A estos comicios han sido convocados 5.2 millones de hondureños, entre ellos 400 mil nuevos votantes.
Los hondureños acuden este domingo para escoger al sucesor del Presidente Juan Orlando Hernández en unas elecciones que tiene como novedad la costosa inversión en tecnología, el estreno de una nueva tarjeta de identidad y a tres candidatos como favoritos entre los 15 que participan.
Esta es la mayor cantidad de aspirantes en la historia pero ciertamente, la carrera presidencial se reduce a los tres partidos mayoritarios: Libre y Liberal, que representan a la oposición y el Partido Nacional, que gobierna el país desde el 2010. El resto de los partidos, más de la mitad de ellos de reciente creación, llevan todas las de perder en el nivel presidencial aunque pueden arañar una alcaldía o una diputación.
En estas megaelecciones -llamadas así por la cantidad de aspirantes, el gigantesco tamaño de las papeletas y los más caros de la historia, casi dos mil millones de lempiras- están en juego casi cuatro mil cargos de elección popular comenzando con la Presidencia de la República, tres designados (vicepresidentes), 128 diputados al Congreso y 20 congresistas al Parlamento Centroamericano (Parlacen) con sus respetivos suplentes.
De manera simultánea y en papeletas separadas, se eligen también 298 alcaldes, con igual número de vicealcaldes y 10 regidurías en promedio por cada término municipal.

TRES FAVORITOS
Los hondureños acuden a las urnas en medio de llamados de paz de todos los sectores y con los recuerdos de la violencia desatada en los comicios del 2017 cuando el actual gobernante, Juan Orlando Hernández, logró su reelección en medio de reclamos de fraude de la oposición, que encabezó Libre con una alianza en la que el presentador de televisión Salvador Nasralla, era su candidato presidencial.
Curiosamente, esta misma alianza se postula para las elecciones de este 28 noviembre, solo que a la inversa: Nasralla, inicialmente el candidato presidencial del Partido Salvador de Honduras,se adhirió a Libre en las últimas semanas, cediendo la candidatura presidencial a la exprimera dama Xiomara Castro, como lo hizo ella con él en aquellos comicios.

Castro es la esposa del expresidente Manuel Zelauya Rosales, derrocado en el 2009 y coordinador general de Libre. Si gana, sería la primera mujer en llegar a la Presidencia entre cinco que lo intentaron en el pasado reciente. Aunque él no participa en ningún cargo de eleección popular, sí lo hacen, además de su mujer, su hija Hortensia, alias “La Pichu”, y su hermano Carlos Zelaya, candidatos a diputados por Francisco Morazán y Olancho, respectivamente. De ahí que sus detractores aseguran que, en caso de un triunfo de su esposa, “Mel” Zelaya será el poder tras del trono.
Más que explotar la polémica figura de su esposo, Castro ha preferido hacer campaña a lado de Nasralla para aprovechar su popularidad entre nuevos votantes que lo hizo encabezar las encuestas a principio de este torneo electoral. Sin embargo, sus seguidores se fueron desencantado con él por sus erráticas posturas sobre temas de la vida nacional. Convencido en las encuestas que no ganaba y aduciendo que no tenía representación en las mesas electorales, terminó aliándose con la exprimera dama dejando a la deriva a su partido y todos sus candidatos a diputados y alcaldes que él mismo inscribió a principio de este año.

De este modo, Castro y Nasralla enfrentarán al Partido Nacional, que postula al alcalde capitalino, Nasry Asfura, conocido también como “Papi a la orden”, quien, con su gestión edilicia en la principal ciudad del país como carta de presentación, intenta revertir el desgaste y los señalamientos de corrupción y narcotráfico del gobierno del Presidente Hernández. Las encuestas les dan a ambos posibilidades de triunfo.
En un tercer lugar en las encuestas aparece el empresario Yani Rosenthal, quien hasta hace un poco más de un año guardaba prisión en Nueva York por delitos financieros ligados a la narcoactividad. El candidato liberal se enfrenta también a un partido resquebrado desde el 2009 cuando se dividió por el golpe de Estado contra Zelaya, quien había llegado al poder acuerpado por la bandera roja-blaca-roja.
Desde entonces, el partido más antiguo de Honduras (1891) fue relegado a la tercera fuerza política y de cara a estas elecciones lo colocan en tercer lugar. Aún así, Rosenthal cree que el verdadero veredicto se dará este día en las urnas.

RESULTADOS TRANSPARENTES
A diferencia de los comicios del 2013 y 2017, Libre ha bajado las denuncias de un posible fraude ya que ahora tiene representación en el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Registro Nacional de las Personas (RNP), junto a nacionalistas y liberales. De este modo, los tres partidos parten en iguales condiciones en el control de las 18 mil mesas receptoras de votos y el escrutinio general.
También han elaborado en conjunto el padrón electoral y la preparación y distribución de las papeletas y otros insumos electorales. Coordinaron asimismo la instalación del sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (TREP) para anunciar a las 8:00 de la noche el primer corte del escrutinio.

A esto se suma la observación de las misiones de la Unión Europea, que ha estado presente en todos estos procesos, incluyendo la financiación de la nueva tarjeta de identidad. La Organización de Estados Americanos (OEA) y la agencia para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) también están involucradas en este proceso financiando muchos componentes tecnológicos y logística electoral.
A estos comicios están convocados 5.2 millones de hondureños mayores de 18 años y entre ellos una masa votante de 600 mil nuevos votantes, capaces de inclinar la balanza electoral para cualquier lado. Se han instalado 18 mil urnas en cinco mil centros de votación, incluyendo el voto en el exterior en Estados Unidos. Como novedad, los hondureños estrenan también una nueva tarjeta de identidad y por primera vez se usará un lector de huellas para evitar que se vote dos veces.

CAMPAÑA Y PROPUESTAS
Por lo demás, los dos partidos opositores quieren derrotar a los nacionalistas con propuestas claramente diferenciadas. Castro propone una refundación del país sin insistir en una constituyente como lo venía anunciando desde las campañas anteriores. Los analistas creen que ha dejado del lado este discurso para no ahuyentar a los electores en contra de su cercanía con el chavismo.
Rosenthal en cambio ha dirigido una campaña enfocada en colocar dinero en los bolsillos en las familias hondureñas y potenciar las microempresas para las exportaciones. Por su parte, “Papi a la orden” presenta su gestión en la capital como su carta de presentación insistiendo todo el tiempo en trabajar mano a mano con los alcaldes. El desempleo, frenar las migraciones masivas a Estados Unidos, la inseguridad, el narcotráfico y la reactivación económica post vacunación contra el COVID-19 son otros de los temas en los que han coincidido los candidatos.

La violencia tiñó una ferviente campaña con masivas concentraciones a pesar de la pandemia del COVID-19. Por lo menos 28 aspirantes a cargos de elección popular fueron asesinados o sufrieron atentados a lo largo de este torneo electoral. El más sonado de ellos fue el de Francisco “Paquito” Gaitán, un ingeniero del Tecnológico de Monterrey, quien buscaba su quinto mandato como alcalde de Cantarranas, un municipio al nororiente de la capital. La policía, sin embargo, ha aclarado que ninguno de estos hechos están relacionados al quehacer político de las víctimas.
Quien quiera que gane, sin embargo, deberá lidiar con una lista de problemas torales del país, comenzando por el desempleo galopante, las caravanas de migrantes hacia los Estados Unidos, un sistema educativo cerrado a las clases presenciales y el cierre de cientos de pequeños negocios a causa de la pandemia.
En suma, a la vista de los analistas de ambos bandos, el reto de cualquiera de los ganadores es normalizar el país, reconstruir las instituciones, reparar el paso debastador de las tormentas Eta y Iota y reconciliar a los diferentes sectores para echar andar juntos un plan nacional de desarrollo. (Eris Gallegos)

