Maestros Proheco son obligados a pagar escrituras de escuelas
Decenas de maestros presionaron en la capital para recibir el último aumento de salario que los niveló a 9,000 lempiras.
Con salarios de 9,000 lempiras mensuales, más de 1,900 maestros del Programa Hondureño de Educación Comunitaria (Proheco) están siendo castigados al obligarlos a costear las escrituras de las escuelas, en su mayoría pertenecientes a las alcaldías municipales y que ahora tendrán que estar a nombre de la Secretaría de Educación.
En su calidad de “requisito”, a los docentes los obligan a aportar 10 mil lempiras por cabeza para pagar el costo de las escrituras del centro educativo que pasará a manos de la Secretaría de Educación.
Pese a que el secretario de Educación, Arnaldo Bueso, anunció la semana anterior que les dio la permanencia a los 1,900 profesores, y que este sábado el Congreso Nacional aprobó el otorgamiento de plazas a estos castigados profesores, la realidad es que a los susodichos les están imponiendo el requisito que para cumplirlo tienen que “bolsearse”, denunciaron a este rotativo y que solicitan no dar su nombre por razones de seguridad.
Las oficinas distritales y las departamentales convocaron a los docentes este lunes a una reunión para darles a conocer la situación, exigiéndoles que lleven la escritura del centro educativo donde trabajan, con la propiedad establecida a nombre de la Secretaría de Educación y para eso el profesor debe contratar un abogado y ponerlo de su propia bolsa.
“No hallamos qué hacer porque con un salario de 9,000 lempiras cómo vamos a pagar 40 mil que nos cobra el abogado por la escritura”, dijo una docente, que tiene 16 años de trabajar en una escuela rural, como maestra Proheco. Ella empezó ganando 3,400 lempiras y este año, con el último aumento de salario, pasaron a 9,000 lempiras.
“Con hijos y familia que mantener: ¿Cómo vamos a pagar una escritura? Es bueno que nos den la plaza, lo estábamos esperando, pero no es justo que tengamos que sacarnos 10 mil lempiras por cada compañero para cumplir el requisito y entregarle el centro educativo a la Secretaría de Educación y que sea de su propiedad”, dijo otra de las profesoras que se atrevieron a hablar sobre lo que está sucediendo con los nombramientos.
El Congreso Nacional en su decreto aprobó que sea la Procuraduría General de la República (PGR), la que se encargue del traspaso de la propiedad de los centros educativos, “entonces por qué nos quieren obligar a pagar el costo de la escritura”, se preguntan las denunciantes.
Los maestros Proheco no tienen derechos laborales, de su salario de 9,000 lempiras, ni siquiera el salario mínimo, les deducen el ocho por ciento del Instituto de Previsión Magisterial (Inprema), sin tener ningún derecho.
“La buena noticia es que tendremos una plaza, que ganaremos un salario mejor, pero si no pagamos la escritura, qué pasará”, se preguntan los denunciantes.
Durante toda la pandemia, los docentes de las escuelas Proheco no han dejado de trabajar en sus comunidades, atendiendo a los estudiantes, casa por casa.
