Trojes en la epopeya de grandes patriotas

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16 de enero de 2022
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Trojes en la epopeya de grandes patriotas

Trojes Hoy

Autor: Luis Alonso Gómez Oyuela
Email: [email protected]

En los últimos años de vida, José Idiáquez, patriota a carta cabal repetía con insistencia: “Esta rica región que todavía permanece abandonada fue poblada por gente de bien, ciudadanos honrados, trabajadores y amantes de su patria”. Entre los primeros que se adentraron en las densas montañas en la segunda década del siglo pasado fue este connotado ciudadano José Idiáquez, quien se metió en el propio corazón de la breña impenetrable para dedicar gran parte de su vida a la defensa de la soberanía nacional.

Una de las expresiones cotidianas de Idiáquez relacionadas con la zona de Cifuentes y sus alrededores era la siguiente en el año de 1915: “hay que resguardar el cañón de Cifuentes de la manera que haya lugar. Perdiendo a Cifuentes, se pierde definitivamente a Trojes y perdiendo a Trojes se pierde el Poteca y perdiendo este río se pierde el Segovia.

El 1 de julio de 1918, el jefe político del departamento de Nueva Segovia, al frente de 50 hombres ocupó militarmente los caseríos de Potrerillos (Cifuentes) y Trojes, procediendo a la destitución del alcalde auxiliar Francisco Sosa y persiguió al sargento Luis Placido Peña, de acuerdo a los apuntes históricos del profesor Víctor Cáceres Lara.

Agotados todos los medios pacíficos el doctor Francisco Bertrand dispuso repeler con la fuerza y el 20 de agosto salía el Batallón de Veteranos de la capital hacia Danlí a las cinco de la tarde del día 22 del mismo mes, la población llena de asombro presenció en las calles el desfile de los centenares de soldados bien armados.

Nadie sabía lo que pasaba. Solamente las autoridades militares de Danlí sabían lo que estaba pasando a veinticinco leguas al oriente en la zona de Trojes-Potrerillos. Al día siguiente a las siete de la mañana, todo el pueblo de Danlí presenciaba la marcha hacia la frontera de aquel pequeño batallón del ejército catracho.

Al frente de la Tropa se encontraba el general Juan Pablo Urrutia, como jefe de la fuerza expedicionaria y el coronel Gregorio Aguilar. La fuerza expedicionaria tardo tres días para llegar hasta la zona ocupada y al despuntar el alba del 25 de agosto, centenares de soldados rodeaban y capturaban a los invasores quedando libres para siempre de tropas enemigas.

Julián López Pineda, Ramón Ernesto Cruz y Esteban Mendoza.

CAMBIO DE NOMBRE

El cambio de nombre del caserío de Potrerillos por Cifuentes se originó en la municipalidad de Danlí para no confundir el municipio del mismo nombre en el departamento de El Paraíso. Don Manuel Gamero sugirió al presidente Vicente Mejía Colindres, que para entonces desempeñaba la cartera de Gobernación; hacer el cambio en referencia y se le denominara Cifuentes, porque en la Madre Patria, España, en Castilla la Nueva había un lugar llamado Cifuentes, lugar de donde vino a Honduras la familia Gamero, cuyo nombre era Manuel Adalid De Gamero.

Federico González que se constituyó en otro incansable luchador por las tierras del Laudo nos recuerda que en 1934 un piquete de 30 Guardias nicas se posesionó del caserío El Bijao, hasta la quebradita de San Gabriel, situada apenas un centenar de metros de la casa de la aldea de Cifuentes, permaneciendo los invasores por espacio de 30 años hasta que la Corte Internacional de Justicia de La Haya emitió el fallo definitivo a favor de Honduras.

LA COLONIZACIÓN

La historia de esta región está llena de episodios tristes y dolorosos. Primero, el abandono de todos los gobiernos porque jamás y durante los primeros fallos de la Corte Internacional de Justicia el 18 de noviembre de 1960 en la administración del doctor Ramón Villeda Morales, se ejerció la plena soberanía sobre estas tierras, siendo los colonizadores llegados del sur los que con su sudor, lágrimas y sangre se fueron abriendo paso entre la montaña, pereciendo algunos en el trayecto mordidos por las víboras venenosas y múltiples enfermedades.

Aquí no vinieron delincuentes para fundar Trojes, fueron hombres y mujeres pobres, honrados, trabajadores e incansables luchadores por una vida mejor que sin la ayuda de nadie más que la de Dios y su firme voluntad de hacer una vida mejor pobló esta zona que hoy es digna de mejor suerte.

Ramón Villeda Morales, Vicente Mejía Colindres y José Simón Azcona

EJEMPLO DE SUPERVIVENCIA

Hace 62 años, la Corte Internacional de Justicia de La Haya resolvió favorablemente la disputa territorial con Nicaragua. Son los mismos años transcurridos los que marcan una nueva etapa en la vida de esta zona porque fue cuando comenzaron a llegar casi en masa los primeros colonizadores para introducirse en las entrañas de la selva. El 18 de noviembre de 1960 bajo la egida del gobierno democrático y representativo presidido por el Dr. José Ramón Villeda Morales, los tambores de guerra entre dos pueblos hermanos quedaron en silencio para dar paso al sonido del hacha en lo profundo de nuestras montañas en la que todavía hoy se habla y escribe como la zona recuperada.

Se puede afirmar que después del fallo en la Corte Internacional. comienza una nueva etapa histórica con muchos capítulos inéditos y algunos que aún no se escriben, porque hablar de la “Tierra Recuperada”, es como volver en el tiempo para redescubrir lo que realmente sucedió hasta la fecha.

Me habría gustado conocer al ingeniero Federico Gonzales para escucharlo hablar de las Tierras del Laudo, con esa pasión de hondureño bien nacido, sin embargo, es a través de sus escritos donde encontré la mayor parte de información para poner al descubierto una verdad histórica que nadie puede negar sobre los fundadores del ahora municipio de Trojes. El ingeniero Gonzales antes de morir hizo referencia a los seis últimos abogados que defendieron en La Haya los derechos soberanos de Honduras y para que las presentes generaciones, particularmente los que viven en este municipio los recuerden, son ellos los doctores en Derecho Internacional Julián López Pineda y Esteban Mendoza, así como los abogados Ramón Ernesto Cruz, José Ángel Ulloa, Rogelio Martínez Agustinus y el doctor Carlos Roberto Reina, expresidente de Honduras. Federico Gonzales siempre estuvo preocupado por el futuro de Las Tierras del Laudo.

José Idiáquez y Carlos Roberto Reina.

 

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