“Bicentenario”, una cátedra de historia

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11 de diciembre de 2021
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12:02 am
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“Bicentenario”, una cátedra de historia

Por: Ricardo Alonso Flores

El Bicentenario de la Independencia centroamericana ha traído consigo una abundante literatura que muestra los principales acontecimientos que han jalonado esta etapa, podríamos decir de formación y consolidación de las jóvenes naciones que surgieron a la vida como tales un 15 de septiembre de 1821.

El contenido de este libro, titulado “Bicentenario”, escrito por el dos veces canciller Carlos López Contreras, refleja un conocimiento amplio del autor, quien pone en perspectiva temas muy antiguos y otros contemporáneos que son analizados con rigor histórico.

Estoy convencido que este documento será de mucha utilidad para las nuevas generaciones, a quienes las circunstancias no les han permitido conocer toda la trayectoria de Honduras.

Es así que vemos con tristeza que los actuales planes de enseñanza, han omitido muchas de las asignaturas que anteriormente se impartían, lo que ha dado por resultado que la ignorancia prevalezca, sin que haya un deseo manifiesto de enmendar lo que está incorrecto.

El autor no se limita a narrar acontecimientos en el istmo centroamericano, sino que, nos presenta situaciones de carácter mundial, que inciden en mayor o menor medida con nuestros países.

En una era como la actual, cuando todo se sabe casi en el momento en que está sucediendo, es lógico que esos acontecimientos interesen a todos los pueblos de la tierra y ya nada nos es extraño.

Antiguamente, teníamos que esperar que los medios de comunicación reprodujesen lo que transmitían las agencias norteamericanas United Press y Asociated Press y en ocasiones otras agencias internacionales, pero en nuestros días todo fluye con enorme rapidez.

Eso ha hecho que todos los pueblos del mundo conozcan lo que está pasando, analicen conforme a su criterio una cantidad de acontecimientos que con frecuencia sobrepasa nuestra formación de sucesos del mundo.

No deja de llamar la atención, que se haya tratado el tema de los tan conocidos huracanes Eta e Iota, como factores que han tenido una singular importancia en nuestro país y en alguno de los vecinos. Y es que no se puede ignorar el fenómeno que la comunidad internacional reconoce, como es la vulnerabilidad de nuestro territorio ante huracanes y tormentas tropicales.

También trata y con un sentido crítico muy acertado lo que ha significado un organismo regional del cual se esperaba mucho, como es el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), haciendo notar la poca trascendencia que tiene esa entidad a la hora de buscar soluciones ante las emergencias.

Quiero hacer notar que, con la honrosa excepción del Banco Centroamericano de Integración Económica, los organismos que supuestamente coadyuvarían a fortalecer los procesos de integración regionales, han resultado un fiasco puesto que se han convertido en un refugio de burócratas con buenos sueldos y malos resultados.

La pandemia originada en China con el nombre de covid-19 es objeto de un estudio actualizado y sobre todo destaca la labor del personal médico, que ha tenido no solo el valor de enfrentarla, sino también la capacidad creativa e innovadora en el campo científico que ha sido reconocido especialmente en Europa.

El siglo pasado, a finales del mismo, fue para Centroamérica muy nefasto, al encontrarnos con conflictos internos focalizados en Guatemala, de larga data, en El Salvador una guerra civil con todas sus consecuencias y para rematar la revolución sandinista en Nicaragua.

Aun cuando esos conflictos eran de carácter local, la trascendencia abarcaba a todos los países centroamericanos, que sufrían consecuencias no buscadas y que incidían ante los ojos del mundo.

Analiza con mucha objetividad el papel de la Maccih, que llegó a Honduras con muchas esperanzas pero que se excedió en sus facultades, pretendiendo ocupar el papel que correspondía al sistema judicial de Honduras. Sobre el tema hay mucha controversia, porque también los intereses afectados no son pocos, pero el método no fue el adecuado para combatirlos.

En otras palabras, considero que este libro “no tiene desperdicio”, por lo que estoy convencido que será una fuente de consulta permanente, para conocer etapas fundamentales de nuestra vida y darle un contenido a estos trabajosos doscientos años en los que hemos transitado, muchas veces con aciertos y otras con estruendosos fracasos, pero que son normales en la ruta emprendida por todas las naciones del mundo, muchas de ellas con gran experiencia y otras que todavía siguen dando trompicones sin avizorar un futuro promisorio.

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