ALDEAS DEL MUNICIPIO DEL DC

Las aldeas del MDC se ha convertido en un potencial electoral porque han experimentado en los últimos años un crecimiento poblacional que las han convertido en un objetivo político de quienes aspiran a cargos por el Departamento de Francisco Morazán.

La capital hondureña en la época colonial contaba con una serie de aldeas que todavía en la división política de 1825 le daban jurisdicción en poblados que años después pasaron a tener categoría de municipios como Santa Lucía , San Diego de Talanga, Valle de Angeles y San Antonio de Oriente.

Primero como departamento de Tegucigalpa y después como Francisco Morazán, las aldeas de la capital tomaron importancia por sus ubicaciones con vías de comunicación terrestre y otras por la influencia de compañías que se dedicaban a la explotación minera como el caso de San Juancito (FOTO 1) que para llegar al lugar hay que pasar por dos municipios, el de Santa Lucía y el de Valle de Angeles.

Otra aldea del municipio que está distante del radio urbano y más próxima al municipio de Cantarranas es El Naranjal, cuyos títulos propiedad de familias pudientes de la época se registraron en la Villa de San Miguel de Tegucigalpa.

Muchos tegucigalpenses desconocen la territorialidad de la ciudad donde nacieron o en la que viven, e incluso cuando van a esas aldeas las identifican como poblados pero sin saber que dependen de la capital.

Esas antiguas aldeas han crecido con el paso del tiempo y algunas se han convertido en lugares de residencia de habitantes que han decidido instalarse en ellas para alejarse de las incomodidades del hacinamiento citadino y la inseguridad.

Por el sector nor occidental, La Cuesta y El Durazno, son ahora parte de la periferia urbana de la capital e igual condición refleja San José de Soroguara.-
Más adelante hay aldeas muy pequeñas como Guayabillas y Amarateca, San Matías con sus balnearios y caídas de agua y la más grande, Támara, que ha experimentado mayor desarrollo con la presencia de centros maquiladores que han abierto fuentes de trabajo en la zona y la construcción de la Penitennciaría Nacional Marco Aurelio Soto.

Zambrano (FOTO 2), ubicada en la parte alta de la montaña, es una de las más grandes aldeas del municipio del Distrito Central y sus laboriosos habitantes además de dedicarse a la agricultura, mantienen activo comercio con otra de las aldeas muy alejadas como San Francisco de Soroguara y con la Villa de San Antonio de Comayagua.

En la zona oriental, Suyapa es otra de las aldeas atrapadas por el crecimiento de la ciudad, siendo el mayor atractivo los dos templos católicos dedicados a la Patrona de Honduras la Basílica (FOTO 3) y el viejo Santuario que hoy le dicen “La Ermita” y en sus alrededores el moderno cementerio Jardín de Paz Suyapa y la ciudad Universitaria.- En igual condición porque ahora son barrios o colonias quedaron las aldeas de Jacaleapa, El Sitio y La Travesía.

Por el sur oriente y en la carretera que conduce al Valle de El Zamorano, Villa Vieja, ubicada antes de llegar a los linderos del municipio de Tatumbla, es una aldea que ahora es una zona con desarrollos residenciales, dormitorio de muchas personas que trabajan en la ciudad capital.

En el norte de Tegucigalpa, El Hatillo (FOTO 4) se ha convertido en otra zona residencial de Tegucigalpa, siendo ruta para llegar a Los Jutes y a los caseríos que se encuentran al pié de la montaña de La Tigra.

Siempre por esa misma dirección pero tomando otra vía, la vieja carretera hacia Olancho hay otras aldeas del municipio como Carpinteros, Las Oricas, Cofradía, Zepate hasta caer a La Venta Norte (FOTO 5) que igual a Los Izotes se beneficiaron con el nuevo trazo de la carretera que conduce al departamento de Olancho.

Por el occidente, Las Casitas (FOTO 6) , Mateo y Concepción son las aldeas importantes de la capital, todas ellas bajo la influencia del anillo periférico que les ha dado un ostensible desarrollo en los últimos años.

Por el sector sur de la ciudad, El Sauce, Yaguacire, Germania (FOTO 7) y Santa Rosa.- Germania recibió ese nombre porque la colonia de alemanes que tenían sus negocios en la capital crearon en el lugar un sitio de recreo destinado como club campestre al otro lado del río y Santa Rosa es ahora una colonia de la ciudad.

Otras aldeas de Tegucigalpa que discurren por la carretera hacia Olancho son Las Flores, Río Abajo, Río Hondo, Monte Redondo, Guangololo que por una vieja carretera secundaria se conecta con Coa Arriba y Coa Abajo.

Por el lado de la Montaña de Azacualpa, El Tablón, Azacualpa, Santa Elena y Las Trancas que se conecta con Tatumbla, son las aldeas de esa zona que goza de un agradable clima todo el año.

Hace muchos años éstas aldeas eran paseos obligados de los capitalinos, siendo los más visitados, Suyapa por la tradición religiosa, El Sauce por las comidas típicas, Mateo para bañarse en las posas del Río Shangrilá, San Matías por sus acogedores balnearios, Zambrano para disfrutar de sus pinares, El Hatillo por lo agradable de su clima, Támara por los dulces y panecillos y Villa Vieja por sus comedores de paso por la vieja carretera.

Que el artículo de hoy les sirva a los políticos ahora que estamos en la víspera del proceso electoral del 2021, y que no se olviden los que aspiran a cargos de elección popular por Francisco Morazán que éstas aldeas esperan para que las tomen en cuenta y les ayuden cuando lleguen al poder.

Hasta la próxima semana.