Jorge Lanza llora tras empeñar carro casi al borde de la quiebra

El dirigente transportista Jorge Lanza lloró amargamente este domingo a través de radio HRN al confesar que se vio obligado a empeñar su carro por 150 mil lempiras para cubrir deudas pendientes entre la indiferencia del Instituto Hondureño del Transporte (IHTT) que no les ha cumplido acuerdos financieros pactados hace varios meses.

Mientras, rompía en llanto, Lanza advirtió que el servicio de transporte urbano se paraliza el lunes en horas del mediodía, en Tegucigalpa, capital de Honduras.

“Nos sentimos engañados por las autoridades del Instituto Hondureño del Transporte Terrestre”, expresó la fuente, al referir que no han cancelado el bono, la devolución por el pago de la matrícula de 2020 para enfrentar el impacto de la pandemia y no han dado el apoyo económico para conductores, una deuda que asciende a 125 millones de lempiras solo en el Distrito Central.

Lanza, propietario de la flota de autobuses que ha estado inactiva en el trayecto hacia la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), reveló que acaba de empeñar su carro y ahora se conduce en uno prestado, mientras su casa la tiene comprometida por las deudas con la banca.

El empresario capitalino no pudo contener las lágrimas, al recordar una llamada del banco en la que le advertían que estaba a punto de perder la casa. “Le hacemos de güevos (esfuerzo) porque ya no sabemos qué hacer”, confesó Lanza quebrantado de salud, al grado de creer que todo llegó a su fin.

“Nos cansamos de andar rogando y lambisqueando, no queremos que nos regalen nada, es algo que nos hemos ganado”, agregó Jorge Lanza para luego referir que su situación la viven también al menos 450 colegas del transporte urbano.

Para rematar la indiferencia del gobierno saliente, denunció Lanza, la administración entrante no les para bola, afirmando que el alcalde electo del Distrito Central, Jorge Aldana, ni siquiera le contesta las llamadas para plantearle la problemática que enfrentan en este rubro. (WH)