La temática de la pandemia y mayoría de casos en no vacunados

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2 de enero de 2022
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12:02 am
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La temática de la pandemia y mayoría de casos en no vacunados

Por: José Rolando Sarmiento Rosales

Comienzo por expresar que no siendo médico ni científico, solo periodista deseoso de cumplir con la obligación de informar, orientar y educar, sensibilizado con los estados de salud necesarios para vivir normalmente, aprendidos desde mi infancia cuando apenas empecé a leer corrido en el primer grado de la escuela primaria, para demostrarlo en el aula de clases utilizaba los textos de noticias publicadas por el periodista progreseño Martin Baide Galindo, en su revista En Marcha, que semanalmente le llevaba a mi madre Laura Rosales, su amiga de la infancia, a la par me nutria del libro que heredé de mi fallecido padre Adán Sarmiento Lagos: El nuevo médico de la familia, editado en 1925 por doctores estadounidenses de California, con cuyo contenido se aprendía a conocer diversas enfermedades, cómo protegerse de ellas y qué tratamientos y medicamentos aplicar para su curación, razón por la que tengo inclinación hacia los temas de la medicina, pero reconozco no vocación para la profesión de galeno, sí para periodista y comunicación radiofónica con mi compañero Víctor Antonio Handal.

En la época del doctor Enrique Aguilar Paz como ministro de Salud, en sus visitas a San Pedro Sula, a las instalaciones de la Región Sanitaria y en las inauguraciones de Centros de Salud como en el de la aldea de Monterey, Choloma, y otras comunidades del Valle de Sula, despertó en nosotros los periodistas que cubríamos la fuente de Salud, el interés por tan noble actividad para la protección de la salud y vida de nuestros compatriotas, muy especialmente de las mujeres embarazadas y los niños, especialmente con las jornadas de vacunación masiva, que a la fecha han logrado extinguir de nuestro país el sarampión, la poliomielitis, y la reducción de casos de otras enfermedades, que anualmente se convertían en epidemias que afectaban a buen número de nuestros compatriotas niños, adolescentes y hasta mayores. En el Cesamo doctor Carlos B. González de El Progreso formé parte de su patronato y me convertí en conductor voluntario de su ambulancia, en horas de la noche y días feriados, para llevar pacientes de emergencia al Hospital Leonardo Martínez de San Pedro Sula, porque no existía todavía en La Perla del Ulúa. Digo todo esto para que, por resumir y escribir de temas de salud, no me califiquen algunos como intruso, sino como sensibilidad ciudadana legítima, gracias a la apertura de la página de Opiniones de Diario LA TRIBUNA.

Precisamente con el preocupante tema de la quinta variante denominada ómicron, encontramos en el Diario El País de España, experiencias de médicos y pacientes sobre el padecimiento del COVID-19, sus tratamientos y la ocurrencia de casos que han requerido hospitalizaciones e internamientos en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), la mayoría de estos debido a que los pacientes no se han vacunado. Según la última estadística nacional en España (del 2 de diciembre, aún sin desglosar por autonomías), de los nuevos casos con información de vacunación, las tasas de infección entre los que aún no han recibido el pinchazo duplican y hasta triplican las de los que sí lo han hecho. Por la gravedad con la que cursa la infección, esas tasas se disparan aún más y llegan a multiplicarse hasta por 16. Es el caso de quienes necesitan hospitalización y tienen entre 60 y 79 años, con una tasa de 46.2 por cada 100,000 habitantes, mientras que la de los ingresados en ese grupo de edad con la pauta completa es de 2.8.

Además, afirma Fernando de la Calle, especialista de Enfermedades Tropicales del hospital de la Paz y el Carlos III, “es tangible en las plantas (de los centros sanitarios) que la vacuna funciona, desde el principio”. “Y la inmensa mayoría de los que han acabado en UCRI o UCI eran gente no vacunada”, detalla el facultativo. La covid-19, añade, “sigue siendo agresiva, desde la primera ola”, pero con una diferencia: “Ahora tenemos un arma para evitarlo y hay gente que no quiere usar esa arma. Los casos que vemos ahora son especialmente dolorosos porque podrían haberse evitado, embarazadas malísimas, por ejemplo, que es doblemente dramático. O gente joven, de 50 años”. Con una amplísima mayoría de la población diana vacunada -tanto en la región, donde ya hay un 88.6% con la pauta completa, como en España, donde la media es del 89.5%-, parece existir un pequeño tope que expertos, sanitarios y responsables políticos se esfuerzan en eliminar. Las vacunas, repiten con insistencia desde el primer momento, “funcionan, son seguras y eficaces”. La evolución de la pandemia a lo largo del casi último año no ha hecho más que probarlo.

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