NO LEER Y “LA RIQUEZA INMATERIAL”

MA
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18 de diciembre de 2021
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12:25 am
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NO LEER Y “LA RIQUEZA INMATERIAL”

QUIENES no leen, ni se esfuercen haciendo la apangada. A estas alturas de su vida si así se sienten a gusto, el consuelo es que no están solos; son parte del montón. Satisfizo encontrar conceptos similares a lo planteado en la introducción de nuestro libro Los Idus de Marzo. Decíamos allí: Pocos leen y menos aún, muestran interés de actualizarse. Hoy se escribe para un público reducido. Más como anotaciones de un diario íntimo, que para ilustración útil de la colectividad. Desafiando la indiferencia de la “sociedad líquida” de Zygmunt Bauman. De las “chatarras” de los “chats”, de zombis hipnotizados por sus pantallas digitales. El acento puesto en lo trivial, el énfasis en la frivolidad. El analfabetismo pasó de ser una limitante de una mayoría que no sabía leer ni escribir, a una ironía de quienes, aun sabiendo hacerlo, nada sustancioso leen y nada valioso escriben. Descendimos de una carencia atribuible a los flagelos de la pobreza material a otra peor, imputable a la pobreza intelectual. En palabras del escritor, catedrático y periodista colombiano Mario Mendoza Zambrano, destacado por su particular estilo de narrar la actualidad a través del realismo degradado:

“Yo creo que el que no lee, vive una vida: la suya”. “Y estar atrapado en sí mismo es de una enorme pobreza”. “Da pesar”. “El que lee vive muchas”. “Y esa multiplicidad del que lee, yo creo que es lo que a uno tanto lo seduce y tanto lo atrapa”. “Las nuevas medidas de Naciones Unidas hablan ya no de dinero”. “Es decir, una persona con mucho dinero no necesariamente es una persona rica”. Estamos hablando de “patrimonio inmaterial”. “Eso, ‘patrimonio inmaterial’ significa lo que tenemos en la cabeza”. “Lo que hemos leído, lo que sabemos, lo que conocemos”. “Entonces hay gente que tiene camionetas cuatro puertas, fincas, casas, apartamentos, cuentas en el extranjero, y en las nuevas medidas de Naciones Unidas, son indigentes”. “No tienen ninguna repercusión, no nos iluminan para nada, no significan nada”. “Entonces no es importante ya ese camino afanoso por hacer plata, por triunfar, por escalar socialmente, por subir”. “Yo lo que le diría a las nuevas generaciones es: vístete de cualquier manera, compra cualquier celular, no importa, anda por la calle a pie pero, ojo con lo que tienes adentro”. “Porque la nueva riqueza es esa; es inmaterial”. “Y yo creo que un país encaminado en esa línea sería muy distinto del que tenemos”. Entonces, una persona que no tiene un solo libro en su casa –(o aunque tenga muchos y no lea ninguno)– es una persona que fomenta o patrocina de alguna manera la miseria”. “Aún teniendo mucho dinero”.

“Los que no leen, es lo que bordea lo que llamamos el “analfabetismo funcional”. Es decir, gente que sabe leer y escribir en teoría, pero nunca pasa por una librería y nunca compra un libro”. “Las tasas internacionales para medir un pueblo, ya no es la riqueza del producto interno bruto –importaciones, exportaciones, petróleo, ganado, lácteos– ya no, no es eso”. “La riqueza de un pueblo está ligada al patrimonio inmaterial, y ello es la tasa de doctorados, la tasa de libros per cápita al año, la tasa de maestrías”. “Y un país es fuerte y rico a nivel internacional si tiene un contacto potente con la educación y con la cultura”. “La lectura es un descubrimiento sorprendente”. “Es el descubrimiento que yo puedo ser muchos, que yo puedo ser varios”. En que yo puedo ser Rodión Raskólnikov en Crimen y Castigo, y asesinar de repente una miserable mujer y a su hermana en un momento de terror y de pánico, porque no estoy preparado”. “Puedo atravesar África con los personajes de Rider Haggard, puedo ser un suicida en un cuento de Hemingway, puedo ser Madame Bovary”. “El que lee es muchos, el que lee se multiplica, se subdivide, prolifera”. “La riqueza de una persona que lee no es su dinero, ni su ostentación, ni sus marcas, ni sus carros”. “La riqueza de una persona que lee es que uno nota y percibe inmediatamente esa multiplicidad, y eso es lo que uno envidia en una persona que lee mucho”. “Tiene un riqueza y una multiplicidad interna que es sorprendente”. “Lo primero es pasión, y la sorpresa y maravilla de entender qué es lo que significa eso”. “Y después, creo que es una iniciación de orden religioso”. (A propósito de lectura. El Sisimite, es parte de nuestra tradición oral. Si bien la leyenda refiere que se trata de un ser sobrenatural relacionado a andanzas que asustan, hay otra versión más generosa en la mitología hondureña. Relatos que lo asocian al dios maya de la lluvia Chaac, invocado por los pueblos mayas para obtener buenas cosechas).

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