EL CIRCULANTE Y SUS REMEDIOS

ZV
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9 de enero de 2022
/
12:28 am
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EL CIRCULANTE Y SUS REMEDIOS

ESTE es un tema que manejaban muy bien los peritos mercantiles de los viejos colegios de secundaria. Es más, para convertirse en un buen economista universitario era necesario conocer, previamente, las contabilidades que enseñaban los profesores de educación media. Aquellos profesores apasionados con los cuadros de “debe, haber, saldo”; con la contabilidad de costos; con los cuadros de “pérdidas y ganancias”; y los rudimentos de “bancaria”, sabían que era imposible mentir respecto de la realidad económica y financiera de las empresas públicas y privadas. Sabían, incluso, todo lo relacionado con los flujos de caja, es decir, con el circulante monetario tanto de las sociedades mercantiles organizadas como de la sociedad en general.

Pero aquellos profesores y estudiantes expertos en contabilidades básicas, parecieran haber desaparecido del mapa. O caído en el descrédito. Ahora se enseñan vaguedades que muy poco sirven a los egresados de secundaria. Se interpone una pugna reñida entre los apuntes escolares y los remedios frente a la realidad. Sin embargo, el buen olfato permite que los interesados en estos temas perciban en el ambiente la escasez de circulante monetario, sobre todo en los meses de enero y febrero de cada año, en tanto que mucha gente ha puesto sobre el asador, durante las festividades navideñas y de fin de año, todo el bofe, el hígado y otras menudencias económicas, ya sea por la vía de los aguinaldos, las bonificaciones, los préstamos con intereses y otros pequeños excedentes pecuniarios. Más específicamente en el mes de enero de cada año, la gente “queda en las latas”, con las carteras vacías.

Más allá de las festividades ocasionales, cuando existe una verdadera escasez de circulante monetario, los países enteros tienden a sumirse en la pobreza, mientras sus dirigentes buscan negar esta realidad económica y financiera, a veces mediante la ocultación de los datos correctos, la distorsión de las cifras o por la vía de la demagogia rimbombante, tal como ha ocurrido varias veces en la historia. El problema es que cuando se presenta la hiperinflación, la cual es un impuesto descarado por otros medios, se vuelve imposible e intolerable mentir y ocultar los hechos. No hay ideología que valga frente a las inflaciones y las devaluaciones monetarias. Se pueden ocultar los hechos por dos o tres años. Pero nunca más allá de eso.

Como las causas de reducción de circulante, y de bienes y servicios, pueden ser multifactoriales, tanto endógenas como exógenas, abiertas y ocultas, a veces más allá de los índices macroeconómicos, se vuelve indispensable que los mejores economistas estén atentos y publiquen las verdades aproximadas, y sugieran los remedios en cualquier administración de que se trate. Por eso es importante que los académicos, tanto de la secundaria como de las universidades, se acerquen un poco a la historia del dinero en cualquier parte del mundo, y conozcan, asimismo, los fenómenos de las inflaciones, las deflaciones, la deuda pública, la incapacidad de pago y otras calamidades que ocurren en las sociedades al margen de cualquier discurso.

Naturalmente que en este capítulo resulta impostergable que los hondureños vayamos conociendo las potencialidades económicas. Tanto en el campo como en las zonas urbanas. Pues ya se han realizado estudios sobre las posibilidades de crecimiento “microeconómico” de las personas que poseen bienes en las orillas de las carreteras y que nunca se han rentabilizado por el descuido de ellos mismos o por desconocimiento relacionado con los secretos de cómo funcionan las sociedades mercantiles, especialmente en los países tercer o cuartomundistas, en donde se ponen todo tipo de trabas para montar una simple pulpería o un taller de costura. Quizás uno de los indicadores más importantes para olfatear la ausencia o presencia de circulante monetario, se relacione con el crecimiento positivo o con la extinción gradual de las clases medias en cada país, al margen de los apellidos ideológicos que se usan en cada sociedad.

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