Retos y desafíos de la presidenta electa Xiomara Castro de Zelaya

MA
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8 de diciembre de 2021
/
12:02 am
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Retos y desafíos de la presidenta  electa Xiomara Castro de Zelaya

Carlos Medrano
Periodista
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Provista de unos resultados electorales con un enorme respaldo popular, un triunfo aplastante de la Alianza que capitalizó un descontento general en contra de los partidos tradicionales, la ganadora de las elecciones Xiomara Castro de Zelaya, le esperan 4 años muy difíciles, complejos y llenos de vicisitudes.

Para comenzar habría que ver cómo quedarán las finanzas del Estado, después de los desastres dejados por la COVID-19, Eta e Iota, que, sumado al derroche y la corrupción de esta administración, quedará una economía en condiciones lamentables, casi en coma, sin oxígeno.

En relación con la deuda externa, que incluye la deuda pública y privada, cerró el primer semestre de 2021 en 11,015.1 millones de dólares, lo que supone un 1.7% más con relación al mismo período de 2020 (10,833.4 millones de dólares), informó el Banco Central de Honduras.

Me pregunto cómo hará el futuro gobierno para “correr” a miles de paracaidistas que contrató Juan Orlando, que eran activistas políticos que no hacían nada productivo, más que levantar una bandera, ir a una marcha o gritar vivas a quienes estaban aspirando a algo.

Cuando dinero se necesitará para desarticular a más de 15 nuevos ministerios que se crearon durante todos estos años y otro tanto, direcciones y organismos que solo se les cambiaban de nombre, pero que, en el afán de cambiar su imagen, se nombró -por lo general- a una junta interventora con 3 comisionados que hacían lo mismo que el destituido funcionario anterior.

La nueva administración deberá despedir a esas juntas interventoras por doquier, destartalar las Alianzas Publico-Privada que no dieron resultados adecuados e hicieron concesiones sin transparencia, deducir responsabilidades a los beneficiarios de exoneraciones que favorecieron a personajes de gobierno, en fin, un mar de distorsiones administrativas y financieras que deberán desaparecer para limpiar y optimizar el exiguo presupuesto del Estado.
Levantar la imagen del país después que constantemente fue mencionado el nombre de Honduras, los dirigentes de gobierno y políticos, en actividades relacionadas con el narcotráfico, y al país como un narcoestado, será una tarea titánica. Toda esta mancha del nombre de Honduras se ira borrando con una lucha abierta y decidida por atacar esa actividad, con pruebas, no discursos.

Eliminar las ZEDE, pese a que ya existen empresas gozando de esas prebendas que dicha ley les concedió, será muy complejo.

Hay que ver como quedará conformado el Congreso Nacional, pues muchas de las promesas de la electa Castro de Zelaya, requerirán mayoría simple y mayoría calificada, de modo que el Partido Libre deberá negociar o bien ya sea con el Partido de Salvador Nasralla o el Partido Liberal, para legislar y gobernar sin ningún problema.
Mientras los empresarios hondureños ya le manifestaron al equipo de transición de la ganadora de la contienda electoral recién pasado, su deseo de trabajar en la generación de empleo (que es el principal problema que tiene el país), los altos impuestos, tramitología y burocracia y los problemas educativos, continuarán siendo un verdadero obstáculo.

Solo podemos mencionar algunos desafíos, pues si enumeramos todos llenamos la página de este periódico, de modo que Xiomara Castro necesitará mucha ayuda, no solo económica, sino de todo un país que postrado requiere levantarse después de esta pesadilla.

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