Por Marcio Enrique Sierra Mejia
Sí los socialistas, democráticos o radicales marxistas, desvían sus intenciones y caen en un estado autoritario y represivo, para imponer medidas o reformas políticas que permitan transitar a un sistema económico, social, político y cultural anti capitalista, se van a enfrentar a una oposición política, francamente fuerte para poder lograrlo.
La señora presidente Xiomara Castro, no debe subestimar la correlación de fuerzas políticas que prevalece en Honduras. Las fuerzas políticas socialistas no tienen una hegemonía política vasta para dominar los distintos ámbitos políticos, que gravitan en nuestro sistema político. Aunque cuenten con la capacidad organizativa, capaz de incitar un movimiento popular que les respalde a lo largo de todo el periodo de gobernanza. Imponer una estrategia de confrontación es inconveniente para lograr una transición política estable.
En el Congreso Nacional, LIBRE no domina la asamblea de diputados, y para lograr reformas, tendrá que promover el consenso con las fuerzas de centro derecha y la de derecha extrema. Mismas que no necesariamente tienen intereses favorables que favorezcan las intenciones de refundación del Estado que va a promover el nuevo gobierno.
O sea, sí las reformas que pretendan implantarse con enfoque socialista, tienen que ser consensuadas o negociadas, con las bancadas del Partido Nacional, del Partido Liberal, del Partido Salvador de Honduras y otros partidos. ¿Qué es lo que va a determinar los consensos? ¿El “tilín tilín” como dicen o los argumentos que razonen sobre el interés general favorable para el país? Por lo que se percibe, al menos en el Partido Nacional, es que, con la escogencia de Tomas Zambrano, como presidente de dicha bancada, se augura una compacta oposición honesta e inteligente para lograr consensos. Ojalá respaldada por una autoridad de partido distinta y efectiva.
Los socialistas van encaminados a la refundación del Estado de Honduras. Lo cual, tienen claramente definido. Sin embargo, los opositores de centro derecha y derecha extrema, no parecen tener una comprensión cabal, de lo que implica para LIBRE, la refundación que anhelan realizar y el alcance que tiene para el estado hondureño.
La derecha opositora, está como que a “la espera del parto”, para saber qué identidad tiene la criatura. En tanto, el líder Manuel Zelaya (Mel), con una asesoría realmente efectiva, estructura un movimiento popular que, le asegure, el respaldo popular a la agenda del Poder Ejecutivo. Los socialistas están cohesionados y cuentan con una brújula política que, los demócratas de derecha, no tienen, como tampoco, una estrategia política, para hacerle frente al gobierno de la señora presidente Xiomara Castro, con objetivos que les permitan balancear la democracia de Honduras.
En el contexto político latinoamericano las promesas socialistas que se promueven; algunas de ellas, ya están incluidas en la agenda del inminente plan de gobierno socialista que vamos a tener. Y que deberán ser incorporadas en la agenda legislativa para ser aprobadas. ¿Hasta qué punto tales iniciativas van a generar batallas legislativas que como pueden ser ganadas por los socialistas, también pueden ser reprobadas, por una mayoría de votos opuestas a las mismas? Por esta razón, es que en la estrategia de acciones tácticas que impulsa el partido Libre con asesoría internacional, la movilización popular, es inevitable.
Tanto el referéndum como el plebiscito serán, en algunos casos, instrumentalizados mediante encuestas, que probablemente serán aplicados por empresas internacionales convenientemente contratadas, a todo lo largo del territorio nacional, o en áreas territoriales específicas, según sea la consultas que quieran hacer. Utilizándolas para demostrar ante la ciudadanía, una actitud democrática con respecto a los cambios que quieren realizar.
El cambio hacia la sociedad socialista pasa necesariamente por la incorporación de nuevos valores que se mueven en esferas legales y de reformas del sistema institucional. En tal sentido, mientras que los socialistas, se preparan para contar con el favor ciudadano y lograr la validación de sus propuestas, los demócratas de centro derecha, se muestran divididos y encapsulados en sus propias dinámicas alejadas del sentir ciudadano, incluyendo el acercamiento a sus propias bases y organizaciones populares que, no están convencidas de apoyarles, porque desconocen o rechazan los valores que sustentan.
La innovación está en el progreso. Y si las fuerzas políticas de centro derecha creen en ello. Tienen que demostrarlo haciendo conciencia con hechos y de la mano con la ciudadanía. Solo de esa manera podrán salir avante las fuerzas políticas centro derechistas, ante una muy bien planificada estrategia que tienen los socialistas, basados en la dialéctica materialista para luchar por el cambio de los valores e instituciones, en los que se basan los capitalistas. Si los ciudadanos son atraídos hacia un cambio socialista basados en una agenda dialéctico materialista de desarrollo. Los gobiernos socialistas van a lograr conquistar el poder del gobierno por mucho tiempo.
mesm1952@yahoo.es
