Por: Guillermo Fiallos A.
Mercadólogo, abogado, pedagogo, periodista, teólogo y escritor.
Cuando los albores de un nuevo año comienzan a despuntar ante nuestra mirada expectante o indiferente, ha llegado el momento de definir nuestras metas, escribirlas y proceder a tomar los controles debidos, para que las mismas se puedan ir verificando y midiendo su cumplimiento, a lo largo de los 12 meses que conlleva un ciclo alrededor del sol.
No es fácil tomar tiempo para uno mismo y reflexionar sobre lo que se puede lograr en los próximos 365 días. En algunas ocasiones, es porque no le damos la importancia a esta labor, o pensamos que las gracias y favores caerán del cielo ya que somos merecedores de los mismos, o que la suerte nos va sonreír, o, simplemente, que los asuntos llegarán por inercia inevitable a la existencia de cada uno.
Es necesario que tomemos conciencia de nuestro conducir para no dejar casi nada a la improvisación o ser como la veleta de los aeropuertos, que se mueve hacia donde la llevan los vientos. Cada persona debe establecer sus prioridades para el siguiente año y así, tendrá mayor posibilidad de alcanzar sus sueños que dejando todo a Tique, la deidad mitológica griega de la fortuna y del destino.
No podemos jugar con lo más importante que es: nuestra vida; ni dejarla a las caricias de los solsticios ni a los aromas de los equinoccios. ¡Es tiempo de actuar y pensar en invertir en este futuro cercano que ya está tocando a las puertas! A manera de ejemplo -sin que ello sea definitivo-, podemos definir las metas en cinco grandes áreas:
Financiera: es vital que nos preguntemos cómo pensamos administrarnos. La economía nacional y mundial, no presenta un buen panorama por lo que debemos tomar las medidas conducentes para tratar de subsistir con dignidad, pero con menos dinero. Ello, implicará, dejar de lado ciertas actividades o gastos de los cuales se puede prescindir. ¿Cómo cuáles? Solo usted lo sabe ya que determinará hasta cuánto puede limitar o alterar su presupuesto.
Productiva: implica la relación que tenemos con los diferentes medios para ganarnos la subsistencia y convertirnos en seres más valiosos para una sociedad, que necesita de nuestro trabajo, productos o servicios. ¿Habrá alguna manera de realizar una labor extra para la cual se tiene destreza, pero que se encuentra adormecida? Es hora de generar más ingresos pues se pueden avecinar días nublados con borrascas considerables. Despierte su creatividad y piense en posibilidades que hasta ahora no ha explorado.
Social: su relación con otras personas y redes de contactos son importantes para tener una existencia más plena. No se aísle del mundo. Busque cómo prepararse más, estudie, tome algún curso, participe en experiencias edificativas y formativas que le redituarán no solo en lo económico, sino, en su satisfacción personal. Se ocupa de su preocupación y solidaridad por los otros, en un mundo tan golpeado por el dolor y la indiferencia.
Esparcimiento: recuerde que la vida no solo es pensar y trabajar. Usted, necesita del elemento de la diversión para tomar oxígeno, en medio del estrés y la rutina diaria. No desaproveche cualquier momento, para relajarse, poder contemplar y disfrutar esos detalles que le dan energía a su caminar por todas esas veredas no tan fáciles que le toca transitar. Trabaje en sus emociones, no las deje a un lado ni relegadas, pues ellas le permiten triunfar o fracasar ante los retos del destino. Cuide de su salud física y mental.
Espiritual: a esta área es la que solemos darle la menos importancia pues consideramos que el auxilio de lo alto siempre lo tendremos; sin embargo, no solo consiste en creer en Dios, sino, en cultivar su relación con ese ser supremo para poder enfrentar los desafíos -cada vez más duros e insospechados-, que se le presentan. Con nuestras fuerzas humanas resulta -en incontables ocasiones-, infructuoso guiar el velero y nos quedamos estancados sin vientos a favor para continuar navegando. Sea que usted llame a ese poder sobrenatural: Dios, espíritu, fuerza renovadora, etc., no deje de apoyarse, cotidianamente, en el mismo.
El anterior, solo es un corto esquema de las áreas en la cuales puede laborar, intensamente, durante los 12 meses del año. Puede haber más, según las exigencias de cada quien. Obséquiese tiempo para exponer y escribir sus metas. Dese la oportunidad de demostrarse que se quiere a sí mismo, y que se preocupa por la renovación de ese regalo que tendrá en el 2022: su propia vida.
¡Éxitos y bendiciones en este año nuevo!
