Los cohetillos… otra vez!

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6 de diciembre de 2021
/
12:04 am
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Los cohetillos… otra vez!

Por: Otto Martín Wolf

Como todos los años, con o sin pandemia, con o sin elecciones y hasta con o sin dinero, nos enfrentamos a la época de Navidad y los siempre presentes cohetillos y morteros.

Y, como todos los años, no puedo evitar la fuerza sobrenatural que me empuja, de nuevo, de manera irresistible, a escribir a favor de los cohetillos.

Incomprensiblemente, las autoridades municipales todos los años insisten en nadar contra la corriente, persisten en llevarle la contraria al deseo popular y querer cambiar la tradición centenaria de celebrar las fiestas de fin de año reventando cohetillos y morteros, quizá la única costumbre realmente folklórica que nos va quedando.

Los argumentos siempre se basan en el peligro de que los niños se quemen, lo que es posible y lamentablemente algunas veces ocurre, pero no son válidos ni suficientes.

He dicho que si se prohíben los cohetillos por esa razón, también debería de ser prohibido que los niños manejen bicicletas, porque son un peligro. También jamás deben acercarse a una piscina, mucho menos meterse en ella, o en el mar, ya que el riesgo de ahogarse es innegable.

Patinetas, patines, subirse a un árbol a bajar mangos, escalar pequeñas montañas como parte de aventuras juveniles, jugar en las aceras y hasta en los pocos “playgrounds”, todo eso lleva una dosis de peligro, ya sea de morir o de sufrir quebraduras u otras lesiones.

Partidos de fútbol y otros deportes de competencia, todos encierran algún tipo de peligro.

Se van a prohibir esas cosas?

Noup!

Es más, casi sin ninguna limitación se permite que los niños pasen horas frente al televisor o con los juegos electrónicos, que pueden causar lesiones permanentes en el cerebro, cuál autoridad municipal se atrevería a legislar contra eso?

Cierto, es doloroso que algunos niños se quemen, quién lo puede negar!

Tegucigalpa y otras ciudades han prohibido lo de los cohetillos desde hace cerca de treinta años, la pregunta que tengo que hacerles es: les han hecho caso?

Noup!

Padres de familia recurren a vendedores clandestinos, que pululan por todas partes, o se convierten en delincuentes cuando visitan municipios cercanos donde los cohetillos no son ilegales para comprar y, asumiendo los riesgos del caso, transportarlos hasta su casa y reventarlos en Nochebuena y fin de año.

Las autoridades que no han podido con problemas verdaderos, como es la venta y consumo de drogas y estupefacientes, que supuestamente solo son consumidos por una pequeña parte de la población, van a poder algún día eliminar lo de los cohetillos, que es algo totalmente mayoritario?

Noup!

Muchos lo hacen por celebrar y no puedo descartar que algunos lo hagan simplemente por llevar la contraria y desafiar a la autoridad (yo soy uno de esos).

Creo que ya es tiempo de que esas mentes obtusas, que solo pretenden -de manera hipócrita- ser políticamente correctos, cambien esas disposiciones.

Desde hace tiempo y todos los años invito a hacer una encuesta -más bien un plebiscito- sobre los cohetillos y siempre, por aplastante mayoría, la noche de Navidad y Año Nuevo el pueblo vota haciendo sonar por todo lo alto su criterio, su soberana voluntad de celebrar las fiestas reventando cohetillos.

Siempre hay, también, niños quemados, cuyos padres deben ser llevados a los tribunales por negligencia, eso es lo correcto.

Quizá limitar la potencia de algunos morteros y otros explosivos, establecer puestos de venta regulados y con suficiente seguridad, esas son cosas que se pueden hacer, pero ya, de una vez por todas, dejen que el pueblo celebre de la manera que desee, conservando, de paso, quizá la única costumbre verdaderamente autóctona.

Dediquen todos esos esfuerzos a combatir la delincuencia común y dejen a la gente celebrar en paz y disfrutemos todos del olor de la pólvora y de los recuerdos maravillosos que siempre nos trae de aquella lejana infancia.

[email protected]

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