Submarino privado no halla rastro de Angie Samantha Peña Melgares
La búsqueda de la universitaria se fortaleció con apoyo de un submarino, tras intensos rastreos por vía aérea, marítima y terrestre.
La incesante búsqueda de Angie Samantha Peña Melgares (22) continuó ayer a una semana de haber desaparecido en Islas de la Bahía, zona insular de Honduras, con la exploración de un submarino en profundidades del mar Caribe, pero no se encontró rastro alguno de la universitaria, ni de la moto acuática en que se transportaba.
Para autoridades policiales Peña Melgares habría sufrido un accidente en altamar, descartando la hipótesis de un rapto o secuestro.
El aparato explorador acuático realizó su primera sumersión específicamente en áreas donde, según evidencia técnica, la joven estuvo presente, dijo a LA TRIBUNA el titular de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), comisionado, Rommel Martínez. Esta búsqueda se extendió por casi 8 horas.
Angie Samantha Peña Melgares desapareció el 1 de enero a bordo de una moto acuática en West Bay, Roatán, Islas de la Bahía. “En un esfuerzo con varias autoridades se ha logrado conseguir un sumergible (submarino) privado, con el propósito de hacer la búsqueda en fondo del mar”, agregó Martínez.
Este rastreo estaba planificado para el viernes anterior, sin embargo, fue suspendido por las malas condiciones climáticas con vientos del noreste que siguen desplazando humedad hacia el interior del territorio nacional.
La hipótesis que cobra fuerza entre los equipos de investigación es que Peña Melgares, habría sido víctima de un accidente en altamar, mientras se conducía en la moto acuática.
“Hay evidencia técnica y material audiovisual, que estarían descartando que se trate de un secuestro”, reveló el oficial Rommel Martínez. Estos videos en poder de la Dirección Policial de Investigaciones muestran que la turista desaparecida regresó sola al mar.
“Quiero aclarar que no estamos descartando la posibilidad, secuestro, seguimos trabajando, hay mucha prueba, con análisis que requiere de un período de tiempo que no necesariamente es corto, todo apunta a que es un accidente”, aclaró.
El caso de Angie Samantha Peña Melgares, fue calificado como complejo por el jefe policial, ante esto, la DPI está plenamente dedicada para esclarecer los hechos, concluyó. (JGZ)
Intensa búsqueda por aire, mar y tierra
La familia de Angie Samantha Peña Melgares (22) estaba a la espera de resultados oficiales de la búsqueda con el submarino en el contexto de diferentes hipótesis acerca de la misteriosa desaparición.
Sin embargo, en su fe que mueve montañas, no pierden la esperanza que aún esté con vida, pese a que cumplió una semana desaparecida, entre intensas labores de búsqueda por la vía aérea, mar y tierra, extendidas hasta las costas de Guatemala y Belice.
Peña Melgares fue reportada como desaparecida en horas de la tarde del sábado 1 de enero, luego de realizar actividades recreativas en la isla de Roatán, departamento de las Islas de la Bahía.
Según testimonios de cercanos parientes y amigos, la joven partió del sector de West Bay en una moto acuática, pero transcurridas las horas, no aparecía. Esto alertó a sus familiares y ese mismo día, la primera hipótesis era que la joven había sufrido un accidente mientras andaba en la jet ski.
Los entes de seguridad y de protección civil retomaron desde horas muy tempranas del domingo, la búsqueda y tras una larga jornada, se suspendió en horas de la noche.
La operación continuó el lunes vía aérea con cuatro aeronaves militares en otra ruta, porque ese día la búsqueda no se logró realizar por mar, debido al ingreso de una masa de aire frío que provocó un incremento en la marea.
Los familiares de la joven no se quedaron de brazos cruzados y contrataron embarcaciones para que buscaran a lo largo de la costa hondureña, sin resultados positivos. Para costear dichas actividades los angustiados parientes habilitaron cuentas y campañas en redes sociales, para la recaudación de fondos.
En un último intento por encontrar a Angie Samantha, el viernes anterior los familiares ofrecieron una recompensa de 250 mil lempiras, para la persona que diese información del paradero de la muchacha. (JGZ)
