La responsabilidad de niños quemados y mutilados corresponde al Estado

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7 de enero de 2022
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12:02 am
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La responsabilidad de niños quemados y mutilados corresponde al Estado

Por: José Rolando Sarmiento Rosales

Tempranito del nuevo año nuestra preocupada advertencia a las tan sonadas organizaciones de la sociedad civil, a los mismos medios de comunicación social del país, a los entes que deben velar por la vida y salud de los niños hondureños, me refiero a la Secretaria de Salud, Secretaria de Seguridad, Instituto de la Niñez, a las autoridades municipales y a los hasta ahora indiferentes diputados del Congreso Nacional que en más de cinco periodos legislativos continuos, se han hecho ciegos y sordos frente a la tragedia anual de las festividades navideñas, de la despedida del año viejo y bienvenida del nuevo, la cual es ocasionada por los accidentes con artefactos de pólvora de tamaños inadmisibles, que a tantos niños hondureños los han dejado lisiados, con la perdida de parte de sus manos, sus brazos, quemaduras de hasta tercer grado en su cuerpecito, perdida de su visión, teniendo que recibir delicados tratamientos especializados para curarles su piel sensiblemente dañada, cirugías reconstructivas, seguido de largos tiempos de internamiento hospitalario, sea aquí en Honduras gracias a la existencia del FUNDANIQUEM, y en algunos casos delicados obtener el traslado aéreo a hospitales especializados de Estados Unidos , donde gracias a su altruismo los atienden gratuitamente, en prolongados tratamientos que ni el gobierno nuestro o sus familias podrían financiar porque pueden llegar a alcanzar valores millonarios.

Debemos expresar con tono enérgico que los mayores responsables de estas tragedias dolorosas que vienen afectando a tantos niños hondureños, son las autoridades a todos los niveles del país, pero especialmente los politiqueros diputados que no se han tomado la preocupación de formular y aprobar una ley para el control de la elaboración de productos explosivos a base de pólvora, regulando sus tamaños, prohibiendo la fabricación y venta de esos enormes morteros y cualquier otro artefacto peligroso, permitiendo la venta a menores únicamente si van acompañados de sus padres, parientes o hermanos mayores, logrando así que los niños no puedan obtenerlos con toda facilidad, además de hacer responsables a sus padres por cualquier quemadura o trauma que sufran en sus cuerpecitos, aplicándoles sanciones económicas y deducción de responsabilidades penales, para evitar que anualmente nuestros niños hondureños sufran terribles quemaduras, perdida de dedos, manos y parte de sus brazos, además del trauma psíquico psicológico que les afecten para el resto de sus vidas, así que depositamos en el actual y el próximo Congreso Nacional la responsabilidad de la vida y salud de tantos menores de edad.

Es importante en nuestro punto de vista sobre la fabricación de artefactos de pólvora, en primer lugar que la mayoría sino todo, los productos explosivos y los de luces de colores son de origen nacional, que han sustituido las millonarias importaciones que se hacían especialmente de China Continental, gracias a los expertos de las llamadas coheterías existentes en nuestra capital, el sur del país y la muy conocida población del municipio Nueva Arcadia, al que pertenece la comunidad de La Entrada de Copan, en esos lugares desde hace muchas décadas se han dedicado a la elaboración artesanal de productos de pólvora, que van desde los populares cohetillos, las luces de colores, morteros, silbadores, las ametralladoras, los cohetes de vara, y productos de mayor potencialidad, como las carreras de bombas, los Torofuegos, las potentes bombas de tuza los fuegos artificiales de iluminación con novedosos diseños, que se estilan en las celebraciones de las Ferias Patronales, los festejos de la Independencia, los aniversarios de empresas comerciales, pero manejados por <especialistas artificieros>, provistos por los fabricantes de las conocidas coheterías que son contratadas para tales ocasiones, con el objetivo de proteger se manejen por manos inexpertas y evitar accidentes de quemados y mutilados por objetos explosivos a base de pólvora.

La quema de artefactos explosivos y fuegos artificiales se estilan a nivel mundial, no es una propia costumbre de pueblos atrasados como algunos equivocadamente lo interpretan, constituye una actividad económica que en países desarrollados de Asia, Europa y Norteamérica, alcanza niveles industriales, de tal manera que aquí en Honduras sería iluso oponerse a la existencia de las famosas coheterías, porque como podemos apreciar todos los años pese a las ordenanzas municipales de prohibición, en municipios vecinos por ejemplo de la capital y San Pedro Sula, se extienden permiso y se establecen puestos de venta, donde la ciudadanía acude a proveerse para las fiestas decembrinas, porque dichas autoridades se engolosinan con las recaudaciones que logran de cada puesto establecido, sin importarles el peligro a que se ven sometidos especialmente los niños y jóvenes, al detonar estos artefactos de tamaños exagerados por su poder explosivo y onda expansiva, que es lo que legalmente las autoridades deben controlar, para no ser corresponsables de las anuales tragedias de hondureños quemados gravemente y mutilados.

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