Comisión de Transición: Xiomara Castro formaliza petición de oficina anticorrupción a la ONU

La presidenta electa, Xiomara Castro, formalizó la petición de una oficina anticorrupción en Honduras ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para transparentar el manejo de los recursos y llevar a la cárcel a los corruptos, aseguraron miembros de la Comisión de Transición.

Esta oficina tendría parecidas funciones para perseguir los delitos de cuello blanco de la desarticulada Misión de Apoyo Contra la Corrupción en Honduras (MACCIH), que operó entre el 2015 al 2018 en el país.

“La presidenta electa ya se reunió con la representante de la ONU en Honduras (Alice H. Shackelford para pedirle apoyo en el funcionamiento de una oficina anticorrupción, ya sea como la MACCIH o la CIGSI en Guatemala”, afirmó Marcio Sierra, parte del equipo de transición.

El economista aseguró que una comisión de este tipo traería mejores de niveles de credibilidad al futuro gobierno además de frenar las redes de corrupción imperantes en las instituciones públicas y que a su juicio le roban al país más de 70 millones de lempiras al año.

Sierra dijo que, si tan solo pudiera reducir un 20 por ciento de ese dinero público, sustraído la nueva administración, dispondría de unos 14 mil millones de lempiras frescos para inversión social en salud y educación.

El experto señaló también la necesidad de desbaratar el aparato burocrático actual con salarios onerosos por encima de los 200 mil lempiras, de tal manera que ningún funcionario público gane más que la mandataria.

Al respecto, el directivo empresarial e integrante de esta comisión de transición, Pedro Barquero, aseguró que han inicio el contacto con asesores de la ONU para implementar en el nuevo gobierno mecanismo de transparencias en las compras y contrataciones del Estado, ya que es por esta vía donde se produce la corrupción.

Barquero también recalcó que la virtual presidente trae un compromiso fuerte en combatir la corrupción, como un anhelo de los hondureños expresadas en las urnas. Reveló que cuatro de cinco mensajes que recibe en sus redes tienen que ver con hondureños preguntando cuándo van a meter a los corruptos a la cárcel.

Al respecto, Barquero aclaró que Castro no trae sed de venganza ni rencores contra nadie, pero sí la misión de castigar a quienes haya saqueado el erario público, además de desarticular muchas redes de corrupción que siguen operando en la administración pública.

Barquero también reiteró que el nuevo gobierno será de austeridad, comenzando por la toma de posesión que será sencilla y cuyos recursos para el montaje de la ceremonia serán gestionados entre la cooperación internacional.

Aunque Barquero no lo precisó, la comisión maneja cuatro posibles lugares para ese evento, entre ellos Tegucigalpa, San Pedro Sula, Santa Barbara y Olancho, como un reconocimiento de la presidenta electa a estos departamentos donde recibió una votación abrumadora.

Por su parte, el subcoordinador de la comisión de transición, Hugo Noé Pino, señaló que el combate a la corrupción será decisivo para equilibrar las finanzas públicas, ya que el gobierno saliente deja amarrado muchos contratos como las de la ENEE y hasta los rayos X de la Portuaria.

A esto se suma, dijo, la carga fiscal con los nuevos acuerdos a empleados públicos sin una base presupuestaria y los 50 millones de lempiras anuales que se destinará con la Ley de Protección de Dignatarios, publicada en La Gaceta en las últimas horas. (EG)