La cuestión de los impuestos

ZV
/
3 de enero de 2022
/
12:02 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
La cuestión de los impuestos

Por: Marcio Enrique Sierra Mejía

No es fácil abordar el tema de los impuestos desde una perspectiva sociológica, pero me atrevo a hacerlo, porque sin duda alguna, tiene que ver con la construcción del Estado social que se ha convertido en el anhelo de los hondureños. Para los nuevos gobernantes, que tomarán las riendas del gobierno a partir del 28 de enero, la recaudación pública, se convierte en uno de los más críticos desafíos de su política económica. Lo fue durante los gobiernos nacionalistas y ahora lo será, en el nuevo gobierno de corte político socialista, al menos declarado, en la campaña electoral.

Para entender un poco sobre esta cuestión de la recaudación fiscal veamos lo que se plantea en la investigación científica al respecto. Como sociólogo que soy, me interesa destacar, la relación entre la evolución de la tasa de recaudación pública en los países ricos y en los pobres o emergentes. Esto porque pareciera que en la construcción del Estado social habría que estabilizar una tasa apropiada para lograrlo. Consolidar una tasa de recaudación pública pertinente, no es un proceso histórico de corto alcance, por el contrario, toma años para poder lograr una tasa de recaudación pública apropiada, para la consolidación del Estado social.

Según Thomas Piketty, los países más pobres del planeta tienen tasas de recaudación muy bajas comparada con los países ricos que han logrado niveles más aceptables de Estado social. Entre 1970 y 1980 los países de Latinoamérica, considerados con niveles de desarrollo intermedio, tenían tasas de recaudación comprendidas entre 15% y 20% del ingreso nacional, mientras que la tasa de recaudación media en los países ricos, mantuvo su crecimiento antes de estabilizarse de 30 a 35% y desde 1980 a 1990 de 35 a 40%. Por el contrario, entre 1990 y 2000, en los países pobre, cayó en más de 10% (Piketty, 2018).

En el caso de Honduras, la evolución de la presión tributaria durante el período 2000-2015 manifiesta dos escenarios. En uno, del 2000 al 2008, se observa un ascenso en la presión tributaria como porcentaje del PIB del 2.3%, pero del 2009 a 2015, se produce una caída de 1.4%. Asocian dicho ascenso, a las condiciones macroeconómicas favorables que, ocurrían en el país, un crecimiento de más del 6%. Mientras que la caída en los ingresos fiscales, se asocia a la disminución de las importaciones y a una baja en la actividad económica interna que impactó negativamente en la recaudación del impuesto sobre ventas (Secretaría de Finanzas, 2009). También se aduce que otro hecho que contribuyó al debilitamiento de los ingresos tributarios, fue la crisis política ocurrida en el 2009, puesto que causó que los ingresos tributarios disminuyeran (Rosales Rivera, Sara; Matute Ordóñez, Griselda; Calderón Avelar, Stiward: UNAH, Revista Económica y Administración, Vol.9, No. 1, 2018). Entre el 2018 y el 2019, la recaudación tributaria como porcentaje del PIB, disminuyó del 22.4% al 21.9% (Secretaría de Finanzas, 2019).

Partiendo del análisis que hace Piketty, la evolución de la presión tributaria que observamos en Honduras, es preocupante, en la medida en que, el proceso de construcción de un Estado social requiere de un Estado fiscal y social, con tasas de recaudación tributaria más altas a las que se han alcanzado. Ese científico, nos deja ver que se requieren tasas de recaudaciones fiscales más altas de las que tenemos, si el nuevo gobierno de corte socialista, desea que la política y la justicia funcionen correctamente; así como estamos, queda casi nada para financiar la educación y la salud.

Ciertamente, estamos insertos en un círculo vicioso, en el que la mediocridad de los servicios públicos contribuye a destruir la confianza en el Estado, lo que definitivamente, le complica la utilización de recursos fiscales importantes al nuevo gobierno.

El gran desafío de los socialistas en Honduras, es el desarrollo de un Estado fiscal y social vinculado a una refundación del Estado, cuya prioridad más decisiva, es la construcción de un sistema fiscal propicio para el desarrollo. La instauración de un Estado social, requiere de un sistema fiscal, que le permita recaudaciones sustanciales. En esto radica el desafío de política pública que el nuevo gobierno enfrenta. ¿Cómo piensan satisfacer las necesidades sociales y el gasto público correspondiente (educación, salud, jubilaciones, etc.), tomando como base el nivel nacional de los ingresos y la evolución que tenemos? ¿En qué van a consistir las modificaciones que le harán a la estructura de los impuestos, las contribuciones y los gravámenes que han permitido hasta ahora sostener el débil desarrollo que se intentará cambiar?

La cuestión de los impuestos no son un asunto técnico, sino eminentemente político y filosófico, sin duda alguna, el más importante de todos. Sin impuestos no puede haber refundación ni capacidad colectiva para actuar.

[email protected]

Más de Columnistas
Lo Más Visto