Por: Ivonne Tábora
Licenciada en Periodismo, relacionista pública, administradora de redes sociales.
Grandes mujeres han gobernado a lo largo de la historia, dejando huella con su gestión, desde el siglo XV hasta nuestros días, varias féminas se abrieron paso y construyeron cambios en un mundo predominantemente de hombres y sobresalieron no solo a nivel de sus países, sino también a nivel internacional.
Estas mujeres no han sido figuras decorativas, al contrario, fueron gobernantes poderosas que día a día lucharon por los derechos humanos, trabajando y abriendo caminos, aun cuando la mayoría de los países no eran y no son liderados por una mujer.
Tomando en cuenta que la discriminación en la política aún existe, pues algunas veces viene desde las mismas familias, y se ve reflejada en los juicios de valor que se aplican a las mujeres, ya que no son los mismos que se aplican a los hombres, por ejemplo, si se visten adecuadamente, si están bien peinadas, etc., por ello me parece que la igualdad de género y la participación política deberían ser inculcadas desde temprana edad.
Solo un 6% de países, tienen a una mujer como jefe de Estado o presidenta de un gobierno, en el mundo, pues solo aproximadamente 22 mujeres ocupan estas dos funciones, especialmente en Europa, en donde hay más féminas con más altos cargos.
Si estudiamos un poco la historia, hay una mujer con una carrera política muy memorable, fue Margaret Tatcher, fue la primera en dirigir una de las potencias occidentales más grandes del mundo, ganando tres elecciones seguidas, y estuvo en el puesto de primera ministra de Reino Unido por más de once años, alcanzando un récord.
También Angela Merkel es otra política, mayormente conocida porque hace más de quince años dirige los destinos de Alemania, como canciller federal de ese país, y llevó las riendas del Parlamento Europeo, inclusive es considerada como la mujer más poderosa por su influencia política a nivel mundial.
En América Latina, Michelle Bachelet fue la primera mujer elegida gobernante, de forma democrática en Chile en el año 2006, y Laura Chinchilla fue presidenta de Costa Rica del 2010 al 2014, entre otras.
No cabe duda que estas mujeres y muchas otras han demostrado su capacidad en el ámbito en que ellas quieran desempeñarse, especialmente en este caso, el político.
Pero es oportuno reconocer que las mujeres a lo largo de la historia han sido juzgadas y valoradas, de forma diferente a la de los hombres, esto aplica independiente qué esfera toque, ya sea económica o social y más si una mujer ostenta un puesto de poder, ya que ellas no solo deben enfrentarse y luchar contra los obstáculos de una buena gestión, sino que también tienen que hacer frente a los estereotipos de cómo debe o no comportarse, de cómo es su moral, etc.
Pese a los avances alcanzados en incursionar en espacios de poder, falta mucho por alcanzar la tan anhelada equidad de género, este proceso se ve lento, pero a pesar que aún hay ambientes reacios a que las mujeres lideren, cada día, se ve a la mujer como individuo, con derecho a participar en la esfera política en todo el mundo.
Honduras enfrenta un hecho histórico hoy, con la primera mujer presidenta electa, según los resultados, Xiomara Castro de Zelaya, con grandes expectativas, no solamente porque le tocará gobernar un país sumergido en la pobreza, sino también por las inmensas esperanzas depositadas en ella, por un pueblo que la llevó a la cima.
Más que enfrascarse en temas ideológicos, pienso que Honduras necesita de un gran diálogo nacional, conformado por todas las fuerzas del país, para conciliar y unir a las familias, pues al final, todos deseamos lo mejor para esta nación.
“En política, si quieres que algo se diga, pídeselo a un hombre, si quieres que se haga, pídeselo a una mujer”. Margaret Tatcher.
Dios dé sabiduría y guíe a nuestras nuevas autoridades.
@Ivonnetabora, [email protected]
