A trabajar en equipo por Honduras

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20 de diciembre de 2021
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12:01 am
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A trabajar en equipo por Honduras

PREVISIÓN Y SEGURIDAD

Por:José Antonio Pereira Ortega
Coronel ® [email protected]

Se puede tomar por compañera a la fantasía, pero se debe tener como guía a la razón.

Samuel Johnson (ensayista, poeta y filósofo inglés).

Independientemente de todas las suposiciones y predisposiciones respecto del proceso electoral, y que, para alegría de todos los hondureños, este se llevó a cabo exitosamente y lo más notable sin desórdenes, disturbios o acontecimientos violentos, lo cual, es digno de felicitación para las autoridades encargadas del proceso y para todos los hondureños por su masiva participación, que asistieron sin miedos, motivados por el deseo de cambio y de cumplir con su obligación ciudadana de ejercer el sufragio.

No cabe duda, que las crisis de cualquier índole, generan estados de confusión, decepción y desconfianza, lo cual puede desembocar en estados anímicos malignos, pudiendo elevarse a situaciones de desesperación, que puede sumarse al estado de indefensión que se vive cuando la inmoralidad desdibuja la autoridad en los operadores de justicia, obligando a los responsables del manejo de la crisis a tomar medidas que puedan sortear los problemas derivados de la propagación de miedos colectivos infundados o producidos.

Sin ir más lejos es meritorio destacar que lo acontecido fue extraordinario, fue notable el resultado para la Alianza (Libre, PSH, liberales independientes, etc.), que se alzó con un triunfo inobjetable, muy por encima de sus más cercanos contendores, evidenciando con ello la decadencia del otrora bipartidismo tradicional de Partido Nacional y el Partido Liberal y desnudando a los “partidos maracas” que confirmaron su papel de comparsas en el proceso, a cambio de la millonaria recompensa disfrazada en una onerosa deuda política, que destaca por la opacidad de su intención.

De ahí que, es conveniente no desperdiciar mucho tiempo en la celebración por el avasallador triunfo, que no se puede desestimar y se entiende el regocijo, pero el trabajo por delante es grande y se debe ponderar su gran importancia, entendiendo que se deben canalizar adecuadamente los esfuerzos dando paso al esfuerzo de unificación, conformar equipos de alto rendimiento pro Honduras, presentar y desarrollar planes enfocados en las necesidades y en prioridad de los escasos recursos que le dejan a disposición, partiendo que terminó el tiempo de prometer y ahora hay que esforzarse por cumplir, con un reto tan disímil porque las necesidades son muchas y repito los recursos son insuficientes.

Esta condición de mutua dependencia, marcará pautas en la gobernanza, entendida esta como un proceso serio, que no da espacios a las aventuras propias del poder, importa la satisfacción de las necesidades y bienestar de la persona humana, lo demás es superfluo, ese fue un error en la administración del expresidente Zelaya y se repitió con el Presidente Hernández, cometiendo yerros seducidos por el poder absoluto y eterno, errores que nos tienen en una situación de desencanto por las administraciones políticas que priorizaron la seducción por el poder como una manera de enriquecimiento desmedido.

Visto así, cabe destacar que la razón debe prevalecer sobre la fantasía, hacer a un lado los sueños, recordar que la esperanza no es un método, eso ya no cabe y debe meditarse al respecto, no se trata de pesos y contrapesos ideológicos se trata de cómo rescatar un país con una población cargada de necesidades sustanciales, precedidas de inequidades profundas, y que con la actitud del actual gobierno generó un desencanto contra ellos, causó hartazgo, el desempeño de funcionarios que se deslumbraron con el poder y el acceso a riqueza ilícita, estatizando la corrupción y ensanchando la pobreza ya establecida en rangos de miseria.

Es oportuno reconvenir a los nuevos escogidos por el pueblo que son mandantes, responden al pueblo que los eligió, no ampararse en el triunfalismo de su liderazgo individual o del partido, no se puede ocultar que el pueblo llegó abrumadoramente a votar en contra de lo que estaba pasando en Honduras en lo social, político y económico, subrayado en la grosera situación que vivió una gran mayoría de la población en los ciclos iniciales de la pandemia de la COVID-19, desprotegidos en el área de seguridad hospitalaria, seguridad alimentaria y seguridad personal, una respuesta injusta y plagada de vicios que terminaron en sendos actos de corrupción como ser la compra fallida de hospitales, así como las compras inadecuadas de medicamentos y de equipos de protección personal para el personal de salud en primera línea, hechos que más que constituirse en actos delictivos son también actos inmisericordes en contra de seres humanos en peligro.

En cualquier caso y amparado en la libertad de opinión y reclamando el efecto de mi voto, me permito sugerir a las nuevas autoridades electas en todos los niveles, que es necesario pensar en el futuro de Honduras sin más compromisos que con su pueblo, promover y construir la reconciliación, tan necesaria para reunificarnos y trabajar en equipo seleccionando sus colaboradores indiferentes de su membresía partidaria, basta con que tenga probada capacidad y experiencia para obtener el rendimiento esperado, no diluir esfuerzos en las masas de activistas.

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