Palmeros aplauden buenos precios, divisas y empleos
Honduras fue el primer país en Centroamérica que inició el cultivo de la palma africana y desde entonces una historia de éxito ha coronado esa producción, según un estudio.
Como dice la reconocida canción “Yo no olvido el año viejo, porque me ha dejado cosas muy buenas”, directivos del sector palmero hondureño no olvidarán el 2021, sobre todo por sus buenos precios históricos, generación de mano de obra nunca visto en el país y el ingreso de divisas que superarían los 500 millones de dólares.
“Los precios han sido históricos y en generación de empleos nunca habíamos visto un fenómeno igual”, destacó el presidente de la Asociación de Palmeros de Honduras, Héctor Castro.
El comportamiento de mercado internacional resultó excelente para esta actividad económica pese a dificultades que se presentaron con los buques en términos de transporte marítimo convertido en dolor de cabeza para exportadores.
“Insólito nunca lo había visto en mi historia de agricultor, no encontrábamos mano de obra local, tuvimos que salir a buscar obreros a la zona del occidente y oriente de Honduras y al departamento de Yoro para suplir la demanda creciente de trabajadores en este año” agregó Castro.
Previo al cierre de diciembre los palmeros reportaron una producción de 380 mil toneladas de aceite exportable, más la cuota local que anda en 160 mil toneladas, con proyecciones de superar los volúmenes de años anteriores. La tonelada métrica de aceite de palma en el mercado internacional ronda los mil dólares.
Con relación al ingreso de divisas, la economía nacional resultó beneficiada con 360 millones de dólares con metas de captar 500 millones de dólares, consolidándose, así como segundo rubro más importante, después del café y desplazando al banano.
El Banco Central de Honduras (BCH) coincidió con esos buenos indicadores al referir que las exportaciones de aceite de palma sumaron 423.8 millones de dólares, de enero a octubre del 2021, 124.4 millones (41.6%) más que lo observado a octubre del 2020.
Según el informe reciente de comercio exterior, el comportamiento se derivó, en parte, del alza de 60.7 por ciento en el precio internacional promedio, debido a los menores suministros mundiales de aceite vegetal y a la moderada producción de aceite de palma en Malasia, vinculada a la escasez sostenida de mano de obra.
Cadena conformada por 7,300 productores
La cadena agroalimentaria de la palma en Honduras, en la prepandemia, estaba conformada por 7,300 productores, 10 intermediarios, 11 extractores, 4 refinadores, 9 exportadores, 3 distribuidores, según la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG).
Se benefician de la actividad productiva a unas 18,000 familias. El grueso de la producción de palma que genera unos 300,000 empleos entre directos e indirectos, se registra en la zona norte del país, principalmente en los departamentos de Atlántida, Colón, Cortés y Yoro. El aceite de palma y el aceite de palmiste se elaboran a partir del fruto de la palma aceitera.
Sus extraordinarias cualidades nutricionales y características lo convierten en un producto muy empleado por la industria. El aceite es usado en sopas instantáneas, pizzas congeladas, bombones, grasas para freír, glaseados de cacao, cremas de helado, pintalabios, jabones, champús, cremas y detergentes. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) estima que uno de cada diez productos disponibles en el supermercado contiene aceite de palma. Los restos molidos de la cáscara del fruto de la palma se comercializan como alimento para los cerdos.
En Europa, el aceite de palma se utiliza cada vez más para la producción de electricidad y como combustible. Se quema en las denominadas centrales eléctricas de calefacción en bloque, cuyo calor se utiliza para secar el serrín que, prensado y convertido en pequeñas piezas de madera, se utiliza a su vez como combustible de calefacción.
