Xiomara, un fenómeno político

MA
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1 de diciembre de 2021
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12:56 am
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Xiomara, un fenómeno político

Una piedra en el zapato

Armando Cerrato
Licenciado en Periodismo

El pueblo hondureño dio el pasado domingo de los corrientes una demostración de verdadero civismo democrático, al salir en medio de una letal pandemia a ejercer el deber de elegir las autoridades de gobierno para el período 2022-2026, convirtiendo a la candidata opositora de tendencia socialista del siglo XXI, Iris Xiomara Castro Barrientos en un verdadero fenómeno político inédito desde que en 1982 Honduras tomó el camino democrático poniendo fin a una sucesión de gobiernos militares.

Iris Xiomara Castro Barrientos incursionó por tercera vez en la palestra nacional al mando de una coalición de fuerzas políticas de diversa ideología, que intentaban por sí misma alcanzar el poder y al hacer una evaluación de la situación decidieron hacer una alianza que al final les resultó redituable.
Xiomara, candidata del Partido Libertad y Refundación (Libre) que fundara su esposo el defenestrado presidente José Manuel Zelaya Rosales de extracción netamente liberal el 28 de junio del 2009.
“Mel” Zelaya como a él le gusta que le llamen, fue llevado a Costa Rica tras ser capturado en Tegucigalpa por un comando de las Fuerzas Armadas y por órdenes de la Corte Suprema de Justicia presionada por empresarios, industriales, comerciantes, diputados del Congreso Nacional y por los dos partidos tradicionales, Nacional y su propio ente que le había llevado al poder el Liberal.

Zelaya ingresó al país clandestinamente y de igual forma ocupó la sede de la embajada de Brasil en Tegucigalpa durante más de un mes, en el que la sede diplomática suramericana estuvo sitiada por fuerzas de la Policía y el Ejército y la cual solo abandonó bajo la protección del entonces gobernante dominicano Lionel Fernández que le alojó en Punta Cana y regresó a Honduras por un acuerdo firmado en Cartagena de Indias, Colombia por el entonces presidente hondureño el nacionalista Porfirio Lobo, quien había participado en la defenestración de Zelaya y avalado por los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez Frías, y Juan Manuel Santos de Colombia.

A su regreso a Honduras Zelaya apoyado por todos los movimientos de izquierda liberales y nacionalistas resentidos y el apoyo económico venezolano fundó el Partido Libre que contendió por primera, segunda y tercera vez contra Juan Orlando Hernández Alvarado, quien le ganó dos veces sufriendo un enorme desgaste en el poder, por lo que decidió no presentarse más como candidato nacionalista y designó como su benjamín al alcalde de Tegucigalpa Nasry Juan Asfura Zablah aprovechando un carisma muy particular y la capacidad de trabajo del edil que ha transformado la ciudad de Tegucigalpa dándole un toque estructural muy moderno.
Sin embargo y pese a un trabajo metódico realizado durante varios meses en todo el país, Asfura Zablah resultó al final sacrificado pues su partido Nacional sufrió un desgaste tremendo en el poder y es señalado nacional e internacionalmente como ligado al narcotráfico mundial, altamente corruptos sus funcionarios y deficientes en el manejo de la administración pública a grado tal que sus instituciones más rentables hoy están en la quiebra y en manos privadas aparte de que sus sistemas de salud y de educación pública son un desastre, pues sus titulares no son profesionales del ramo del que se les puso a dirigir.

La ministro de Salud es una pedagoga y el de Educación un ingeniero forestal, la ministra de Salud ha manejado muy mal esa entidad especialmente en la pandemia del coronavirus que ha dejado miles de muertos por falta de insumos y medicamentos en los hospitales del país y por la compra de siete hospitales móviles a una supuesta empresa turca y que resultaron ser chatarras oxidadas y equipadas con implementos vencidos y que fueron adquiridos sobrevalorados por 48 millones de dólares y la compra de medicamentos sin que los mismos reunieran las mínimas especificaciones sanitarias del caso por lo que la situación se conoce como el de las “pastillas de harina y óvulos vaginales de agua destilada”, especialmente en el Instituto Hondureño de Seguridad Social al cual se le extrajeron además cerca de 3 mil millones de dólares, que en su mayoría sirvieron para financiar la primera campaña política de Juan Orlando Hernández mientras que la segunda fue financiada con fondos extraídos a otras dependencias del Estado y el mandatario construyó un Centro Cívico Gubernamental que consta de dos torres altísimas con dinero extraído del Instituto de Previsión del Magisterio Nacional (Inprema) y otras instituciones estatales que hoy se muestran a punto de cerrar operaciones por falta de capital.

En su última aparición en público y a nivel internacional el mandatario presentó un libro que recoge los logros de sus ocho años de gobierno sin mencionar todos los aspectos negativos que hoy significan la peor y más humillante derrota de su centenario Partido Nacional. La derrota por el fenómeno de Xiomara literalmente hundió y prolonga la agonía del tradicional Partido Liberal de Honduras cuyo candidato Yani Benjamín Rosenthal Hidalgo exconvicto en los Estados Unidos de América donde purgo una pena de tres años y tres meses por negocios ilícitos de su familia con narcotraficantes internacionales, recién regresó a Honduras el año pasado y rescató los sellos de su partido Liberal lanzándose a la palestra política como candidato a la Presidencia de la República y obteniendo apenas un 29% del electorado nacional frente a un 55% de Xiomara y un 36% de Asfura.

Así las cosas y en paz los hondureños celebraron el triunfo de Xiomara con petardos y caravanas de automóviles mientras ella prometía un gobierno de reconciliación nacional y consenso de gobierno.

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