Los impuestos de Elon Musk

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3 de enero de 2022
/
12:04 am
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Los impuestos de Elon Musk

Por: Otto Martín Wolf

Hay cosas muy difíciles de comprender, una de ellas es la razón por la cual los supermillonarios y billonarios hacen casi cualquier cosa para evitar pagar impuestos.

Uno podría entender a una persona de recursos limitados por no querer entregar al fisco dinero que quizá necesite para pagar renta, comprar alimentos, medicinas, educación de los hijos, etc. cosas que para cualquiera tienen mayor prioridad.

Pero lo que escapa a mi comprensión es el porqué de esa actitud en gente que tiene tanto dinero que jamás podrá gastar.

Muchas veces se ha dado el caso de que, en países donde las leyes son estrictamente cumplidas, multimillonarios han enfrentado a la justicia y hasta han ido a la cárcel por evasión de impuestos, un dinero que -como dije- jamás iban a utilizar para nada, excepto para producir más dinero que, a su vez, produzca más y más dinero.

Ambición desmedida? Deseo de retar a la ley, similar a los conductores que abusan de la velocidad sin necesidad, quizá por la emoción de poner en juego su vida?

El hombre más rico del mundo, Elon Musk, pagará este año la cantidad de once mil millones de dólares de impuestos… once mil millones!

Eso es más que el presupuesto o la deuda de muchas naciones.

Nadie sabe cuánto dinero es eso, nadie puede gastarlo, no hay nada que semejante cantidad no pueda comprar… y eso es lo que pagará, nada que ver con el capital que le produjo las ganancias que generaron esa barbaridad de impuestos, fortuna que -obviamente- es muchísimas veces mayor, nada menos que doscientos cincuenta mil millones de dólares, centavos más, centavos menos.

En países como los nuestros, desgraciadamente, la mala administración y otros males (corrupción entre ellos) hacen que la gente sea reacia a pagar impuestos, pero en Estados Unidos las cosas son un poco diferentes.

Creo que Elon Musk sabe que da lo mismo pagar once mil millones, no se hace ni más pobre y, sobre todo, me parece que quiere dar un ejemplo.

Leona Helmsley, una supermillonaria tuvo que enfrentar a la justicia y servir una condena en la cárcel por haber hecho una declaración de impuestos falsa. Se le llamó la Reina del Mal, por la forma en que trataba a la gente a su servicio llegando a decir públicamente que “solo la gente pequeña paga impuestos”.

El actor de cine de acción Wesley Snipes (famoso por su serie de películas con el personaje Blade, cazador de vampiros) sirvió varios años en la cárcel por evasión.

Se dijo que fue engañado por su contador, que no presentó las declaraciones que le correspondían durante cinco años.

Donald Trump, cuya fortuna es “apenas” de cuatro mil millones de dólares, o sea siete mil millones menor que la cantidad que Musk pagará de impuestos, de todas maneras, siempre se las ha ingeniado para no pagar nada, cero.

Será que es muy inteligente o un “trumposo”?

Durante la campaña política que le llevó a la presidencia de los USA no mostró sus documentos públicamente (como se acostumbra en ese país) argumentando que estaba bajo auditoría. Tampoco mientras sirvió en el cargo, luchando en todos los tribunales para evitarlo, situación que se mantiene hasta el momento.

Parece que el hombre asigna un valor muy bajo a sus propiedades cuando tiene que presentar declaración tributaria y muy elevado -por las mismas- cuando se trata de ofrecerlas como respaldo por financiamiento bancario u operaciones en la Bolsa de Valores.

Trump es famoso por recurrir a los tribunales por cualquier motivo, alargando los juicios durante años, siempre en su beneficio.

Perder la tranquilidad? Arriesgar la libertad? Creo que ningún dinero lo vale, especialmente -como dije- cuando se tiene en exceso.

Le dolerán esos once mil millones de dólares a Elon Musk?

No lo creo, no tendrá ningún efecto en su fortuna o en su estilo de vida.

A quienes me parece que si afectará su actitud es a todos los supermillonarios que evitan pagar impuestos quienes a lo mejor dirán públicamente que hay que seguir su ejemplo.

Aunque quizá para sus adentros digan “qué imbécil”.

La ambición a veces no rompe el saco.

[email protected]

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