2022 el año para la niñez y juventud

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9 de enero de 2022
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12:03 am
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2022 el año para la niñez y juventud

Por: Jorge Valladares Valladares
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Las naciones que han superado el subdesarrollo y la pobreza han invertido decididamente en la niñez y la juventud. Asegurar el relevo generacional además de ser una estrategia de nación, es un seguro en términos de desarrollo humano y social a mediano y largo plazo.

Las cifras de desarrollo humano centrado en la niñez en Honduras son certeras, y ha sido raro el año en el que bajan. Antes de la pandemia, medio millón de niños trabajaban, los NINIs, niños y jóvenes que no trabajan ni estudian, llegaban a cerca de setecientos mil, el 12% del total de migrantes son niños, este año 2021 llegó casi trece mil, de ellos cerca de seis mil que viajan sin padres, exponiéndose a riesgos inimaginables. La pandemia sin duda empeoró estos indicadores sociales, pero aún no contamos con datos confiables sobre el impacto de la misma, que seguramente es devastador. En fin seguimos sosteniendo indicadores de pobreza que rondan el 70% de la población y eso parece no importar o en el peor de los casos, nos hemos acostumbrado a ello.

El nuevo gobierno tiene desafíos enormes en desarrollo humano. Uno de ellos, esbozado en el plan de gobierno hecho público, es la atención preferente a la niñez y adolescencia. En esta materia es urgente tomar medidas que refuercen el sistema de protección y garantías de derechos de la niñez.

Una de ellas, es la creación con nivel ministerial de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, ya que en los últimos años el ente rector en esta materia no gozaba ni por cerca de ese nivel, ni figuró en Consejo de Ministros para elevar con ello la toma de decisiones concretas a favor de 3,7 millones de personas menores de 18 años. Felicitamos esta iniciativa de concretarse.

Otro aspecto urgente es la reapertura gradual de los centros escolares. Ya que cerca de un millón y medio de niños históricamente han estado fuera del sistema educativo, y ahora con la pandemia la exclusión es casi generalizada, sólo los que pueden costear comunicación vía internet se han mantenido medianamente en contacto con la escuela. Aún en los colegios privados se nota la crisis del modelo actual. Esta situación es dramática y genera quizá una de las crisis del modelo educativo más grandes de la historia nacional, por lo que las medidas para restablecerlo, deberán ser igualmente dramáticas.

Institucionalidad remozada, medidas urgentes para el acceso a la educación y salud y lograr modelar un sistema de protección y garantías de derechos tanto a nivel nacional como local con políticas, recursos, planes, estrategias y modelos de desarrollo integral son lo menos que espera nuestra infancia para este nuevo año. Ya existen aportes previos, tal como el Sistema Integral de Garantías de Derechos de la Niñez y la Adolescencia, al que sin duda hay que considerar.

En cada cuaderno y lápices invertidos hay esperanza, lo que le demos hoy a nuestros niños, ellos nos lo devolverán a través de una sociedad que todos nos merecemos de cara al futuro como nación.

Deseamos éxitos a la nueva administración en su política y planes hacia las nuevas generaciones.

Abogado especialista en Derechos Humanos, Seguridad y Justicia.

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