los expertos. Los primeros datos han demostrado que el seguimiento de una primera dosis de Johnson & Johnson con una vacuna de ARNm, Moderna o Pfizer, proporcionó niveles significativamente más altos de anticuerpos neutralizantes.

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