A juicio capitán (r), esposa y suegra acusados de lavado
El capitán (r) Santos Rodríguez Orellana se encuentra preso en un batallón de la capital y su esposa Jennifer Bonilla y su suegra, Reina Bonilla, están recluidas en Támara.
El juez de Letras Penal con Jurisdicción Nacional elevó a juicio oral y público la causa instruida contra el capitán retirado de las Fuerzas Armadas (FF. AA.), Santos Rodríguez Orellana; su esposa Jennifer Lizzeth Bonilla y su suegra, Reina Lizeth Bonilla, por suponerlos responsables del delito de lavado de activos.
El Ministerio Público (MP), por medio de la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (Fescco) y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), en audiencia preliminar formalizó acusación por el delito de lavado de activos contra los tres sindicados y solicitó al juez que enviara la causa a los tribunales para juicio.
A los tres encausados en noviembre se les dio captura mediante la ejecución de nueve allanamientos de morada en Tegucigalpa, Francisco Morazán y Yamaranguila, Intibucá, y también se aseguraron 15 bienes inmuebles, siete sociedades mercantiles y diez vehículos, que fueron traspasados a la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI).
Según las investigaciones, iniciadas años atrás, un testigo protegido, originario del sector de Brus Laguna, Gracias a Dios, manifestó que el capitán realizaba operativos en la zona y al encontrar dinero o droga no la declaraba en su totalidad, quedándose con parte de lo incautado y las armas decomisadas eran llevadas a un grupo delictivo de La Ceiba, denominado ZIPE.
Del mismo modo, Rodríguez Orellana habría participado en decomisos de vehículos donde se transportaban millonarias cantidades de dólares y, según testigos, también está involucrado en la muerte de personas, incluso un informante de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA).
Asimismo, según escuchas telefónicas, negociaba entrega de drogas luego que esta era robada a otras organizaciones criminales en el sector de La Mosquitia (Gracias a Dios). Según el argumento de la Fiscalía, tras esa denuncia y seguimiento de la ruta financiera, todo ese dinero consecutivamente era enviado a su esposa y suegra.
Posteriormente, al realizar el análisis financiero se pudo comprobar que durante el tiempo del capitán retirado de las Fuerzas Armadas recibió en concepto de ingresos brutos más de dos millones y medio de lempiras y en salarios netos 813,918 lempiras, sin embargo, su núcleo familiar (esposa y suegra) tuvieron, de acuerdo a los análisis bancarios y las fuentes de ingresos en el periodo comprendido entre los años 2010 a 2020, más de 238 millones de lempiras no justificados, desconociéndose el origen de las transacciones en el sistema financiero y las inversiones en la adquisición de activos fijos y sociedades mercantiles, según la acusación de la Fescco. (XM)
