Sergio A. Membreño Cedillo, asesor del PNUD: “El ciudadano estaba cansado de tanta retórica”

MA
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18 de diciembre de 2021
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01:05 am
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Sergio A. Membreño Cedillo, asesor del PNUD: “El ciudadano estaba cansado de tanta retórica”

Pocas personas en Honduras conocen el informe del IDH del PNUD como Sergio Membreño Cedillo, quien ahora promociona el recién salido del horno para presentarlo en el primer trimestre del 2022. El último documento de este tipo fue publicado en 2010 y después de una explicación abrumadora, pero sin la arrogancia de otros académicos, este experto deja bien claro que seguimos cuesta arriba como país: Multicrisis, más de dos millones de hondureños en la diáspora, ausencia de liderazgo en la clase política, retroceso de 1.5 años de escolaridad por la pandemia y una corrupción sistemática, acompañada de una desigualdad que ha bajado tan solo siete puntos en 20 años, la peor del continente. ¿Hay algo positivo en este documento?, “sí, pero déjame que lo presente el otro año para no quitarle el interés”, dice. Así, este economista de Harvard aprovecha para contarnos que nació en México, pero es hondureño de toda la vida y sobrino lejano del poesta Alfonso Guillén Zelaya por el lado paterno. Además, aunque le da pena decirlo por el machismo imperante, tiene una gran debilidad: le gusta la jardinería.

–¿No lo aburre presentar tantos informes de este tipo?
Te aclaro estuve presente en otros informes, pero este es el primero que coordino.

–Desde que lo conozco siempre lo he visto en esto, ¿ha trabajado en otra cosa?
Claro, a lo largo de mi vida he tenido siete trabajos, en bancos, sociedad civil, organismos internacionales y aunque no me gusta decirlo por el machismo, pero me gusta la jardinería.

–Lo recuerdo liderando con Jefry Avina las reformas electorales del 2004, ¿produjo los resultados que se plantearon en ese entonces?
Creo que los esfuerzos del 2004 sí produjeron efectos positivos, pero no de larga data, o sea, del 2004 al 2009, luego entramos en la crisis política por el golpe de Estado y nuevamente volvimos a caer y no hemos salido totalmente de esa crisis.

–¿Cree que sigue pendiente resolver la crisis del 2009?
Aunque hay gente que cree que es tema del pasado, pero la reconciliación sigue pendiente. Fui secretario ejecutivo de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación con el doctor Eduardo Stein y te digo que a la fecha ese es un tema aún pendiente en la agenda hondureña.

–¿Para qué sirven estos informes de IDH?
El IDH, al construirse colectivamente, es también un instrumento de esperanza. Una esperanza ciudadana que se organiza, piensa, articula, vive y se comparte diariamente y que conduciría a una Honduras transformada.

–¿Tiene alguna connotación presentarlo en este momento?
Es un contexto de país sumamente complejo, venimos de problemas estructurales no resueltos, profundizados por el COVID-19, se puede definir como una multicrisis, y en ese sentido claramente con el proceso electoral se abren espacios y oportunidades de cambio.

–Muchos gobiernos ni los leen, ¿aspira a que el gobierno entrante lo tome en cuenta?
Estamos conscientes que un informe si solo es técnico y académico y no hay un trabajo de incidencia, se va a convertir en un buen documento para la biblioteca. La diferencia que tenemos es que esta vez nosotros trabajamos con muchos sectores y muchos liderazgos y estamos creando un comité de seguimiento de las propuestas, entonces vamos a tener gente influyente de la empresa privada, de la sociedad civil y de la academia para apoyar estos procesos, incluyendo la diáspora hondureña.

–¿Hay plazos fatales si se quisieran aplicar las recomendaciones del informe?
Se trata de un enfoque de largo plazo que no podemos seguir con una visión de un año o incluso de cuatro años, tiene que haber una visión de más largo alcance y claro esto implica concertaciones políticas porque no sabemos si el actual gobierno se va a mantener cuatro, 8 o 12 años, pero es necesario para el país tener una visión de mediano plazo a largo plazo.

–Vamos a los hallazgos, ¿qué se puede adelantar?
Parte de los hallazgos tienen que ver con aspectos centrales del Estado de Derecho como por ejemplo la importancia de la descentralización en un país que concentra el poder en la capital y en San Pedro Sula y las reformas político-electorales que son inconclusas.

¿Hay otros indicadores que resaltan por encima de los otros?
La transparencia es un desafío enorme para el país por los elevados niveles de corrupción que se vienen acumulando, no solo en los últimos períodos sino históricamente, la corrupción es sistémica en el país y no es una corrupción que solo es de la clase política o el sector empresarial, sino que abarca toda la sociedad hondureña.

De la multicrisis, ¿cuál es la primera por resolver?
Creo que las reformas político-electorales, que se ha ido acumulando en los últimos 12 años. Creo que debe haber acuerdos de país pero obviamente hay otros temas inmediatos como el ingreso, la deuda interna, inversión pública y la imagen internacional.

¿Qué pasa con las masivas migraciones en este contexto?
La respuesta es que no hay oportunidades. Una de las interrogantes que más le pongo atención en las encuestas es cuando se le pregunta a la gente si usted tuviera la oportunidad de irse de Honduras, casi un 60% dice que sí. Yo creo que es una señal preocupante para el país que más de la mitad de la población te diga que se quiere ir.

¿Cómo anda el país en liderazgos políticos?
El latinobarómetro, que mide la confianza en los partidos políticos, refleja un 13%, el más bajo de América Latina no solo en la clase política sino en el sector empresarial.

¿Hay posibilidades de formar nuevos liderazgos?
Sí, entre esos 500,000 jóvenes que se dice que votaron en algún momento y que no pertenecen directamente a un partido, yo creo que ahí está el germen del futuro y la esperanza hondureña, obviamente, no es un cambio de la noche a la mañana, pero creo que por ahí viene uno de los aspectos que nos puede dar una posibilidad futura.

¿Mide el informe si efectivamente se ha reducido la pobreza en estos 20 años?
Han habido leves mejorías, pero no ha sido suficiente y seguimos en el nivel intermedio del índice de desarrollo humano, en los últimos 20 años las desigualdades han bajado cerca de 7 puntos, si los pudiéramos ver en una gráfica del 2000 al 2021 vas a ver que sí va subiendo, pero a un nivel insuficiente a los de otros países que se han posicionado mejor como El Salvador. Tenemos cerca de 67% de los hogares hondureños viviendo en pobreza.

¿Cuál sería la causa?
Los indicadores reflejan que el 20% más rico del país posee el 52% de todo el ingreso y el 20% más pobre del país recibe solo el 3%. Honduras es el país junto a Colombia y Brasil más desiguales de América Latina.

¿Cuál ha sido el impacto de la pandemia en la educación?
El hecho de que no se pudo recibir clases presenciales por los jóvenes y los niños más o menos 500,000 hondureños no pudieron participar, lo que significa una pérdida de por lo menos 1.5 de años de escolaridad por el impacto del COVID-19 en Honduras.

¿Cómo estamos en conectividad?
Hay una brecha muy clara de los niveles de cobertura de internet, banda ancha menores en Honduras que en el resto de Centroamérica y el resto de América Latina.

¿Hay cosas positivas en este informe que nos ha pasado como país en estos 20 años?
Claro, uno de los elementos importantes y el más positivo es el rol de los jóvenes. En la medida que se contribuye a esos liderazgos transformadores a través de la formación y la capacitación realmente uno tiene potencialidades para cambiar el país en el mediano plazo. Y lo otro es buscar generar puentes con la diáspora hondureña, hay más de 60,000 profesionales con licenciaturas y maestrías fuera de Honduras.

¿Pero cómo? ¿Por medio de los consulados?
No pueden ser los enfoques convencionales, pero tampoco se trata solo de saber cuántas remesas te están mandando, tenemos que pensar más de eso, hay otros países que han tenido diáspora y de alguna manera han sido más creativos.

¿Qué proponen en este informe?
Tenemos propuestas concretas, necesitamos ministros en cada área y el caso de la educación debe recuperar la escolaridad y no solo recuperarla sino ser capaz de ir a un nivel de crecimiento mayor con la presencialidad.

¿Qué lecturas hace de las elecciones generales?
Me parece que la lectura es que el ciudadano quiere cambio en el país, que de alguna manera estaba cansado de tanta retórica y de la gestión gubernamental y quiere ver nuevos horizontes, creo también que la lectura es que esa masa de jóvenes votantes que antes pertenecían a un partido X por sus padres ahora votaron independiente y quieren ver otras opciones.

¿Cree que estos jóvenes sigan incidiendo en los procesos electorales futuros?
Creo que va a haber una ciudadanía con más incidencia y con más capacidad de decirle al próximo gobierno “si ustedes no cumplen, nuestro voto no está matriculado con su partido”.

¿Cómo deben ser esos 100 días del nuevo gobierno?
Sé que está aplicando el tema de los 100 días en base a sus prioridades, eso es importante, pero necesitamos ver un horizonte de más largo alcance y el tema de la unidad y la reconciliación del país es un desafío clave.

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