La reelección es ilegal
Excelentísima señora presidenta electa
Profesora doña Xiomara Castro de Zelaya
Dios y el pueblo noble optaron para llevar a su excelencia a la primera magistratura de nuestra patria, con su máximo galardón de presidenta mujer ante la historia de Centroamérica y el Caribe. Que Dios la guie en todo su accionar en nombre del pueblo para el bienestar colectivo de la sociedad progresista y democrática de Honduras.
Sacar adelante un país a flote como el nuestro no es materia fácil; el Estado de Honduras ha sido esquilmado por malos gobernantes que solo mostraron su interés en las arcas del tesoro nacional. Nos dejan un cadáver para darle oxígeno y poderlo resucitar, no es difícil, pero hay que hacerlo con propósitos de estadista. El pueblo habló con carácter y decisión para que usted sea la garante de nuestro futuro del quehacer fundamental colectivo de toda la familia hondureña.
El pueblo y la patria se viste de gala en depositar en usted como salvadora que Dios la llevó al poder para transformar legislando con honradez, honor y sacrificio, tratando a la vez de aplicar las leyes para aquellos que usurparon las arcas nacionales y los que vendieron con las “ZEDE” la patria a pedazos, son delitos de lesa humanidad. “El pueblo tiene sed de justicia”, no pueden quedar impunes los corruptos y ladrones. Y es más, el pueblo no votó por una presidenta “bicéfala”, y solo usted puede negociar, tratar y aceptar asuntos de políticas de Estado. Nadie puede intervenir en asuntos que solo a usted competen, nadie más. Sus asesores en cualquier campo de la administración pública la guiarán, pero no determinan absolutamente en nada, porque usted es la presidenta y cabeza responsable de toda política de la administración pública.
Señora presidenta le deseo todos los mejores parabienes en unión de su familia y el pueblo. No bifurquemos el camino de la democracia y la libertad, que es el altar de nuestra patria.
Soy un ciudadano más que cree en usted, como usted que tiene un Dios que la ama y la tiene en el poder del Estado para sembrar la semilla del mañana; de una nueva generación con valores morales y amor a la patria, para poder ver la luz de un nuevo amanecer, con el hombre nuevo de una sociedad con justicia social, respetando los derechos individuales y colectivos de una patria grande, frondosa y fecunda en unión y armonía abrazados con todos sus hijos. Dios bendiga nuestra patria.
No olvidemos que el pueblo fue a las urnas con civismo y espíritu patriótico, rescatando la democracia y la libertad. No lo traicionemos, puede ser fatal.
Lic. Gustavo Adolfo Milla Bermúdez
Ciudadano de las Américas
San Pedro Sula
