Lo lamento, pero tengo que insistir

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27 de diciembre de 2021
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12:04 am
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Lo lamento, pero tengo que insistir

Por: Otto Martín Wolf

En mi columna anterior hice una rápida visita histórica, más que todo ilustrativa, a todos aquellos dioses que, en la antigüedad, nacieron un 25 de diciembre y, también, al origen “pagano” de las festividades que, a lo largo de la historia, se han realizado en esa fecha.

No pretendía establecer una polémica por este medio (aunque nunca renuncio a un buen debate), pero un sacerdote católico se vio particularmente afectado por mi recuento histórico y publicó un comentario sobre el asunto.

Acepta el prelado que, en efecto, tal como yo lo escribí (que también es la verdad histórica) en el Nuevo Testamento no se menciona la fecha del nacimiento de Cristo.

De igual manera acepta que el origen de esas festividades tiene que ver con la celebración legendaria al dios sol y que otros -como el dios Mitra- también nacieron en esa fecha quien, casualmente, también era hijo de una virgen y fue visitado en su cuna por tres hombres sabios con regalos.

Los antiguos, casi en todas partes del mundo, incluyendo América, tenían conocimiento de los movimientos de la Tierra y las diferentes estaciones, eran indispensables para su agricultura.

Por esa razón, el solsticio de invierno, era particularmente importante de seguir, por marcar el inicio de los días más largos (más luz solar cada día a partir del 25 de diciembre) que alcanzan su máximo en el solsticio de verano, alrededor del 21 de junio.

Por su importancia para la agricultura -repito- el 25 de diciembre era celebrado en la antigüedad.

Fue un emperador romano -Constantino- quien finalmente decidió (unos 400 años después y por petición de la Iglesia Católica), que en esa fecha -25 de diciembre- sería celebrado su nacimiento.

“A confesión de parte relevo de prueba”.

En mi artículo no comenté sobre la divinidad de Cristo ni nada parecido, solo quise dejar bien claro que esa fecha -el 25 de diciembre- era por tradición histórica, la misma del nacimiento de muchos otros dioses antes de Cristo.

Pero el comentario del sacerdote me obliga a meterme en ese tema y tengo que hacerlo utilizando sus propios argumentos.

Empecemos -entonces- por qué la fecha del nacimiento de Cristo es totalmente arbitraria y que, al igual que otras celebraciones religiosas en otras partes del mundo, se estableció para “montarse” en viejas tradiciones.

Ejemplos: En el Cerro de Tepeyac, en México, donde la Virgen de la Guadalupe supuestamente se apareció al indígena Juan Diego.

Mucho antes de la llegada de los españoles en América ya se celebraban ritos religiosos por parte de los mexicas (nombre de los habitantes de Tenochtitlan) para honrar a Tonatzin, la diosa de la fertilidad.

Ahí acudían quienes deseaban tener familia.

Día de Tonatzin? 9 de diciembre. Día de la Virgen de la Guadalupe? 12 de diciembre.

Es una coincidencia que ahí, precisamente, en el Cerro del Tepeyac, apareciera la Virgen de Guadalupe o, como dice la lógica y la experiencia con la fecha del nacimiento de Cristo, que fuera escogido ese lugar para que “milagrosamente” se llevara a cabo todo el asunto del manto y las flores?

Uno cree lo que quiere creer, los fanáticos religiosos aceptan la razón de la sin razón, rechazan la evidencia incuestionable, como sucede con los antecedentes del 25 de diciembre.

Al igual que la Virgen de Guadalupe, cómo es posible que después de la llegada de los españoles, cuando aún no existían del todo límites fronterizos entre los diferentes países, pero en todos ellos, en cada uno de ellos, apareciera una “virgen”, como la de Suyapa, más o menos en las mismas circunstancias: “Un campesino -o varios- se encuentran trabajando y algo se les manifiesta, resulta que después de varios días de repetirse el fenómeno una virgen hace su aparición”.

Esas “vírgenes” no eran otra cosa que pedazos de piedra o madera, como comprobaron aquellos que vieron la Virgen de Suyapa cuando fue despojada de sus vestiduras de oro y joyas.

Cómo no existían vírgenes de ese tipo antes de la llegada de los españoles y la doctrina cristiana?

La lógica -y la experiencia- dicen que todo se trata de un montaje, una obra teatral destinada a engañar a los ignorantes campesinos de la época.

Lo mismo sucede en la actualidad con aquellos que todavía creen en esa clase de milagros y le dan una explicación lógica, perfectamente santa y divina, a la imposición de la fecha de nacimiento de Cristo.

Quiero terminar el asunto ahí, no quiero irritar u ofender las creencias o supersticiones de nadie, pero puedo seguir si se requiere y puedo ser aún más duro, nada más relatando la realidad de las cosas.

Un dato importante: El 27 por ciento de la población del mundo cristiano ha dejado de creer en esa religión y se manifiestan ateos o agnósticos.

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