Empleos e inversión: dupla indispensable para la calidad de vida

Por: Ivonne Tábora
Licenciada en Periodismo, relacionista pública, administradora de redes sociales.

Con una ubicación estratégica envidiable, una moderna infraestructura portuaria y aeropuertos certificados, 10 Acuerdos Comerciales Regionales (ACR), con acceso a 40 países, una fuerza laboral activa, que permite competir con mercados a nivel mundial importantes, Honduras se posiciona como un país potencialmente atractivo a las inversiones nacionales y extranjeras.

El país cuenta con los precios logísticos y costos de exportación más bajos de Centroamérica, mano de obra competitiva, ocupamos el cuarto lugar como exportador mundial de prendas de vestir al mercado de Estados Unidos de América, y sumado a que solo por concepto de inversión extranjera directa, ingresaron al país 478 millones de dólares en el primer semestre de 2021, según el Banco Central de Honduras, con una recuperación en un 60% en ventas locales, así como la exportación de bienes y servicios que impulsaron una mayor reinversión de utilidades, a pesar de vivir una pandemia que aún no se va, y el paso de las tormentas Eta e Iota.

Asimismo, las inversiones en el sector de manufactura, aeropuertos, Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE), entre otras, tienen entre sus objetivos atraer la inversión extranjera y permitir un crecimiento acelerado mediante la generación de empleos.

Recientemente leí la historia de un joven trabajador, ebanista de oficio, actualmente beneficiado con un empleo, por medio de una concesionaria de inversión extranjera en el país, hoy le está yendo muy bien, gracias a que tiene un trabajo, que le permite llevar el sustento a su familia, sin embargo, es claro que existe la preocupación de perder todo y volver a ser un desempleado si los cambios políticos en el país no se ejecutan de la mejor manera.

Así como este humilde hombre, hay miles de hondureños que han sido beneficiados con un empleo digno, mediante empresas o inversiones que han apostado venir a Honduras, y es que en los últimos días se ha venido ventilando cierta inconformidad con algunas concesiones otorgadas, por ello las nuevas autoridades de gobierno, no deben obviar que hay miles de familias dependiendo de estos nuevos trabajos, y que independientemente de qué gobierno de turno promovió estas inversiones, hay que valorar sus beneficios, especialmente si los mismos inciden en mejorar la calidad de vida de los que menos tienen.

Según estudios, la pobreza en Honduras podría aumentar en más de 70 por ciento, en este año por causa de las secuelas de la covid-19, que incrementó el alto costo de la vida y el desempleo, de allí la importancia hoy de cuidar los empleos ya existentes.

Se ha advertido por varios sectores y expertos en temas económicos que se requiere de mayor confianza y seguridad jurídica para atraer nuevas inversiones, sin olvidar en este caso también el cumplimiento a las responsabilidades ya adquiridas, pues si no lo que vendrían son demandas y sobre todo una gran fuga de empleos.

No cabe duda que las inversiones ya sean nacionales o extranjeras, son vitales para el desarrollo económico de un país, pero las mismas requieren de ciertos requisitos como una fuerza laboral calificada y regulaciones transparentes, entre otras cosas.

Por otra parte, el brindar seguridad jurídica en este momento es crucial, las decisiones que se tomen, no solo afectaran a las inversiones que actualmente están establecidas, sino a las futuras, pues es una garantía mantener el respeto a los derechos de todas las personas y sus bienes, y así los inversionistas que quieran venir al país, podrán tener la certeza que sus capitales, o transacciones están seguros.

El desarrollo económico regional depende en gran manera en reducir los trámites y barreras comerciales y asimismo aumentar esta seguridad jurídica, así que lo ideal creo que será que el nuevo gobierno dialogue, negocie para llegar a acuerdos, sobre todo beneficiosos para el pueblo, no podemos retroceder en lo que hemos avanzado, y el país no está para ahuyentar la inversión, sino atraerla.

Cualquier desavenencia o desacuerdo, con inversionistas ya operando en el país, se debe solucionar bajo el marco del debido respeto, que permita abrir caminos a nuevas inversiones, de esta forma se podrá generar más empleo y cambiar la vida de muchos hondureños.

Dios bendiga a Honduras!

@Ivonnetabora, [email protected]